Prensa. EFE.
Venezuela
arranca mañana, viernes, la campaña electoral más reñida de su historia para
unas elecciones legislativas, en las que la oposición espera superar en puestos
en la Asamblea Nacional (AN) al chavismo, que desde hace casi 15 años tiene la
mayoría de sus 167 diputados. Los venezolanos escogerán 113 diputados de forma
nominal, otros 51 serán elegidos por lista de partido y otros tres en
representación de las comunidades indígenas.
En
los comicios están llamados a participar 19 millones de electores. Los dos
principales contendientes son el gobernante Partido Socialista Unido (PSUV) y
sus 31 partidos aliados, que integran conjuntamente el Gran Polo Patriótico
(GPP), y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), compuesta por una
veintena de organizaciones.
La
oposición pone su esperanza en estas elecciones confiada en varios estudios de
opinión publicados en los últimos meses que le dan un margen de victoria holgado
debido fundamentalmente a la crisis económica que atraviesa el país.
El
chavismo lanzará al ruedo varias de sus mejores fichas que aspiran al acta de
diputados, entre ellas, la primera dama venezolana, Cilia Flores, el actual
presidente de la AN, Diosdado Cabello, el excanciller Elías Jaua y el
medallista olímpico Rubén Limardo, además de varios exministros, cantantes y
periodistas, algunos de ellos de escasa trayectoria en la política.
Cabello
asegura que en estas elecciones los venezolanos se están “jugando la patria” y
el presidente Nicolás Maduro ha pedido a sus seguidores ganar las elecciones
“como sea”. La MUD ha hecho lo propio con una lista de experimentados actores
de la política venezolana, varios de ellos líderes de los partidos políticos, actuales
diputados, y también a la primera candidata transexual del país, la activista
Tamara Adrían.
Entre
otros, aspiran a ser o repetir como diputados el secretario general de Acción
Democrática (AD), Henry Ramos Allup, el coordinador de Primero Justicia (PJ),
Julio Borges, la vicepresidenta de Un Nuevo Tiempo (UNT), Delsa Solorzano, o el
coordinador nacional encargado de Voluntad Popular (VP), Freddy Guevara.
La
opositora María Corina Machado no ha podido presentarse al estar inhabilitada
por la justicia, que la desposeyó de su condición de parlamentaria en la
anterior legislatura tras presentarse ante la Organización de Estados
Americanos (OEA) en representación de Panamá.
Actualmente,
el oficialismo tiene 101 diputados, tres de ellos opositores que se sumaron en
los últimos dos años al chavismo luego de separarse de la MUD por distintas
razones, y que en estos comicios se presentarán con la lista de la tarjeta
roja.
Las
del 6 de diciembre serán las cuartas elecciones legislativas desde la llegada
de Hugo Chávez a la Presidencia (1999-20143). Hubo comicios parlamentarios en
2000, 2005, en los que gran parte de la oposición llamó a no votar, y 2010.
A
causa de lo sucedido en las presidenciales de 2013, cuyos resultados no fueron
aceptados por la oposición, Maduro ha propuesto para las legislativas del 6 de
diciembre un acuerdo por el que ambas partes se comprometan a respetar lo que
diga el escrutinio oficial.
Sin
embargo, la oposición ha rechazado firmarlo al entender que no recoge las
propuestas que ellos consideraban importantes, como la de impedir el
“ventajismo electoral” del oficialismo a través del uso de recursos del Estado.
El presidente pidió además a sus partidarios la creación del llamado “Comando
Antigolpe”, como una forma de estar preparados “ante cualquier intento de la
derecha por generar caos y violencia”.
La
cuestión de la observación electoral ha generado igualmente polémica en estos
comicios, ya que la oposición demandó que acudieran misiones de la Organización
de Estados Americanos, la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas. El
Consejo Nacional Electoral (CNE) desestimó estas peticiones y finalmente será
una misión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) la que, tras la
polémica en torno al cabeza de la delegación, supervise las votaciones.
Una
delegación del Parlamento europeo presidida por el eurodiputado español Ramón
Jáuregui, que visitó el país la semana pasada, demandó también poder estar
presente en los comicios. Jáuregui consideró que en Venezuela “no hay fraude”
electoral pero aseguró que el oficialismo tiene “muchas más ventajas” que la
oposición por el uso de los medios públicos y otras prácticas.
El
nuevo Parlamento se constituirá el 5 de enero, cuando se elegirá a sus órganos
directivos y a su presidente, para lo que se requiere la mayoría simple. Si la
oposición consiguiera la mayoría simple podría también censurar a ministros,
autorizar los viajes del presidente así como acordar que los tribunales le
puedan juzgar.