Francisco
Martínez seguró que el mecanismo cambiario nuevo, de dos bandas "no ha
ayudado en nada"
Prensa.
Panaroma.
Desde su despacho en Caracas, el
presidente de Fedecámaras, el zuliano Francisco Martínez, reiteró que “el
sector empresarial no es el culpable, hoy por hoy, de la crisis”. “La gente que
está en cola lo sabe, estamos
intentando lo mejor”. Indicó que el
2016 será un año “complicado” y que el 2017 está también “comprometido”.
Aseguró que el mecanismo cambiario nuevo, de dos bandas, “no ha ayudado en
nada”.
—¿Cuál es el diagnóstico de Fedecámaras
sobre la economía del país, qué expresa el sector empresarial?
—Nos preocupa enormemente la situación
del país (...) Las empresas privadas se
han venido en un progresivo deterioro, de hecho hoy (el jueves) tenemos la
noticia que uno de los grupos empresariales más importantes de Venezuela (Polar)
está anunciando un cierre de su planta de cervecería (...)Vemos un 2016
complicado y está comprometido el 2017. El sector industrial está afectado; así
como también el primario que sufre por el tema de los agroquímicos y las
semillas. Las semillas de maíz blanco y amarillo han llegado en muy pocas
toneladas para poder atender la demanda. Está por perderse el ciclo de siembra
de invierno. El 2017 será un año dependiente de las importaciones. Por todos
lados está la crisis. El sector comercial no puede importar, ni comprar bienes
y servicios (...) No hay un sistema cambiario transparente y fluido que permita
a los sectores productivos adquirir divisas para comprar materia prima y así
levantar la producción y llenar los anaqueles.
—¿Y se han reunido con el Gobierno?
—No. Ningún grupo empresarial está
teniendo algún tipo de acceso al
Gobierno para, por lo menos, abordar técnicamente y de forma estructural los
problemas del país. Las pocas decisiones que se han tomado han sido tímidas,
con una progresividad lenta que no le da contundencia y eficacia a la situación
del país.
—¿Cuáles son esos temas que se han
abordado con el Gobierno?
—Hemos hablado del respeto a la
propiedad privada, eso no se cumple, además se ha sugerido un sistema económico
estable. Hay que reconocer que hay gente responsable de algunas instituciones
gremiales participando dentro del Consejo Económico Productivo como Tony
Pestana, (de Fedenaga), José Ricardo Álvarez, por los cañicultores; Maza Tirado
de la Asociación Bancaria, pero a pesar que hay gente seria del sector privado
allí, ellos no han sido escuchados y creemos que es verdad.
—El bachaqueo crece, ¿cómo frenar la
especulación?
—(...)Este mercado informal está
haciendo de las suyas. Estamos viendo una fórmula de lactancia materna que
cuesta quizás un poco más de Bs. 200 y la venden en Bs 12.000, eso es grave. La
única manera de resolver esto es con producción nacional y si eso no sucede
vamos a seguir teniendo unos mercados especulativos, corrompidos, que
benefician a muy pocos y perjudican al resto del país. El Gobierno sabe bien
que lo hace no está funcionando, debe tomar la ruta de la rectificación.
—Voceros del Gobierno han asegurado que se les
han otorgado millones de dólares a los privados...
—No están otorgando divisas. Puede ser
que se las estén dando a un pequeño grupo de empresas que tratan de responder por todo lo que es la
producción, la demanda de bienes y servicios.
Pero que no pueden atender a todo el país(...).
—¿Cómo están operando con el Dicom y el
Dipro?
—Eso no ha ayudado en nada, es más, no
han cambiado el sistema. Todavía tendrían que explicar algunas pérdidas patrimoniales que está teniendo el BCV. Si el
único que están transando y flotando en el Dicom es Pdvsa, de resto no hay otra
empresa que conozcamos en Fedecámaras que lo esté haciendo, entonces sucede que
Pdvsa le entrega los dólares al BCV en Bs. 346 que estuvo la tasa ayer (el
miércoles) y Dicom se voltea a Dipro y los dólares los transa a 13 bolívares.
Hay una pérdida patrimonial entre los 13 bolívares y los 346 (...).
—Fedecámaras se reunió con la Comisión
de Finanzas de la AN para analizar el proyecto de Ley para la producción
nacional. ¿Qué les pareció la propuesta?
—Nos parece interesante el llamado de la
AN que nos convocó a nosotros, a los sindicatos, trabajadores e instituciones
relacionadas con la protección a los consumidores. La ley para aumentar la
producción nacional, hasta el primer proyecto que ellos introdujeron, tiene
algunas deficiencias, aunque se pueden rescatar muchas cosas, poniéndoles las
sugerencias del sector empresarial, las del lado de los consumidores y trabajadores.
—¿Qué aspectos deben ajustarse en esta
propuesta de ley?
—Creemos que debe haber un abordaje de
la coyuntura actual, eso es lo principal. Tanto la AN como los sectores
productivos que pudiéramos intervenir en el diseño de esta ley convenimos que
debe ser así. El modelo actual tiene completamente contraído al aparato
productivo y necesitamos algo que permita
destrancar esa tubería o abrirle un poco el espacio para que los
procesos fluyan, sin perder el horizonte que es atender a mediano y largo plazo
las soluciones estructuralmente que tienen que ver con el aparato productivo.
Hemos dicho que mientras que no haya un
marco legal que fortalezca a las instituciones, a la actividad empresarial y
proteja los intereses de los trabajadores y los consumidores, las cosas no van
a cambiar. El gran reto va ser convencer al Gobierno de que hay otras maneras
de aumentar la producción para ver unos mejores niveles de abastecimiento.
—El Gobierno culpa al sector privado de
una guerra económica. ¿Usted qué opina?
—La gente que está en cola sabe que el sector privado, hoy por hoy, no
es el culpable de esta crisis. Estamos intentando lo mejor. El hecho, es
verdad, que existan algunos delincuentes, porque no se les puede llamar
empresarios, que están especulando con la necesidad del pueblo, pero no es el
sector empresarial formal.
—A qué estarían dispuestos los
empresarios para resolver la crisis. ¿Hasta el Vaticano está abogando por un
diálogo?
—A todo. Nuestro compromiso es con
Venezuela, no con ningún gobierno o partido. Tenemos nuestros intereses en el
país y le hemos apostado a Venezuela. Hemos invertido y tenemos esperanzas
positivas. Hay que cambiar en el modelo económico actual, no funciona (...) El
interior del país está sufriendo, desde hace tres años, de unos altos niveles
de escasez y desabastecimiento, además del racionamiento eléctrico. El Gobierno
trata de mantener a Caracas más protegida, pero las regiones como el Zulia,
Táchira, entre otras, han sido las más afectadas.