Prensa. soldepando.com
El pasado mes de septiembre fue
publicado un extenso reportaje realizado por académicos de la Escuela Superior
de Propaganda y Marketing de Rio de Janeiro, a manera de tesis para un
Postgrado en Periodismo de Investigación. El informe titulado “Sonhos roubados
para exploração sexual na Bolívia“, aborda de manera puntual y específica el
tráfico de mujeres del Estado do Acre hacia Bolivia, menores de edad en muchos
casos. Ellas son transportadas desde la capital acreana, Rio Branco, hacia La
Paz, vía Cobija, para ser prostituidas en nuestro país, una vez que los
proxenetas bolivianos les convencen de que ganarán mucho dinero con sólo
trabajar como niñeras (“babás“) o camareras. Pero una vez instaladas en
territorio boliviano surgen “nuevas cláusulas” en los contratos no escritos.
Resulta que las muchachas deben pagar a sus “empresarios” por los gastos de
transporte aéreo, documentos de residencia, así como su alimentación,
vestimenta y vivienda, costos que inicialmente son cubiertos por los proxenetas
pero implican un endeudamiento que obliga a las mujeres generar ingresos
vendiendo su cuerpo, prostituyéndose, o finalmente traficando y vendiendo
cocaína.
En Rio Branco, activistas estaduales se
movilizaron a fines de julio respaldando la campaña mundial “Corazón Azul” de
la ONU, en lucha contra el Tráfico de Personas que ahora es de una preocupación
social muy importante en la capital del Estado do Acre.
La ruta del Acre a Bolivia, pasando por
Pando, fue reconstruida por los autores del estudio siguiendo los pasos de una
joven de Rio Branco que había sido llevada a Bolivia a sus 14 años, en el 2007,
para padecer esclavitud sexual durante ocho años. Retornó a Rio Branco en
septiembre del año pasado y su relato sobre los infames abusos que sufrió junto
a otras dos adolescentes es conmovedor.
“Convidadas por uma amiga que já estava
vivendo naquele país, as jovens embarcaram em um táxi e deixaram a cidade de
Rio Branco, no Acre, rumo à Bolívia, onde tinham esperança de realizar o sonho
de iniciar a carreira de modelo. Elas não sabiam que acabariam fazendo parte de
uma rede de tráfico de pessoas e sendo exploradas sexualmente em uma boate, na
cidade de La Paz”, afirma el estudio.
Los datos que ofreció en dicho reportaje
el activista y promotor de los Derechos Humanos Fabio Fabricio Silva, actual
Director de Protección Social Especial de la Prefeitura (Alcaldía) de Rio
Branco, revelan una rutina ruin cada vez más visible en la sociedad acreana:
Fabio Fabricio Silva, Director de
Protección Social Especial del Sistema Único de Asistencia Social (SUAS) de la
Prefeitura (Alcaldía) de Rio Branco. | Foto Sol de Pando
“A informação é sempre a mesma” —remarcó
Fabio Fabricio—. “Alguém do bairro disse que havia possibilidade de fazer
dinheiro na Bolívia, de trabalhar como babá, ou camareira no motel. Chegou lá e
não era muito isso. Era para trabalhar em prostíbulos. Algumas ficam em
situação de mendicância na cidade de Cobija, que faz fronteira com Brasiléia.
Algumas chegaram aqui psicologicamente abaladíssimas. Outras com sequelas
físicas, doenças sexualmente transmissíveis. Algumas até sabiam que iam para
prostituição, mas não achavam que seria tão perverso. Quem vai para lá, tem que
pagar uma taxa de permanência, como se fosse uma diária. E uma parte
considerável do que ganham, cerca de 70%, têm que deixar com o cafetão porque
não podem sair do território”.
Para Nilson Mora Leite Mourão,
Secretario de Justicia y Derechos Humanos del Estado do Acre, el Tráfico de
Personas con fines de Explotación Sexual “é uma realidade no Acre”. El
funcionario estadual pone de relieve la vulnerabilidad de muchachas que caen en
estas redes mafiosas como efecto de una crisis que está desarticulando los
nexos familiares en la sociedad brasileña.
El caso emblemático de Larissa, presa en
España con cocaína de Bolivia
Muchachas provenientes de Rio Branco
posando en una sesión de fotos, en la ciudad de Santa Cruz, para promocionar
los espectáculos sexuales que organiza en Bolivia el empresario Franklin
Mendoza Doria Medina.
El hecho es que, a raiz de la aguda
crisis económica que sacude al Brasil, un importante sector de la clase media
brasileña está padeciendo un proceso de vulnerabilización especialmente entre
sus mujeres jóvenes. Son muchachas solteras en edad de transición entre el
colegio y la universidad que generalmente permanecen vinculadas a su núcleo
familiar, dependiendo económicamente de sus padres y llevando una vida de
comodidades y cierto glamour, con privilegios propios de una sociedad urbana
moderna. Ese estilo de vida está siendo demolido por la crisis económica que
azota a este enorme país.
