La
impunidad vuelve valientes a los cobardes y osados a los pusilánimes, y el día
en que cobardes y pusilánimes alcanzan el poder sus sucias babas lo aniquilan
todo.
VIDEO: AGÁRRATE
MARZO 08 DE 2016 CON ANGELA VERA LEFELD
–Alberto
Vázquez Figueroa
Tumeremo
es una ciudad ubicada en el municipio General Antonio Domingo Sifontes del
estado Bolívar, en Venezuela. La ciudad tiene como apodo: “La puerta a la
sabana”, porque la ciudad se ubica a muy pocos kilómetros de las sabanas más
grandes de Venezuela, al sur del estado. Cuenta con 50 mil habitantes, la
mayoría vive de la minería.
El
tema de la minería no es nuevo para quienes han gobernado desde hace 17 años y
tampoco para los habitantes de los sectores mineros. Cinco planes ha propuesto
el Ejecutivo para desalojar a los extractores ilegales. Todos sin éxito. Así lo
reseña el reportaje de Pableysa Ostos.
Hoy,
esta ciudad su historia de crímenes y poder entre organizaciones delictivas es
de nuevo noticia y estupor. Esta vez es de dolor, tragedia e incertidumbre que
hasta el momento da para mucho qué elucubrar, investigar, narrar y
denunciar. Desde el pasado 4 de marzo,
sus habitantes escucharon en la mañana detonaciones que venían de la mina
Atenas; este ruido con balas se le conoce como “bulla” que significa, por
tradición, el descubrimiento de oro y así lo celebran como especie de festejo.
Cuando esto sucede, mineros van en busca de trabajo.
Esta
vez consiguieron emboscada, acoso, secuestro y muerte por parte de una banda
liderada por ‘el Topo’ quien tiene nombre y apellido, Hendry Norberto Bonalde y
que por años se ha dedicado a la explotación ilícita del oro con anuencia de
cuerpos policiales, del gobernador del estado y con los Presidentes de esta
épica revolucionaria, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Para el país esto no es un
misterio, así lo han venido denunciando habitantes, políticos y Diputados de la
Asamblea Nacional.
No
es un misterio que en Venezuela todo corrupto se sabe vulnerable pero no le
importa y es por esta razón que para mantener su estatus y poder está en la
obligación de acabar con todo aquello que suponga una oferta de bien para
Venezuela que signifique vida, calidad y paz; nunca les interesó, solo con
vicios, sin principios fueron reclutando y formando series de organizaciones
delictivas a lo largo de este calvario de 17 años.
La
mentira como poder
Cinco
meses atrás el director de la policía del estado Bolívar (PEB), General Juvenal
Villega Torrealba, anunciaba que había sido capturado y estaría preso en la
cárcel de El Dorado. ¿Y entonces? ¿Está libre? Nos preguntamos los periodistas
ante lo que está sucediendo en Tumeremo.
A
esta hora de blackout informativo por parte de las autoridades estadales, de
Nicolás Maduro y hasta del Alto Mando Militar del país, los periodistas
acumulamos interrogantes para que haya un milagro y se dé el momento de
respuestas que conduzcan a esclarecer la verdad. Las lagunas mentirosas de esta
mafia valen la pena que nos las preguntemos, son interrogantes claves para
desmantelar al poder, ¿por qué estaba el Topo en la mina con su cara destapada
y llevaba un chaleco anti balas del CICPC si preso nos dijeron que estaba? ¿Qué
hacía con él agentes del Sebin y CICPC enfrentándose con otra banda que tomaba
la mina? ¿Qué relación guardan Rángel y Maduro con el Topo para que el viernes
lo acompañaran sus cuerpos policiales? Respuestas que irán tejiéndose mientras
escribo esta crónica.
Sin
medias tintas, llegó la hora que desde el gobernador, Maduro y ministro de la
Defensa contesten con franqueza, y no imiten el ejemplo de Rángel Gómez que dio
el sábado desmintiendo la matanza cuando informa que “no pasó nada y que es un
plan orquestado por la derecha”; así lo manifestó el sábado 5 de marzo en horas
de la tarde con una llamada telefónica
al canal de televisión al servicio de Miraflores.
La
verdad de los hechos
Como puede deducirse, las versiones concuerdan que habría sido el
Topo y sus secuaces quienes, luego de haber asesinado a los explotadores
artesanales de la mina, habrían cargado con los cadáveres en un camión de
volteo para esconderlos generando así la
protesta que comenzó con una tranca en la troncal 10 de Tumeremo por parte de
los familiares y pobladores, quienes continúan exigiendo al gobernador la entrega de los cuerpos. Todas las
informaciones, tanto de periodistas del estado, familiares e informantes,
coinciden que el número de víctimas fatales está entre 20 y 30 mineros.
