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LAYLA
CALDERÓN @laycalderon
Las
parlamentarias del 6 de diciembre contaron con una participación del 74,56% del
electorado, donde “la manito del cambio” triunfó sobre la imagen de Hugo
Chávez. La oposición y el chavismo se valieron de diversas herramientas para
impulsar una campaña electoral histórica en Venezuela, caracterizada por la
revelación temprana de encuestas, la entrega acelerada de viviendas y un
segundo “Dakazo” económico.
Las
parlamentarias del 6 de diciembre contaron con una participación del 74,56% del
electorado, donde “la manito del cambio” triunfó sobre la imagen de Hugo Chávez
para alcanzar la mayoría calificada en la Asamblea Nacional (AN).
LA
OPOSICIÓN
La
manito
“Abajo,
a la izquierda, en la esquina, la de la manito” fue una campaña que caló en los
seguidores opositores. La canción se volvió pegajosa y su tumbao se hizo
escuchar en emisoras radiales y en los cierres de campaña de dirigentes de la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
“¡No
te confundas!, Venezuela quiere Unidad”, fue uno de los lemas de la alianza. Ni
la campaña del gobierno que intentó “clonar” los símbolos de la Unidad, logró
confundir en el tarjetón al elector que decidió optar por un “cambio”.
Encuestas
acertaron
La
MUD presentó resultados de sondeos realizados por Consultores 21, Datanálisis,
Venebarómetro, More Consulting e Hinterlaces que revelaban que el chavismo no
obtendría una mayoría en el Parlamento.
Pero
faltando un mes para las legislativas en el país, el presidente Nicolás Maduro
desestimó el posible triunfo opositor: “Burgueses, oligarcas, vayan a las
calles para que ustedes vean la verdadera encuesta”, dijo durante un acto.
Diosdado
Cabello también se valió de su “mazo” para contradecir los números, durante su
espacio televisivo: “Las encuestas arrojan que la derecha pierde el 6D”,
señaló.
Información
en directo
Debido
a la falta de espacios comunicacionales, los medios digitales y algunas
herramientas de redes sociales como Twitter y Facebook fueron los grandes
protagonistas para transmitir información durante la campaña electoral.
Los
candidatos opositores se apalancaron de Periscope para difundir declaraciones y
ruedas de prensa en vivo.
Para
darle cobertura a las legislativas, la oposición también activó un canal en
Internet llamado “Sala de prensa” e invitó a seguirlo en directo desde Youtube,
donde se podían seguir las incidencias del proceso electoral. El espacio
ofrecía entrevistas e instructivos sobre cómo votar y “cuidar” el sufragio.
La
paz de Tintori
Como
símbolo de oposición, Lilian Tintori fue una figura clave para transmitir un
mensaje de “paz, reconciliación y tranquilidad” e invitar a la ciudadanía a
votar para concretar la liberación de los presos políticos. “Vamos por
ustedes”, fueron sus primeras declaraciones tras conocer el triunfo opositor.
Como
esposa del dirigente Leopoldo López, Tintori siempre hizo énfasis en el voto
como herramienta para definir el destino del país. Su lazo con la comunidad
internacional, para resolver la crisis en el país, también fue primordial
durante la fase preelectoral.
Fue
testigo y estuvo “a metros” de uno de los hechos que tiñó de violencia la
campaña opositora: El asesinato del dirigente de Acción Democrática (AD), Luis
Manuel Díaz.
Testigos
y movilizadores
La
oposición se blindó con testigos de mesa y animó a los ciudadanos a ser
movilizadores del voto, hasta el último momento.
Freddy
Guevara pidió a los seguidores que, una vez que ejercieran su derecho,
revisaran su comando familiar y verificaran quién votó y quién no: “Que cada
uno de nosotros se convierta en un movilizador”, recomendó.
Jesús
“Chúo” Torrealba también resaltó la importancia de crear organizaciones
comunales que garantizaran que todo el mundo votara y apoyara la red de
testigos y miembros de mesa. María Corina Machado afirmó que ellos defenderían
el ejercicio de la soberanía.
Voto
“blindado”
Algunos
seguidores de oposición que invitaban a la gente a no votar, por la supuesta
falta de credibilidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), se vieron
“derrotados” a través de la vocería de algunos dirigentes que insistían que el
voto era secreto.
Incluso,
la presidenta del Poder Electoral, Tibisay Lucena, hizo énfasis en este
aspecto: “La huella es única e irrepetible. Cada voto está blindado”, dijo dos
días antes de las elecciones.
