¿Por qué los
venezolanos emigran a Panamá? ¿Qué encuentran en el istmo que los hace irse
casi en estampida aérea hacia la tierra del canal?
Prensa.
Estimulo.com.
La
cinta costera es un malecón que bordea la congestionada avenida Balboa de la
capital del Istmo. Los sábados y domingo la gente se reúne en ese lugar para
compartir, patinar, andar bicicleta o simplemente sentarse a observar el océano
Pacífico.
Las
distintas culturas se mezclan en un solo lugar. Colombianos, panameños,
argentinos, españoles y por su puesto los venezolanos. Se distinguen de los
demás, muchas veces por la vestimenta. Camisa vinotinto, gorra con el tricolor
venezolano y el típico acento de “chamo o chama” por delante.
Y
es que en la cinta costera hasta arepas rellenas se consiguen entre los puestos
de vendedores informales que aprovechan la afluencia de personas.
En
el primer trimestre de 2015, el Servicio Nacional de Migración panameño otorgó
1.419 permisos de residencia a ciudadanos venezolanos. Siendo la nacionalidad
con mayor número de permisos en más de una década, seguido de colombianos con
576 documentos, y los españoles con 309 permisos.
¿Pero
qué hacen tantos venezolanos en Panamá?
El
Servicio Nacional de Migración, da algunas pistas. La mayoría de los permisos
otorgados a venezolanos fueron por tres modalidades: como extranjero
profesional, como inversionista y un alto porcentaje por doble nacionalidad.
En
Panamá hay una lista de carreras profesionales (ver anexo), que están limitadas
solo a ciudadanos naturales o nacionalizados. Si no se está dentro de esa
lista, se puede ingresar al país y solicitar visa como profesional
independiente que tiene un costo de entre 1.500 y 3.000 dólares dependiendo del
servicio y del abogado que se contrate o si el trámite se hace por si mismo.
El
periodismo es una de las carreras limitadas, sin embargo, muchos venezolanos
ingresan con el título de licenciatura en Comunicación Social y son aceptados
como profesionales independientes.
La
segunda modalidad es la de inversionistas. En Panamá se puede abrir una empresa
de un día para otro y en menos de una semana se tiene el registro de la
compañía. Las facilidades para hacer negocio son calificadas como una bondad
dentro del estudio Doing Business del Banco Mundial. Muchos venezolanos abren
un negocio con entre 5.000 y 10.000 dólares. Hay pequeñas franquicias de
helados, reposterías, talleres mecánicos, restaurantes, peluquerías, hasta
líneas de taxi administradas por venezolanos y empresas de alquiler de
vehículos.
Para
Antonia Hanna, ese fue el camino, abrir su propio negocio en Panamá. Esta
licenciada en Administración Comercial, nacida en Güigüe, estado Carabobo, y de
familia de emigrantes libaneses, decidió junto con su esposo, adquirir una
franquicia de crepes en España, y exportarla al istmo.
“Lo
más difícil de negociación con la franquicia, ya una vez en Panamá el proceso
para instalar la empresa fue expedito. Mi esposo diseñó y remodeló el local y
abrimos desde enero en uno de los hoteles nuevos que se inauguró en la zona
comercial de Obarrio, un lugar de clase media alta, donde acuden muchos
ejecutivos y hombres de negocio”, relata Hanna administraba desde hace dos
décadas, una reconocida boutique en Carabobo, pero la situación económica la
hizo explorar otros territorios para emprender.
“Panamá
da muchas oportunidades a los emigrantes, y hay que agradecerlo. Fue difícil
empezar de cero, pero en la vida hay que saber reinventarse. Yo llevo en la
sangre ser emigrante”, admite.
La
tercera opción es la de doble nacionalidad. Panamá tiene una lista de 22 países
amigos, cuyos ciudadanos pueden tramitar residencia, entre ellos España,
Italia, Argentina, Chile, Uruguay, Portugal, Alemania, Estados Unidos y
Francia. Muchos venezolanos tienen la doble nacionalidad por abuelos o padres
españoles, italianos y portugueses.