Las familias se van desarticulando en un
torbellino de deudas bancarias, quiebras de patrimonios empresariales y una
galopante depauperización que llevan a los padres de familia perder control
sobre sus hijos e hijas. Es una clase media que está siendo irremediablemente
condenada a enlistarse en las filas de la pobreza. El vacío anímico y material
que ello provoca en las muchachas habituadas a un buen vivir que se les va, las
torna vulnerables ante las tentaciones de dinero fácil con que las mafias del
narcotráfico y de la industria sexual las coptan, destruyendo sus vidas de
todos modos. Aunque suelen caer consciente y voluntariamente en las trampas de
estas redes, ellas son víctimas en potencia. Se ha comprobado que además de
traficar sexualmente con sus cuerpos, estas organizaciones las utilizan como
“mulas” para traficar cocaína.
El caso de Larissa —cuyo nombre real no
haremos público en resguardo de la imagen y el honor de una joven indudablemente víctima, que la ley protege—
es emblemático de esta emergente realidad en el Acre.
Un día de julio, la afligida madre de
Larissa se presentó en oficinas de la Sejdhu. Su hija perdió contacto con ella
a fines de junio. Larissa estaba en Bolivia a donde había partido de Rio Branco
el año 2012 tras sufrir las consecuencias económicas de un abuso laboral en su
fuente de trabajo. Necesitaba reparar su motocicleta, entre otras urgencias
domésticas, y no tenía dinero. Su madre, divorciada, mantiene a los hermanos
menores.
Sus primeros meses en Bolivia fueron
bonancibles. Decía que había encontrado un buen trabajo en La Paz como
asistente en el consultorio de un prestigioso médico boliviano. Enviaba
periódicamente remesas por Western Union aliviando las penurias económicas de
su familia en Rio Branco.
De un día para otro Larissa dejó de
comunicarse con su madre. Se perdió todo rastro de ella, estaba desaparecida.
La Secretaría Estadual de Justicia y Derechos Humanos encaminó el caso para la
Policía Federal y, como Director de Sol de Pando, participé en las indagaciones
preliminares contrastando la información que había obtenido el mes de mayo en
Cobija, cuatro días antes de que Quintana me iniciara el juicio por “sedición”.
Las coincidencias eran asombrosas.
Según indagaron agentes de la Policía
Federal de Rio Branco, Larissa habría sido empleada para trabajar en un club
nocturno de La Paz conocido como “Avalon No Limits” que funciona en el barrio
de Miraflores. Es propiedad del empresario de espectáculos Franklin Mendoza
Doria Medina, apodado el “Choco”, quien también administra un local similar en
Santa Cruz conocido como “Club VIP No Limits”. Ambos establecimientos funcionan
desde el año 2012. El señor Mendoza —que tiene interesantes antecedentes
judiciales en Rio Branco— vende servicios sexuales de mujeres brasileñas y
paraguayas. Larissa, la muchacha acreana, siguió la misma ruta que me había
descrito Rayane aquella noche del 6 de mayo en el “Tía Isabel” de Cobija.
Mikael Albuquerque en el teleférico de La
Paz, enero de este año. Este joven de Rio Branco es el encargado de conducir a
las muchachas de su ciudad hacia un circuito de prostíbulos que comienza en
Cobija y termina en Arica.
El responsable de llevar a Larissa hacia
los dominios del “Choco” fue un brasileño, de Rio Branco, llamado Mikael
Albuquerque, un activista GLBT que a pesar de su aparente corta edad lleva una
vida de lujos excesivos, transitando permanentemente entre Rio Branco, Cobija y
La Paz, siempre en compañía de bellas muchachas acreanas que Mikael conduce
hacia Bolivia en pos del sueño que terminará en pesadilla.
La hipótesis inicial sobre la
desaparición de Larissa en manos de “Mikael” y el “Choco” fue que habría sido
transportada hasta Arica, ciudad chilena a la cual ella habría manifestado su
deseo de llegar para mejorar sus ingresos, según le comentaron amigas suyas a
su madre, colaborando en la búsqueda.
A principios de agosto el caso tomó un
giro inesperado. Larissa reapareció y se comunicó con su madre mediante una
carta sin fecha. Estaba en Madrid, España, recluída en la cárcel de mujeres de
Henares, acusada por el delito de narcotráfico. Había sido embarcada en el
aeropuerto internacional de Viru Viru, en Santa Cruz, Bolivia, llevando una
carga de cocaína.
