El
libro escrito por ellos mismos y en su lengua Pano, no será compartido fuera de
las comunidades Matsés ni publicado en otros idiomas. Es un material didáctico
que esta nación de chamanes usará en la educación de sus hijos que aprenden a
leer y escribir en su idioma nativo. Contiene enseñanzas sobre cómo curar el
cuerpo y el alma usando medicinas.
Así
como los Pacahuara en el norte amazónico de Bolivia, los Matsés, más
meridionales, eran millones y su territorio era un solo bosque-continente
nutrido por los afluentes del Amazonas. Pertenecían a un país llamado Pano, su
familia lingüística. Las vertientes del idioma Pano son la prueba viviente de
que los pueblos amazónicos llegaron a estrechar contactos directos con los
incas en su frontera andina —de cuyos nevados nacen las primeras vertientes del
río Amazonas—, y es por eso que los Matsés (palabra pano que significa
“gente”), son conocidos también como “Mayu runas” (que en quechua quiere decir
“hombres del río”).
Antes
de la Guerra del Acre los Matsés fueron vecinos de los Pacahuara y compartían,
además de la misma lengua, sus sabeeres mágicos. En el siglo XX, los Pacahuara
tuvieron su último reducto en aislamiento voluntario ocupando el noreste de
Pando, alrededor de Cachuela Esperanza, pero fueron desterrados y exterminados
en dramáticas etapas: por los siringueros de Nicolás Suárez durante el auge de
la goma, por sicarios y paramilitares durante las dictaduras y por madereros
con influencias estatales en la democracia, incluyendo el actual régimen.
En
cambio sus parientes los Matsés pudieron huir a los montes altos donde el
bosque es más inaccesible, aislándose en un territorio que rompe fronteras
entre Brasil (Estado de Amazonas, vecino del Acre) y Perú (la gigante provincia
Loreto). Gracias a su aislamiento voluntario los Matsés mantienen sus
tradiciones y conocimientos sin mácula alguna, y entre sus 2.000 habitantes hay
un centenar de chamanes que son únicos en el planeta.
Primera
Enciclopedia escrita por chamanes
Aunque
están amenazados por una trasnacional canadiense que inició perforación de
pozos petroleros en su territorio, los Matsés resisten todo avasallamiento
fortaleciendo su identidad cultural.
Usando
una caña de tacuara, los hombres matsés soplan tabaco, o polvo de “nënë”, por
la nariz de los otros hombres para darles fuerza y energía. Asimismo, para
obtener valor y energía, y mejorar las habilidades de caza, tanto hombres como
mujeres utilizan un fluido antibiótico segregado por una especie de rana verde
conocida como “acaté” en Perú o “kambô” en el Brasil. Los hombres recolectan el fluido frotando la
piel de la rana con un palo. Luego se aplica en pequeños agujeros que se queman
en la piel del receptor. El mareo y las náuseas pronto dan paso a una sensación
de claridad y fuerza que puede durar varios días. Es una eficaz purificación
del cuerpo y del alma.
Estos
saberes mágicos, sumados a una mitología que la historia oral preservó
venciendo siglos, constituyen indudablemente un tesoro cultural de la
humanidad. Los Matsés están conscientes de ello y aceptaron la oferta de unos
buenos antropólogos peruanos para escribir, de mano propia y en su idioma Pano
originario, un libro de Medicina Natural conocido hoy como la “Enciclopedia
Matsés”.
Acaté,
el nombre peruano de aquella generosa rana verde que exuda la sustancia
antibiotica, fue adoptada por la organización científica que apoyó en la
edición del libro. “Los
chamanes describen cómo los animales del bosque están involucrados en la
historia natural de las plantas y se conectan con cada enfermedad”, explica
Christopher Herndon, presidente del grupo Acaté Conservación del Amazonas.
El
libro de 500 páginas —explican sus editores—, “marca la primera vez que los
chamanes de una tribu amazónica han creado una transcripción completa de sus
conocimientos de medicina, escritos en su propio lenguaje y con sus propias
palabras”. Cada
entrada de la enciclopedia incluye el nombre de la enfermedad, la descripción
de sus síntomas e indicaciones de qué planta usar para las preparaciones
terapéuticas.
“Los
insumos para las prácticas tradicionales provienen de los bosques y son una
alternativa renovable y gratuita para el tratamiento de enfermedades endémicas
como la leishmaniasis”, remarca Herndon. En
su elaboración intervinieron los chamanes o curanderos mayores de la etnia,
documentando las plantas y sus usos. Los jóvenes fueron responsables de
transcribir esos conocimientos y fotografiar las plantas.
Los
Matsés aceptaron transmitir sus conocimientos con la expresa condición de que
sea escrito y publicado en su lengua materna, como un modo de garantizar que
esa sabiduría medicinal no sea robada por trasnacionales o “investigadores” que
se apropian de aquellos secretos para patentarlos y lucrar sin escrúpulos. Sus
Derechos de Autor ya han sido registrados debidamente.
Pero
además la Enciclopedia Matsés permitirá compartir los conocimientos de los
viejos chamanes con sus jóvenes descendientes, muchos de ellos ya letrados
gracias a la educación bilingüe que rige en las comunidades indígenas de
Amazonia peruana y brasileña.
El
kambô (nombre en Brasil) o acaté (en Perú) es una rana cuya secreción natural
contiene una sustancia que actúa como poderoso energizante natural, capaz de
combatir y eliminar disturbios de salud en el ser humano, aumentando la
eficiencia del sistema inmunológico. Los chamanes lo utilizan para prevenir y
curar las enfermedades, y también como revitalizante físico.
En
la obtención de la sustancia que posee, la rana no es herida; el colector ora
palabras mágicas pidiendo al espíritu amigo del kambô que traiga la cura. Espontáneamente
el acaté suelta la sustancia medicinal, después de la colecta la rana será
dejada en el mismo árbol en donde se la encontró.
El
bosque como farmacia
Los
curanderos matsés tienen una profunda comprensión de cómo se pueden utilizar
las plantas de la selva para curar enfermedades. Para los Matsés, las plantas y
los animales tienen espíritus al igual que los humanos, y pueden dañar o sanar
un cuerpo humano.
Un
curandero identificará la causa de la enfermedad de su paciente y la tratará
con su respectiva planta medicinal. Un dolor de garganta, por ejemplo, puede
estar causado por haber comido carne de mono aullador, y se puede tratar con
una planta que se parece a la laringe del mono.
Desde
que han sido contactados con la “civilización”, los matsés han sufrido graves
enfermedades, especialmente malaria y otras dolencias introducidas y que sus
plantas medicinales no pueden curar.