Delegaciones de
Estados Unidos y Cuba discutieron este lunes en Washington la aplicación de
acuerdos migratorios y medidas para combatir el tráfico de personas, aunque sin
alcanzar mayores acuerdos, informó la embajada cubana en una nota oficial.
Prensa. AFP
La
agenda de la reunión de alto nivel se concentró en el cumplimiento “de los
acuerdos vigentes” en temas como emisión de visas para emigrantes y visitas
temporales, así como acciones de las dos partes para “enfrentar la emigración
ilegal, el contrabando de personas” y el fraude de documentos.
De
acuerdo con la embajada, en la reunión la parte cubana expresó su “profunda
preocupación” por el “manejo politizado del tema migratorio con respecto a
Cuba” por parte de las autoridades estadounidenses.
En
especial, la delegación se refirió a la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano (de
1966) y de la política de “pies secos y pies mojados”, que brindan ventajas
migratorias a los cubanos que logren llegar a territorio estadounidense.
Sin
embargo, la nota diplomática señaló que “la delegación estadounidense
transmitió que su gobierno no tiene la intención de hacer cambios en la
política migratoria que se aplica a los ciudadanos cubanos”.
Para
la parte cubana, esas políticas “entorpecen la normalización” de las relaciones
migratorias bilaterales, y “generan problemas a otros países de la región”.
Cerca
de 3.000 ciudadanos cubanos están varados en la zona norte de Costa Rica, en su
mayoría en albergues improvisados, con visas temporales en espera de que
encuentren una salida para continuar su marcha a Estados Unidos.
La
presencia de ese grupo de cubanos desató una crisis diplomática entre Costa
Rica y el vecino Nicaragua, al tiempo que motivó una reunión en El Salvador de
cancilleres de Centroamérica, México, Colombia y Ecuador para discutir la
cuestión.
En
la jornada, una portavoz del Departamento de Estado dijo que Estados Unidos se
proponía impulsar en la reunión una discusión sobre la forma en que los países
“pueden contribuir a combatir el contrabando de personas que se aprovecha de
los inmigrantes cubanos”.
La
portavoz Elizabeth Trudeau añadió que en la visión de Washington los gobiernos
tienen el “derecho soberano” de retornar a sus países de origen a migrantes
“que no tienen un pedido válido de asilo ni base legal para permanecer en un
país”. Este lunes, Cuba invitó a la parte estadounidense a mantener una nueva
ronda de discusiones sobre cuestiones migratorias en La Habana en el primer
semestre de 2016.