En
las últimas presidenciales, la diferencia de apenas 1,77% entre Nicolás Maduro
y Henrique Capriles fue un aspecto que revivió el “fantasma del fraude” en
algunos opositores. Sin embargo, mucha gente no creyó esta vez en esta
suposición.
EL
CHAVISMO
OLP:
“Show electorero”
El
gobierno nacional creó la Operación para la Liberación del Pueblo (OLP), un
operativo policial y militar considerado por el abogado Luis Izquiel como un
“show electorero”. El plan inició en la Cota 905, Ciudad Betania y Ciudad
Tiuna, en Caracas, y se fue desplegando a lo largo y ancho del territorio
nacional.
El
abogado criminalista Fermín Mármol García aseguró que el operativo era una
“medida de demostración de poder”, la cual consideró de “efectista más no
efectiva”.
A
mediados de septiembre, el ministro Gustavo González López dijo que esta
ofensiva llevaba 1.574 detenidos y 87 bandas desarticuladas. Poco a poco, el operativo
fue “bajando la guardia” y perdiendo importancia, incluso para los
oficialistas.
Viviendas
“apuradas”
El
mandatario nacional aceleró la entrega de viviendas, faltando pocos días para
el 6 de diciembre. A principios del mes pasado, Maduro prometió que se cortaría
su bigote si no lograba cumplir la meta de un millón de viviendas construidas
en el 2015. Dos días antes de las elecciones, el gobierno hizo entrega del
urbanismo 900.000, afirmando haber culminado 100.000 unidades en tan solo tres
semanas.
El
presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Carlos González, aseguró que
llegar al millón de viviendas en 2015 implicaría entregar más de un Caricuao
semanal.
Otro
“Dakazo”
A
finales de octubre, el Jefe de Estado ordenó nuevamente a las tiendas vender
todos los productos “a precios justos”. A
pesar de que muchos comercios ofrecían descuentos de 10%, 30% y hasta 50%, la
desolación caracterizó lo que fue considerado por muchos como otro “Dakazo”.
Inspectores
de la Sundde visitaron los centros comerciales colocando avisos en sus
vidrieras que notificaban las rebajas. A los pocos días, el gobierno fijó el
precio justo del cartón de huevos en Bs 420 y reguló los precios de los
distintos cortes de carne porcina.
Según
Jorge Arreaza, un pernil que se vendía hasta en Bs 1.600 ahora costaría Bs 585.
Esta estrategia económica tampoco logró aumentar la intención de voto de los
chavistas.
“Cuñas”
oficialistas
El
Poder Electoral no puso freno a la utilización, por parte del oficialismo, de
la señal abierta del canal del Estado y de otros medios televisivos para que
los candidatos chavistas “desfilaran” sus propuestas.
El
día del cierre de campaña, abanderados del Psuv participaron en una transmisión
conjunta de Televen, Venevisión, VTV y Globovisión, sin que el CNE se
pronunciara al respecto. “Chúo” Torrealba denunció que el canal Globovisión
había sacado del aire las cuñas de la Unidad por una supuesta orden del
gobierno.
El
presidente Nicolás Maduro también llegó a pedir “la mayor lealtad al legado de
Hugo Chávez”, antes de los comicios, durante un acto cubierto por todo el
sistema de medios estatales.
Chávez
y sus ojitos
La
campaña oficialista centró su atención en la figura del exmandatario fallecido.
“El 6 de diciembre gana Chávez”, repitió más de una vez algún candidato rojito.
Accesorios
como camisas y lentes, que hacían alusión a los ojos del líder revolucionario,
adornaron las concentraciones, cierres de campaña e incluso una tablilla
ubicada en el estrado de Diosdado Cabello, durante una sesión ordinaria en el
Parlamento.
“Vamos
con la fuerza de Chávez a ganar otra vez, con el pueblo y el 1×10″, dijo Maduro
a pocos días de los comicios. Nada de eso sirvió.
Motorizados
y puntos rojos
El
día de las elecciones, en el centro de votación más grande de país, el Liceo
Andrés Bello de Caracas, los ánimos estuvieron caldeados por un grupo de
motorizados que rondó el lugar con actitud amenazante.
Algunos
electores también denunciaron la existencia de puntos rojos ubicados a pocos
metros de los centros. Sin embargo, Arreaza ratificó no haberlos visto y aclaró
que eran solo “puntos de información”.
El
amedrentamiento y los toldos “rojos rojitos” tampoco funcionaron, al menos esta
vez…