Ante
tal hermetismo del Estado, un sobreviviente permitió al periodista Ricardo
Sánchez Silva el sábado 5 de marzo ser entrevistado vía telefónica con el fin
de conocer detalles y lograr armar este rompecabezas para despertar la
verdadera historia que sucedió y que el gobernador desmiente con curioso
descaro.
Hasta
este instante que leen la crónica, ninguna institución oficial ha confirmado
dato alguno sobre el enfrentamiento. Se conoció en horas de la mañana de ayer
lunes 7 de marzo que desde un hangar de la gobernación del estado Bolívar,
Rángel Gómez a las 10:30 de la mañana estaría dando una rueda de prensa.
Mientras, las familias exhortaban que se apersonara al lugar, diera la cara y
les entregue los cuerpos de mineros asesinados que luego fueron, como relatan
los informantes, descuartizados.
La
colega Pableysa Osto, quien cubre la fuente de suceso del estado Bolívar ha
venido reseñando desde el pasado viernes las noticias que se van generando
luego de “la bulla”. Expongo aquí su relato: “La mañana del viernes, la mayoría
de mineros que entraron a la Atenas, frente al fundo Kaballape en la carretera
entre Tumeremo y El Callao (al sur del estado Bolívar), regresaron a sus casas
luego de una nueva jornada en búsqueda de oro. La suerte, sin embargo, no fue
igual para todos”.
“Fue
como a las ocho de la mañana cuando se armó la bulla (como se conoce al
descubrimiento importante de un yacimiento de oro, generalmente de forma
superficial), y no fue como hasta las ocho de la noche que los dejaron salir a
los que quedaron vivos”, relata una fuente que por su seguridad prefirió
mantener su nombre en anonimato.
Por
la cercanía de la mina, muchos de los trabajadores acudían la mañana y al caer
la noche regresaban a sus casas. No obstante, ese día esa rutina cambió: 28
desaparecieron y sus familias exigen justicia. Los sobrevivientes aseguran que
a todo aquel que veían “nervioso o que intentaba huir” le disparaban.
Lo
que relatan algunos testigos es que en la entrada de dicha mina había una falsa
alcabala. Un hombre que jamás podría pasar desapercibido la atravesó. A este lo
identificaron como: “El Topo”, alias de Hendry Norberto Bonalde. Diferentes
fuentes aseguran que desde ese momento comenzó la pesadilla.
El
dato que el país sabe es que el Topo, tercer delincuente del estado Bolívar, no
estaba solo en Atenas, le acompañaban otros compañeros de su banda más cuerpos
policiales, algunos encapuchados y con chalecos antibalas. Muchos llevan
fusiles y AR-15.
Los
testigos que han declarado y que reservamos sus nombres por seguridad de ellos, no dudan en manifestar
que las víctimas fueron asesinadas y luego descuartizadas; que posteriormente,
los cadáveres fueron montados en un camión azul verdoso, y trasladados hasta el
sector del Nuevo Callao, liderado por el tal Bonalde. Cada sobreviviente que
iba llegando al pueblo de Tumeremo, con desespero, desgarrador miedo y dolor le informaban a familiares que sus hijos,
hermanos o sobrinos fueron fusilados. Por este motivo, es cuando la población
decide trancar la Troncal 10, que es la
entrada de Tumeremo, protesta que aún mantienen.
Largo
viacrucis
Desde
el sábado se apersonaron el alcalde del municipio Sifontes, Carlos Chancellor,
y el diputado de la Asamblea Nacional y ex alcalde de Piar, Américo De Grazia,
para escuchar a los manifestantes. De Grazia denunció la presunta masacre de al
menos 20 mineros en Las Villas de Atenas; además aseguró que tienen el
“testimonio de personas que fueron sobrevivientes de lo que sucedió en las
Villas del Sur”. Añadió que es una situación que se ha venido denunciando pero
que antes no tenían rostro ni nombre pero que hoy tienen padres y madres que
piden reclamar los cadáveres.
El
Diputado Américo De Grazia, en sus declaraciones, exhortó al ministro de la
Defensa a que “dé la cara al pueblo y que ponga orden en una situación de
anarquía donde ha prevalecido la muerte, aquí se trata de oro de sangre y esto debe
ser parado’.
