La presidenta
del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena confirmó este lunes que
los 24 estados del país cumplieron con el 1% de las firmas recogidas por la
Unidad para activar la primera etapa del Referendo Revocatorio.
Prensa. AFP.
“Los
24 estados cumplieron con el requisito del 1% de validación de manifestaciones
de voluntad y la certificación será extendida por secretaría”, dijo. Con estas declaraciones, la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) está habilitada para ejecutar el siguiente paso para el
mecanismo constitucional en 2 días hábiles, a fin de activar la recolección del
siguiente 20% de las voluntades del padrón electoral.
En
ese sentido indicó que del total, 98,4%
de registros coinciden mientras el 0,33% no corresponden”. Explicó que se
registraron 407.722 registros que fueron revisados de los cuales 399. 412 (98,04%) son coincidentes con la
base de datos y 1.326 (0,33%) de las huellas son no coincidentes. También
resultaron no comparados por mala calidad de huella 1,63% (6649), 441 registros
fueron repetidos y de estos excluyeron 243, 198 resultaron duplicados luego de
que electoras y electores intentaran registrarse más de una vez.
Lucena
indicó que el ente electoral aprobó que se haga un solo informe con las dos
fases realizadas durante este periodo: La recolección de las firmas y su
posterior verificación. También se va a incorporar las comunicaciones enviadas
por el Ministerio Público (MP) sobre presuntas irregularidades durante el
proceso de recolección de firmas.
Se
solicitó además al Ministerio Público investigar los 0,33% registros de las
huellas que no corresponden con las personas que dicen ser. Por último sostuvo
que más de 5 mil personas “solicitaron ser excluidos de la base de datos” y que
“continúan llegando solicitudes”.
Las
declaraciones las ofreció en una rueda de prensa que, en un principio, estuvo
pautada para las 04:00 pm de la tarde de este lunes y no fue sino alrededor de
las 07:00 de la noche cuando se efectuó el pronunciamiento.
Siguiente
paso
Como
se recordará, para revocar al presidente Nicolás Maduro se necesita más de los
7,5 millones de votos con los que fue elegido en 2013. Según la firma
Venebarómetro, 73,4% de los venezolanos reprueba su gestión y 64% de los
electores votaría por sacarlo del poder.
El
malestar aumentó en los últimos meses. Casi a diario ha habido protestas por
falta de comida, pues la escasez de alimentos y medicinas alcanza el 80%, y no
hay bolsillo que siga el ritmo de una inflación que fue de 180,9% en 2015 y
está proyectada por el FMI en 720% para 2016.
El
gobierno, que atribuye la crisis al desplome de los precios del petróleo y a
una “guerra económica” de empresarios, asegura que no habrá referendo este año.
Su última jugada fue una petición al CNE, la semana pasada, para que anule a la
MUD como actor político, acusándola de fraude en la recolección de las 200.000
firmas.
El
propio Maduro demandó por fraude a la MUD ante el Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ) -al que la oposición también acusa de servir al chavismo-, lo que se sumó
a miles de recursos legales interpuestos por el oficialismo. “La determinación
del pueblo es tan grande por el cambio que va a haber referendo. Lo que debe de
haber no es un revocatorio, sino un ‘revolcatorio'”, dijo el jefe de la bancada
opositora en el Parlamento, Julio Borges, quien espera un voto contundente
contra Maduro.
El
analista Benigno Alarcón advirtió que el CNE debe abrir “la válvula de escape”,
pues si no hay referendo revocatorio “la presión va a salir por otros medios”,
como un estallido social.
Un
campo minado
Para
analistas como Eugenio Martínez y José Ignacio Hernández, la petición de
ilegalidad contra la MUD es “improcedente”, pero reconocen que podría retrasar
el referendo, ya de por sí con el tiempo muy ajustado. Si las primeras 200.000
firmas son validadas, se pasará a una segunda etapa en la que la MUD debe
solicitar la fecha y puntos de recolección de cuatro millones de rúbricas, lo
que el CNE podría definir en dos semanas.
Una
vez recolectadas, habrá 15 días hábiles para contarlas y tres meses más para
organizar la consulta. El ambiente se enturbió aún más el pasado jueves, cuando
el Parlamento -de mayoría opositora- reincorporó a tres de sus diputados que la
justicia ordenó separar en enero mientras resolvía una acusación de fraude
electoral presentada por el chavismo.
Seis
meses después el caso no ha sido resuelto, por lo que la MUD los juramentó. No obstante,
el TSJ aseguró el domingo que aún recopila pruebas para dictar sentencia. Ante
la profundización de la crisis, una comisión de expresidentes liderada por el
español José Luis Rodríguez Zapatero impulsa un diálogo entre gobierno y
oposición.
Ocho
de cada diez venezolanos apoyan un diálogo, y más de la mitad cree prioritario
resolver la debacle económica, reveló el domingo una encuesta de Hinterlaces.
Pero el referendo es el principal obstáculo para que ambos bandos se sienten a
hablar.