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Ni el inclemente frío de la madrugada,
ni el incandescente sol que despuntó antes de las 8:00 de la mañana, impidieron
que Julio Ramírez acudiera al banco este miércoles, cuando se cumplían las 48
horas de las 72 anunciadas por el Gobierno nacional para el canje de billetes
de 100 bolívares en la banca pública y privada.
Ramírez tiene un puesto de perros
calientes, donde vende un combo tiene en 800 bolívares, y la semana pasada no
fue a depositar la ganancia obtenida de sus ventas porque necesitaba volver a
invertir en la materia prima. No obstante, no se esperaba la medida anunciada
por el Presidente de sacar de circulación el billete -hasta ahora- de más alta
denominación.
“Me quedé con un montón de billetes de
100 y el lunes, cuando fui a comprar las salchichas y el pan, no me los
quisieron recibir. Ayer (martes) me dediqué a trabajar y le acepté los billetes
a todo el mundo. Vendí perros como no había vendido nunca, la gente estaba
buscando negocios para gastarlos y la mayoría no los aceptaba”, dijo.
De manera que el puesto de comida rápida
de Ramírez -ubicado en el centro de la ciudad- colapsó de comensales y para el
joven comerciante no fue un problema recibir los billetes que saldrán de
circulación, ya que se dedicó este miércoles a hacer la cola en el banco para
depositar sus ganancias.
Como él, cientos de personas se
apostaron desde muy temprano -incluso algunas desde la noche anterior- en las
instituciones financieras para no perder el dinero que habían reunido en
efectivo, por una razón u otra. Por ejemplo, José Pérez, de profesión zapatero,
insistió en que había ido a varios establecimientos a comprarse ropa y/o
zapatos; daba igual lo que fuese, con tal de no perder sus ahorros.
“Yo cobro en efectivo, no manejo eso de
transferencias, y mucho menos tengo punto de venta. Y no soy el único, hay
muchos lados donde te piden efectivo para cancelar un bien o servicio. Pues
tenía el dinero guardado en mi casa y con esta loquera, pues decidí gastarlo.
Pero, qué sorpresa, nadie me lo quería recibir y me tocó venir al banco, para
no quedarme sin nada”, dijo.
“El vaivén de los pensionados”
La historia de los pensionados es más
irónica, porque estuvieron desde hace 10 días intentando sacar el dinero en
efectivo, haciendo hasta tres y cuatro operaciones en los cajeros automáticos o
taquillas, y ahora están de vuelta en los bancos tratando de depositar el mismo
dinero que días antes habían logrado retirar.
“Esto es una burla, nos hacen sacar la
plata del banco, porque en muchos lugares te piden efectivo, sobre todo para
comprar alimentos, y después anuncian esta medida para el canje de billetes y
solo dan tres días. Nos tienen como burros, de un lado para otro, sin
compadecerse de nuestra edad, afecciones o incapacidades”, comentó muy molesta
Virginia Suárez.
La docente jubilada se encontraba en una
agencia de la banca privada en el centro de la ciudad, donde confluían las
colas de tres entidades financieras. Su historia se repetía en las de otros
centenares de pensionados que madrugaron para hacer sus respectivos depósitos.
En algunos bancos había cola
preferencial para los adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con
discapacidad; inclusive, al abrir el banco los pasaron de primeros, sin
inconvenientes. Sin embargo, en otras entidades había una sola hilera para
todos los tarjetahabientes.
Además las personas denunciaron que
había prioridad para quienes llegaban con maletas y cajas repletas de efectivo
e ingresaban -con anuencia de los vigilantes- derechito a la agencia y sin
importar la larga fila. Precisaron el caso de los dueños de comercios asiáticos
y de efectivos militares.
En ese sentido, fue común observar gente
cargando morrales, mochilas, bultos, bolsas, koalas, maletines y demás objetos
que permitieran el traslado de los billetes.
Y mientras tanto…
Otra singularidad de las colas para
depositar el dinero fue la forma de distracción que buscaron los
tarjetahabientes. La más habitual fue la de armar tertulia con los vecinos de
la fila -algunos despotricaban del Gobierno-, pero para muchos la lectura
resultó ser una buena alternativa.
Y es que en medio del ruido propio de la
calle, las cornetas de los vehículos y la gente conversando, había señores y
jóvenes con libro en la mano, sentados en el piso o acera, como en una especie
de burbuja ajena a su entorno; a menos que corriera la fila. En diferentes
agencias se logró observar ese panorama. La mayoría hacía lectura de los
periódicos e incluso los intercambiaban, y unos pocos libros de su preferencia.
Valga recordar que el presidente Nicolás
Maduro anunció, el pasado domingo, que el billete de 100 bolívares saldría de
circulación en 72 horas, para así “golpear” a las supuestas mafias que
contrabandean el papel moneda del país. Dicho plazo comenzó a correr desde este
martes 13 de diciembre, cuando se oficializó la medida en Gaceta, y finaliza
hoy jueves 15.
Mariana Contreras