Es
el caso de Luis Romero, ingeniero agrónomo venezolano con nacionalidad
española. Su padre emigró de canarias a Venezuela en los años 50 y hace 4 años
decidió imitar la hazaña de su progenitor, pero hacia el istmo. “Entré como
español, y se tienen ciertas ventajas. El trámite es más rápido que hacerlo
como profesional venezolano”, comenta Romero, quien es uno de los cientos de
venezolanos que perdieron sus empleos por procesos de expropiación de empresas.
La
llegada de tantos venezolanos a Panamá no ha pasado desapercibida. Muchas
empresas transnacionales como P&G, Nestlé y AES tienen dentro de sus altos
gerentes y personal administrativo a ciudadanos de Venezuela. Los llamados,
expatriados son otra clase de emigrantes.
Llegaron
a Panamá empleados por empresas transnacionales y gozan de ciertos beneficios:
exoneración de impuestos, taquilla única para tramites expeditos y sueldos por
encima del promedio nacional de profesionales. La mayoría vive en Costa del
Este, una urbanización clase alta, diseñada especialmente para albergar a Sedes
de Empresas Multinacionales. La afluencia de ciudadanos venezolanos le ha
valido el sobrenombre de “CostaZuela”, al estilo de “DoralZuela” en Miami o
“WestonZuela”, también en la Florida.
La
oleada de ciudadanos caribeños a Panamá no parece detenerse. Hace una semana el
Servicio Nacional de Migración alertó que las carreras de ingeniería y
arquitectura, así como las técnicas relacionadas con esas profesiones estaban
limitadas. Sin embargo, todas las semanas, se registran nuevas solicitudes de
residencia.
“Mi
esposo es ingeniero en mantenimiento, llegamos hace un mes. Ya habíamos metido
todos los documentos en migración y ahora sale la medida que no aceptarán más
ingenieros, esperamos que pase nuestra solicitud sin inconvenientes. Pero a
Venezuela no regresamos”, confiesa Ludmila Loginow.
Por
ley los turistas pueden estar en territorio panameño por un máximo de 6 meses.
Hay ciudadanos que optan por salir de Panamá durante 3 a 5 días por ejemplo a
Costa Rica por carretera, o hacia Bogotá, Colombia, por avión, para volver a
sellar el pasaporte e ingresar como turista a territorio panameño y ganar otros
seis meses de tiempo, mientras reúnen el dinero para legalizarse.
“Yo
no tengo para gastar más de mil dólares en papeles. Me voy con 100 dólares a
Costa Rica un fin de semana y regreso con el pasaporte sellado el lunes.
Mientras ahorro dinero y trabajo en una peluquería”, relata Alexandro
Hernández, quien llegó a principios de 2014. En Venezuela se dedicaba a dar
clases y también trabajo como oficial de policía en Maracaibo, estado Zulia.
Se
han creado redes sociales para venezolanos. En instagram la cuenta
@venezolanosPTY por ejemplo, publica constantemente opciones de empleo y de
alojamiento para los emigrantes.
La
llamada “invasión” de venezolanos no se detiene, ya se siente y se hizo
escuchar con los cacerolazos en la capital panameña la noche del 10 de abril,
cuando el presidente Nicolás Maduro, arribó a la inauguración de la VII Cumbre
de las Américas.
Las
siguientes profesiones no pueden aplicar a residencia como profesional
independiente en Panamá:
1.
Enfermería.
2.
Barbería y cosmetología.
3.
Odontología.
4.
Ingeniería y Arquitectura.
5.
Ciencias agrícolas.
6.
Farmacia.
7.
Quiroprácticos.
8.
Nutrición.
9.
Medicina.
10.
Psicología.
11.
Asistente Médico.
12.
Contabilidad.
13.
Periodismo.
14.
Laboratoristas.
15.
Relaciones Públicas.
16.
Fonoaudiología y similares.
17.
Economía.
18.
Trabajo Social.
19.
Medicina Veterinaria.
20.
Fisioterapia.
21.
Radiología Médica.
22.
Derecho.
23.
Asistente Dental.
24.
Sociología.
25.
Química.