El arzobispo de
Caracas insistió en que las parlamentarias deben ser “un paso adelante en la
consolidación de la democracia”.
Prensa. EFE.
El
arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, instó este miércoles a todos
los actores políticos a respetar los resultados de las elecciones legislativas
del 6 de diciembre y, en especial, al presidente del país, Nicolás Maduro. “Maduro
debe ser el primero en respetar las leyes y dejar de hacer el llamado a la
calle a protestar o a rechazar los resultados de las elecciones
parlamentarias”, dijo en rueda de prensa la máxima autoridad de la Iglesia
católica en Venezuela.
El
jefe del Estado llamó la semana pasada a “defender la patria”, mientras que el
presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, auguró que, si el
chavismo no obtiene la mayoría en el parlamento, habrá “un conflicto de
poderes” ya que Maduro “no se va a dejar”. El cardenal afirmó que “sugerir
tomar las calles es intolerable” y “debe ser castigado” y señaló que los
dirigentes políticos y los funcionarios del Estado “deben hacer un llamado a la
paz”.
Asimismo,
recordó la “necesidad de que el Plan República y la Fuerza Armada Nacional
(FAN) garanticen la tranquilidad, la convivencia y la no violencia absoluta
antes, durante y después del día de las elecciones”. El Arzobispado de Caracas
ha decidido celebrar una jornada de oración en todo el país el sábado 28 y
domingo 29 de noviembre “para orar por los conflictos y su resolución de manera
pacífica y democrática”.
Urosa
insistió en que las parlamentarias deben ser “un paso adelante en la
consolidación de la democracia”. Además, manifestó su preocupación por la
postulación al parlamento de “una persona que promueve abiertamente la
legalización del aborto”, en referencia a la candidata opositora por el
municipio Libertador de la capital, Tamara Adrián.
Adrián,
la primera candidata transgénero de Venezuela, del partido Voluntad Popular
(VP), ha dicho que se considera “una piedra en el zapato” para quienes evaden
los temas del aborto y el matrimonio igualitario, que, asegura, serían “un
avance para las minorías”. “El aborto provocado es un crimen abominable, así lo
define la Iglesia (…) porque se trata de asesinar, matar a sangre fría a un
niño en el vientre de su madre, a un ser inocente”, consideró el cardenal.