Miembros del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC),
aguardan en las inmediaciones del edificio Manfredir donde hubo enfrentamientos
con supuestos delincuentes hoy, martes 7 de octubre del 2014, en Caracas
(Venezuela). El director de la policía científica de Venezuela (CICPC), José
Sierralta, informó hoy de la muerte de cinco supuestos delincuentes durante un
enfrentamiento con este cuerpo de seguridad, un suceso que se produjo durante
un allanamiento a un edificio en el que operaba una presunta organización
chavista-
Prensa. EFE.
Las
bandas de delincuentes en Venezuela han asesinado en lo que va de año a 45
policías de los diferentes cuerpos de seguridad del Estado en Caracas. Sus
motivos tienen que ver con el robo del armamento oficial y el prestigio que se
gana al eliminar a un funcionario.
Las
policías municipales, regionales, nacionales, militares y hasta la científica
han aportado nombres a la lista de caídos en lo que va de 2015 a manos de
delincuentes que, en varios casos, han usado incluso armas de guerra para
cometer los asesinatos. Una de las últimas muertes, que ha causado conmoción en
la opinión pública, es la de la funcionaria de la policía del municipio
caraqueño de Sucre Polisucre, Osmary Tavare, de 27 años, asesinada a las 8.00
hora local (12.30 GMT) en una calle del este de la ciudad.
El
suceso fue grabado por una cámara de seguridad de la zona en el que se puede
ver a una pareja de delincuentes que se trasladan en motocicleta y se dirigen
directamente al punto en el que se encuentra la funcionaria junto a su
compañero asignado y, sin mediar palabra, le disparan y le roban su arma. Su compañero trata de huir y otro delincuente
lo alcanza y lo golpea con el arma al no lograr dispararle.
“Osmary
estaba en bicicleta, porque estaba en una brigada ciclista, estaba con su
casco, su chaleco, con todo, con su compañero y pasó eso”, dijo a Efe el
alcalde de Sucre, Carlos Ocariz, quien informó de que cinco de los 45 caídos en
2015 pertenecen a Polisucre. “Necesitamos, el país completo necesita, una
emergencia nacional con el tema de la seguridad”, señala Ocariz, quien resalta
que, cuando un policía es asesinado, el resto de la ciudadanía se siente “absolutamente
indefensa” pues “si eso le hacen a la policía que está armada, que queda para
el resto”.
Según
el alcalde “se ha generado como un modus operandi entre las bandas delictivas
(por el) que matar a un policía da un estatus dentro de la banda”. Asimismo,
dice Ocariz, el delincuente, que muchas veces porta armas de guerra, aprovecha
al funcionario caído para robar su armamento y su motocicleta, un vehículo que
pueden vender entero o por partes.
“El
asesinato de los policías ha afectado a todos los cuerpos policiales,
independientemente de la ideología del gobernante al que pertenece ese cuerpo
de seguridad”, resalta el funcionario, que dice que el Ministerio de Interior,
la policía científica y la Fiscalía, deben dedicarse a investigar estos crímenes
y actuar en función de la “emergencia”.
“Las
policías municipales no tienen facultad investigativa”, recuerda. Ocariz,
además, coincide con el director de la policía regional del estado Miranda
(centro), Elisio Guzmán, que al referirse a los asesinatos de funcionarios
asegura que esto es algo “que va más allá del robo del armamento”. “Ciudadanía
indefensa ante ataques a policías por parte de delincuentes dotados con
armamento de guerra”, se queja Guzmán en su cuenta de Twitter.
La
Policía Nacional Bolivariana (PNB) también ha visto caer a varios de sus
agentes a manos de delincuentes en los últimos meses, incluyendo a un
funcionario que murió el 29 de marzo pasado después de que criminales le
lanzaran una granada fragmentaria, mientras que algunos de sus compañeros
resultaron heridos.
El
alcalde del municipio caraqueño de Chacao, Ramón Muchacho, informó en su cuenta
de Twitter el pasado día 15: “Anoche perdimos a otro de nuestros funcionarios,
otro Polichacao caído a manos de la delincuencia que nos desangra”, en
referencia a la muerte del oficial Daniel Serrano, asesinado para robarle el
arma y la moto.
“Nunca
había sido tan difícil ser policía en Venezuela”, agregó Muchacho. Fuentes del Ministerio de Interior y Justicia
confirmaron a Efe que el asesino de Serrano ya fue capturado y que la policía
científica y organismos públicos han activado un operativo especial para dar
con los criminales de policías. Según la organización no gubernamental
Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) durante 2014 Venezuela registró
24.980 muertes violentas, lo que supuso 82 asesinatos por cada 100.000
habitantes. Estas cifras dejaron al país caribeño con la segunda tasa de
homicidios más alta del mundo, solo superada por Honduras, con 104, según los
estudios presentados por la Organización Mundial de la Salud.