La
aspirante a la nominación demócrata a la presidencia Hillary Rodham Clinton
dijo el martes que cualquier reforma a las leyes de inmigración debe incluir
una vía “a la ciudadanía plena e igualitaria”, con lo que marcó un claro
contraste con republicanos que han propuesto proveer un estatus legal o bloqueado
gestiones en el Congreso para lidiar con el sistema de inmigración del país.
Prensa.AFP
“Es en eso en lo que difiero de todo el
mundo en el lado republicano. Que no haya confusiones, ni un solo republicano…
está respaldando en forma clara y coherente una vía a la naturalización.
Ninguno”, afirmó Clinton, y añadió: “Cuando ellos hablan de estatus legal,
realmente quieren decir estatus de segunda clase”.
Las declaraciones de Clinton durante su
primera escala de campaña en Nevada resaltan los esfuerzos demócratas para
encasillar a los aspirantes presidenciales republicanos que se han opuesto a
una propuesta de reforma abarcadora de inmigración que incluya un sendero a la
ciudadanía. Los congresistas republicanos han dicho que los cambios deben ser
realizados gradualmente, y que hay que empezar con medidas se seguridad más
férreas en la frontera.
El tema de la inmigración tiene
resonancia entre muchos hispanos, que respaldaron ampliamente al presidente
Barack Obama frente al candidato republicano Mitt Romney en el 2012 y le
ayudaron a ganar varios estados que pueden oscilar para uno u otro partido,
incluidos Florida, Colorado y Nevada.
Clinton pronunció sus palabras en
momentos en que dos de sus potenciales rivales republicanos, el ex gobernador
de Florida Jeb Bush y el senador Marco Rubio, han cortejado a los hispanos y
hablado de formas de reformar el sistema de inmigración, al tiempo que se
oponen a las órdenes ejecutivas de Obama el año pasado que protegen a millones
de inmigrantes de ser deportados.
En una conferencia ante evangélicos
hispanos la semana pasada, Bush afirmó que los inmigrantes que viven sin
autorización en el país deberían tener la oportunidad de legalizar su situación
en determinadas circunstancias.Bush especificó que esos inmigrantes deben pagar
impuestos, trabajar y no recibir prestaciones del gobierno.
A su vez, el cubano-estadounidense Rubio
trabajó en un proyecto de inmigración bipartidista fallido que propuso un largo
camino a la ciudadanía para los inmigrantes sin autorización. La medida fue
aprobada en el Senado, pero fue bloqueada por los conservadores en la Cámara de
Representantes.
Rubio ha dicho que el proyecto no tiene
suficiente apoyo como para ser aprobado y que en un principio la reforma
inmigratoria debería centrarse en la seguridad fronteriza. Las órdenes
ejecutivas de Obama pesan en el debate inmigratorio. Los aspirantes a la
candidatura presidencial republicana han amenazado revocar dichas medidas, que
incluyeron la ampliación de un programa que protege a los inmigrantes jóvenes
de la deportación si fueron traídos sin permiso cuando eran niños. Otra
disposición amplió la protección a los padres de ciudadanos y residentes
permanentes.
Veintiséis estados, incluido Nevada, han
presentado demandas para bloquear el plan, y un tribunal de apelaciones de
Nueva Orleans escuchó las objeciones el mes pasado. Todavía no ha emitido un
fallo. Clinton dijo que ella respalda las acciones ejecutivas de Obama y que
las “defendería” contra la oposición republicana, al tiempo que buscaría formas
de ampliarlas si es electa presidenta.
“No se cómo alguien puede mirar a esos
jóvenes y pensar que debemos separar más familias o rechazar a jóvenes con
talento”, dijo. “Por ello yo pelearé por una reforma amplia de la inmigración y
un camino a la ciudadanía”. Clinton dijo además que le preocupa el uso de
centros de detenciones de familias para detener a mujeres y niños varados en el
sistema de inmigración, algo que activistas dicen es inhumano. Su posición en
el debate ha sido seguida muy de cerca por hispanos y activistas por los
inmigrantes, en momentos en que Obama ha pasado apuros para que el Congreso
apruebe una reforma del sistema.