Igualmente
el presidente de la Cámara de Comercio del municipio Sifontes, Erick Leiva,
rechazó la desaparición de mineros en el pueblo, afirmando que la impunidad
convirtió la minería artesanal en una actividad de muerte. Además confirmó el
paro del sector comercio, que se extenderá hasta el lunes en la tarde, no solo
para exigir la aparición de los mineros, sino el reforzamiento de la seguridad
para evitar que hechos como estos sigan repitiéndose en el municipio. Más
tarde, informó que continuará el paro de comercio hasta que los cuerpos de los
mineros y los que están desaparecidos aparezcan.
Otra
evidencia, fue la del exgobernador de Bolívar, Andrés Velásquez, quien calificó la masacre de 28 mineros del
estado Bolívar en manos de grupos armados que controlan las minas de oro de
“horror” y dijo que en Tumeremo no es la primera vez. Más pistas hay sobre lo que ocurrió en la
mina Atenas, contó el dueño de una finca que socorrió a varios mineros heridos
que se habían escapado de dicha mina.
Sin
respuesta hasta el momento
Pese
a que el régimen el domingo 6 de marzo comisionó a dos fiscales del Ministerio
Público para investigar, la respuesta para los parientes ha sido nula y lenta.
De hecho, uno de los mineros sobreviviente del tiroteo contó: “Les
propusimos ir con una comisión de civiles hasta la mina y tampoco quisieron”.
A
las 7:00 de la noche del domingo los familiares esperaban reunirse con las
comisiones que sobrevolaron la zona de Hoja Lata, donde sospechan podían estar
los desaparecidos, y también en Nuevo Callao, no asistieron ni tampoco les
dieron respuesta. Solo se supo por una fuente
del CICPC que habrían encontrado casquillos y camisas con sangre en
la mina Atenas.
A
esa hora también llegaron dos convoyes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)
para dispersarlos, sin embargo los protestantes aseguraron que no se moverán
hasta que aparezcan los mineros que estaban en Atenas.
En
pleno desarrollo, la mentira e injusticia
En
cualquier país del mundo, donde se denuncie la desaparición de 28 personas, y
estén muertas, un Presidente ya se hubiese pronunciado, ¿por qué Maduro no se
ha encadenado y repudiado tal abominable matanza? Para nadie es un secreto que
mafias armadas siembran terror en todas las minas de Bolívar. Es un territorio
donde solo el más fuerte vive. Impera el quítame tú para ponerme yo. ¡Terror y
horror se conjugan en Tumeremo!
Sigue
el silencio abrumando con dolor e implícitamente hace cómplice a Maduro y su
corte de la historia que he ido relatando en esta crónica que continuará. En
este instante a las 12:30 pm del lunes 7 de marzo, dio la rueda de prensa el
gobernador del estado y con cara limpia como “el topo” ha dicho: “No existe un
dato preciso en este caso más que 8 fotografías puestas en una pancarta en la
tranca de Tumeremo”. ¡Injusto!
La
consigna contra la impunidad crece, ya
ni siquiera desean que haya justicia. Familiares con esta nueva declaración del
gobernador dudan que la haya. Exigen que aparezcan los cuerpos de inmediato,
vivos o muertos.
A
la vista del mundo, sepan que este Estado delincuente de Venezuela, los muertos
de Tumeremo no le significan nada. Justicia es el clamor nacional. Si hay
pruebas gobernador, el sol amanecerá y usted tendrá que rendir cuentas en la
tierra o en algún paraje del cielo. La bulla sin tiros lo sorprenderá por ser
irresponsable, inhumano, alevoso y complaciente con esta mafia que tiene
consentida y ahora cobrando más vidas que hace doce años atrás.
No
solo Rángel Gómez tendrá que aclarar esta matanza sino Nicolás Maduro que ni
aparece para decir: “Hola estimados camaradas y camarados de Tumeremo, no se
preocupen tendrán justicia”.
Son
las 5:02 de la tarde del lunes 7 de marzo, continúa la protesta junto a la
entrada de Tumeremo. En las miradas de sus pobladores, solo hay alarma por lo
que afirmó el gobernador que lo sucedido el viernes en #Tumeremo fue un
enfrentamiento entre dos bandas y muertos no hay. ¿Y entonces, dónde están los
mineros que no han regresado a sus casas desde el viernes? Entre la lista, hay
mujeres, una está embarazada.
Ante
tal inmoralidad e indiferencia, la indignación y conmoción aumenta en el
poblado como una selva escabrosa, oscura e impenetrable. La Guardia Nacional
(GNB) ha llegado con prepotencia para dispersar la protesta y darla por terminada
como el cuento de “La Caperucita Roja”, colorín colorado este cuento se ha
acabado.
Anochece,
se pone la situación tensa. Tumeremo no va a dar su brazo a torcer hasta que
aparezcan los mineros aunque les hayan cortado la luz, quitado el internet y los
acosen para que regresen a sus casas.