Prensa. Vía:
ingeniero.carlos@gmail.com
La
nueva moda de los grupos políticos en Venezuela y buena parte de América Latina
consiste en contratar los servicios de firmas especializadas para incidir
“artificialmente” en la opinión pública, a través de redes sociales. Una
práctica que sería perfectamente válida si partiera del manejo estratégico de
tales herramientas y no de una tendencia creada a través del uso de mecanismos
poco éticos, para hacer creer que la gente está hablando a favor de una
parcialidad política, cuando en realidad habla de otra cosa.
Un
detallado estudio, revelado durante el segundo trimestre de este año por el Instituto
Prensa y Sociedad (IPYS) confirmaba esta teoría, con sólidos argumentos basados
en metodología de investigación científica; y denunciaba además el uso de
fondos públicos del Estado para crear tales tendencias, como si el “cariño
virtual” también pudiera obtenerse con el desembolso de no pocas cantidades de
dólares.
Son
comunes al menos dos prácticas igual de reprochables pero distintas. Una, es la
de usar las herramientas de información de instituciones públicas; y otra es
pagarles a empresas especializadas para que con el uso de “cuentas falsas”
impulsen etiquetas hasta crear tendencias, logrando captar la atención de la
audiencia en regiones determinadas.
El
cuidadoso trabajo de IPYS, denominado: “El ejército calibre 2.0” estudió 65
cuentas institucionales de los Poderes Públicos en Twitter y mostró cómo fueron
promovidas 5 etiquetas durante mayo de este año, para impulsar al partido de
Gobierno, las primarias del PSUV y contenidos específicos de Nicolás Maduro.
El
estudio confirmó la “partidización” de entes institucionales al mostrar cómo
“decenas de cuentas de organismos oficiales, ministerios, dependencias,
empresas y medios estatales tuiteaban de manera articulada y sistemática para
posicionar etiquetas favorables a la gestión de Gobierno y al Partido
Socialista Unido de Venezuela”.
Lo
curioso es que no se trata de un caso excepcional sino de tendencias cada vez
más comunes –aunque ilegales- que cobran particular interés entre toldas
políticas y empresas de mercadeo y branding con exponencial crecimiento en la
red.
El
mecanismo es siempre el mismo: una vez elegida la plataforma digital, pagan por
las publicaciones en simultáneo, impulsan los temas y generan etiquetas para
que usuarios –en su mayoría electrónicos- compartan “argumentos en defensa de
‘la revolución’ bolivariana…” o de la marca que se esté impulsando, según
constata el Instituto.
Una
réplica del caso de México
Una
situación similar ocurre en México, y un caso emblemático sucedió como
respuesta del Gobierno, cuando en septiembre de 2014, el anuncio de la
desaparición de 43 estudiantes generó profundo descontento que culminó en
fuertes protestas en todo el territorio nacional azteca.
Pero
la utilización de robots en Twitter ya se venía registrando con fuerza en el
manejo artificial de campañas, y un caso concreto en ese país fue el que
ocurrió en las elecciones de 2012, cuando se utilizaron toneladas de cuentas
falsas para promover la candidatura del actual presidente, Enrique Peña Nieto,
según denunció en su momento, el conocido activista Alberto Escorcia. Una
práctica reiterada en Venezuela, de acuerdo con los informes de IPYS.
Ahora
bien, por qué invertir grandes sumas de dinero para hacer creer que cientos de
miles de tuiteros están hablando de los “logros del Comandante”, en vez de
permitir que se muestre en el trending topic la realidad: que la audiencia está
más pendiente del aniversario de Super Mario Bros, o del día de la arepa, de
protestas en Táchira o del juicio contra Leopoldo.
Tal
accionar político confirma el amplio temor que existe en las altas instancias
de Gobierno ante el irreversible y cada vez más creciente poder mediático de
las redes sociales, en un país donde éstas representan un desahogo “casi sin
censura”. A tal punto que los medios tradicionales, que solían dejar de lado a
sus amigas virtuales, ahora navegan en ellas para mostrar lo que “opinan las
redes sociales”, aunque en realidad son vitrinas de exposición mediática,
capaces de darle voz a todo ser pensante que se anime a postear desde su
comunidad algo que genere reacción (engagement) en su audiencia.
Sobre
estos temas, nuevas tendencias en estrategia comunicacional, mercadeo político
y branding corporativo hablaremos en nuestro taller interactivo, a dictarse el
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horario de 8am a 6pm… Los interesados en participar de esta excepcional
oportunidad de formación pueden comunicarse con el asesor de estrategia
comunicacional, Carlos Zapata (@zapatacar), a través del número telefónico 0424.7503837
o del correo electrónico: talleres.imapyc@gmail.com.
Fuente:
Carlos
A. Zapata C.
Asesor
de estrategia comunicacional
Coordinador
de Redes @GobiernodeSC