Al tomar conocimiento que el cuerpo de
su hija de 23 años fue prostituído y usado para traficar drogas en Bolivia, la
madre de Larissa no ocultó su indignado dolor. “Cómo é que eles poderam fazer
isso com minha filha, tão tenra, doce e tranquila que ela é, tão bonita”,
exclama la angustiada mamá sollozando, con el rostro visible y precozmente
demacrado, mientras estamos reunidos en la oficina del Delegado de la Policía
Federal junto al coordinador de la Sejdhu.
Seguramente las autoridades bolivianas
sabrán esclarecer las circunstancias en las cuales aquella vulnerable muchacha
de Rio Branco fue involucrada con el negocio del narcotráfico después de ser
prostituída. ¿Quién la embarcó desde Santa Cruz? ¿Quién pagó su pasaje a
Madrid? ¿Quién era el dueño de la cocaína en Bolivia y a quién estaba destinada
en España? ¿Quién es el causante directo de ese aterrante despertar en el
“sueño boliviano” de la joven acreana?
Más no esperemos que Larissa ni su madre
digan lo que saben. Tienen derecho a guardar silencio, son las víctimas. Los
responsables de la atroz pesadilla que sufren injustamente estas inocentes
mujeres brasileñas se encuentran en Bolivia, gozando de impunidad y con
influencias políticas al más alto nivel.
Aquí también cabe remarcar que no estamos
vinculando de manera directa al Ministro de la Presidencia, el señor Quintana,
con la organización que lidera el señor Mendoza Doria Medina. Es muy posible —y
ojalá así sea— que entre ambos personajes no exista ninguna relación ni
contacto alguno; pero el nexo político indiscutible y premeditado del señor
Quintana con la familia Humérez,
propietaria del lenocinio “Tia Isabel” en Cobija, donde las muchachas que son
sacadas de Rio Branco hacen escala para llegar hasta los dominios sin límites
del señor Franklin Mendoza, facilita sin duda alguna la operatividad
territorial de esta red internacional de Trata y Tráfico de Personas con fines
de Explotación Sexual, desplazándose además sobre las mismas rutas de ida y
venida utilizadas por el narcotráfico. Es la permisividad concupiscente de
Quintana, por su avidez de poder, la que permite viabilizar esta monstruosa
configuración delincuencial del Estado boliviano.
Mendoza Doria Medina Sin Límites
El empresario Franklin Mendoza.| Foto
Policía Federal
La Policía Federal de Rio Branco
etiquetó el expediente de Larissa como un caso de Persona Desaparecida en el
marco de un presunto delito de Tráfico de Personas con fines de Explotación
Sexual, temiéndose incluso un posible feminicidio en ese contexto criminal. Su reaparición
viva y salva, aunque encarcelada por narcotráfico, cambia la figura y una
redefinición del curso investigativo bajo una nueva tipificación es
procedimentalmente muy complicado, según nos explican los peritos federales que
se hacían cargo del caso en la capital acreana. La dificultad aumenta cuando la
familia de la infortunada muchacha opta por no mover más el avispero ejerciendo
el derecho elemental a resguardar su privacidad y su propia seguridad. Ahora
todos tienen puesta la mirada en Madrid, esperando el resultado de las
diligencias por un hecho específico de narcotráfico.
En materia investigativa dentro el ámito
criminal, la autonomía o autogestión de la investigación periodística orientada
a potenciar los flujos informativos en la sociedad civil, difiere esencialmente
de la técnica corporativa y centralizada de la investigación policial como un
acto estatal, como una razón de Estado. Esa delimitación conceptual me permitió
proseguir la investigación por cuenta propia en Rio Branco, hasta lograr un
resultado final. Un resultado periodístico. Esperamos que la investigación
judicial del caso coincida con nuestro resultado aportando la solidez pericial
requerida.
Pude establecer que las remesas de
dinero enviadas desde La Paz al Western Union de Rio Branco, dirigidas a la
mamá (quien entregó las boletas de recibo a la Policía Federal), no siempre
eran depositadas personalmente por Larissa. Con más frecuencia la depositante
era una tercera persona llamada Carolina (guardamos en reserva el apellido).
Resulta que Carolina, “Carito”, pieza clave, es una contadora que administra
los negocios del señor Mendoza Doria Medina.
Por otra parte, un video que contiene un
registro fílmico de más de quince minutos a propósito de la inauguración del
“Avalon No Limits” en junio del 2012, expone la dimensión desaforada del
mercadeo del cuerpo femenino. Es un negocio multimillonario, edificado con
capitales de dudosa procedencia, pero además cruel con las mujeres. Mientras el
propietario del boliche, mostrando cualidades de un buen comunicador social,
hace apología de la prostitución auto-alabándose, entrevistando a su jefe de
garzones que es un africano de Camerún y que sólo habla francés, o a conocidos
personajes frívolos de la farándula paceña, las chicas son misóginamente
exhibidas haciendo streap tease y mostrando sus habilidades eróticas como
animales en venta, desfilando en silencio, como en un harem. Entre ellas estaba
Larissa.
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