Crónica.
Ruth del Salto. Ecuatoriana radicada en Colombia.
Padre busca desesperadamente bajo los
escombros a su mujer y sus hijos. Levanta las pesadas piedras de la casa que los
albergaba y grita sus nombres... Quedo atenta a esta dolorosa imagen que dura
segundos pero que me pareció interminable. El hombre espera escuchar:
"aquí estoy" pero ese eco no se da... La otra escena en cambio me
llena de esperanza. La cabeza de una mujer en medio de la ruinas, salió viva de
entre los escombros, ha permanecido más de 48 horas.
¿Que pasará por la mente de estos dos
personajes?. El uno sin duda está desolado, la otra en medio de todo,
agradecida, logró sobrevivir. Son las
dos imágenes del comienzo de una catástrofe que más allá de lo humano, se
produce en medio de una crisis económica severa por la caída de los precios de
crudo, principal producto de exportación del país. Rafael Correa ya cifra en 3
mil millones dólares las pérdidas por el fuerte sismo.
Lo del sábado fue desastroso, sigue y
seguirá siendo muy doloroso. Me encantaría estar como en mis mejores tiempos
periodísticos en el lugar de los hechos, reportando las necesidades, pero como
me dijo mi jefa: "en estado de embarazo es ir a buscar lo que no se te ha
perdido". En todo caso, debo rescatar del evento desafortunado, la
generosidad, organización y altruismo, esencia del ecuatoriano dentro y fuera
del país, con gente tan adorable y hospitalaria como son los manabitas.
Ya reportaba mi buena amiga y colega
Andrea Bernal; "sin tener, no dejan de ofrecer un vaso de agua o un
café". Los ecuatorianos alejados de todo cálculo egoísta, visión política,
de toda condición social y en distintas partes del mundo dan fe de un espíritu
solidario y una capacidad de respuesta ante el dolor humano. Cruz Roja, Cuerpo
de bomberos, Cámara de comercio, Embajadas, Centro de convenciones ,
parroquias, escuelas, empresas, medios de comunicación, patios y salas de casas
se han transformado en sedes de donativos.
Cientos de jóvenes ávidos de colaborar, todo ello es una muestra del
espíritu que siempre ha caracterizado a los de mi país. (Daniella Merino Andrés
Merino) También gente vecina ha sido estupenda. Los colombianos
particularmente.
Lamento mucho las pérdidas humanas. Lo
lamento de verdad.. Me duele la desesperación de los que en un laberinto sin
salida no encuentran a sus seres queridos. Ciudades turísticas que han vivido
de la pesca y el comercio y ahora están llenas de retro escavadoras. Los
cementerios en Pedernales, zona cero del terremoto, se han quedado sin espacio
para enterrar a los muertos. El inclemente sol hace que los olores de los que
están sepultados llenen de terror las cabezas de quienes han vivido y viven lo
peor. Me preocupa el hambre, más pobreza y más desempleo que se generará a
partir de ahora. Sin embargo me quedo con la fe de que la gente buena existe y
está dando y ayudando y mas que todo, que las oraciones por los ecuatorianos se
multiplican en todo el mundo.