Crónica.
ALJER. Alto. Apure.
EL
TELEGRAFO EN GUASDUALITO
INTROITO
Sería en la tercera década del siglo
XIX, cuando el destacado inventor norteamericano Samuel Finley Breese Morse,
nacido en Boston (Massachusetts) con la colaboración de Alfred Vail, inicia con
éxito, el mejoramiento del sistema de telegrafía de Joseph Henry. A través del
electroimán, complementaría el diseño del sistema de telégrafo, basado en
pulsaciones tracistas y dieléctricas cifradas. El esfuerzo de un par de años de
Morse -tiempo en el cual se convirtió en un cenobita obsesivo- daría frutos más
tangibles el 6 de enero de 1838, cuando ensaya con total éxito el pequeño
aparato en La Corporation Speedwell Ironworks, empresa siderúrgica ubicada en
Morristown (Nueva Jersey). El 8 y 9 de febrero de ese mismo año, hace otra
demostración oficial ante una comisión científica en el Franklin Institute de
Filadelfia (Pensilvania). De inmediato, la novedad inventaria causaría gran
revuelo convirtiéndose en un éxito comercial sin precedentes, debido la
posibilidad de enviar mensajes a larga distancia a través del hilo metálico.
En referencia a la llegada del telégrafo
a Venezuela, diversas fuentes coinciden en señalar, como fecha de arribo el año
de 1856. Para ese tiempo tutelaba al país José Tadeo Monagas (a la postre
presidente de la República en dos períodos: entre 1847 y 1851, y entre 1855 y
1858). El 29 de mayo de 1856 introduce oficialmente el telégrafo, creando el
Servicio de Telégrafos de Venezuela, con la línea Caracas-La Guaira. Previo a
esto, las gestiones y solitudes del ingeniero español don Manuel de Montúfar,
habían obtenido el visto bueno y autorización por parte del gobierno, para
formar con garantías, una sociedad anónima para tal fin, la cual sería la
primigenia en cuanto la telegrafía del país, comunicando directamente los
centros poblados antes mencionados. Los primeros operarios serían los
norteamericanos H. Benton para la estación de Caracas y Henry Gary para La
Guaira. Notorio el aporte de Montúfar, cuando además funda dos años después
(1858) la primera escuela de telegrafistas en Caracas, de la cual egresaron
gran cantidad de operadores, consolidándose la actividad en la época de Antonio
Guzmán Blanco (El Ilustre Autócrata Americano) quien decretó la oficialización
del servicio como factor de progreso.
LLEGADA DEL TELEGRAFO A GUASDUALITO
En Guasdualito (antigua Periquera) la
llegada del telégrafo se formalizaría en el año 1917 (un año antes de la
promulgación de la Ley de Telégrafos y Teléfonos Federales) gracias a la
municipalidad y a la buena gestión del cónsul Silvestre Castellano, trujillano
visionario, quien plantearía la inquietud al presidente del estado Apure,
general Vicencio Pérez Soto, explicándole la perentoria necesidad y ventaja de
la puesta en funcionamiento del servicio en Guasdualito, proyectándolo en un
breve lapso de tiempo hacia la población fronteriza de El Amparo. La incipiente
compañía American Telephone and Telegraph Corporation (la misma del tendido
hasta Puerto Cabello) sería la encargada de acometer sin retardo el proyecto.
En torno al hecho, el historiador Botello, O. citando el archivo del Consulado
Venezolano en Arauca, señala:

“…la prolongación de dicha línea-además
de las conveniencias políticas y administrativas- traería al gobierno
grandísimas ventajas, habida consideración de que el comercio de exportación e
importación de aquí con Venezuela alcanza a más de 800.000 Bs. al año; el de El
Amparo a 600.000 Bs. y el mercantil de Guasdualito a Bs. 500.000 (…)
(Guasdualito Navegación por su Historia 1998:77).
Atendiendo a lo citado, y tomando en
cuenta las datas de ingresos y flujos de la época, puede afirmarse que, el
principal motivo de la traída del tendido electromagnético a Guasdualito, fue
sin duda alguna el económico. En vista de las oportunidades geográficas, muchos
comerciantes y ganaderos venezolanos con ascendencia luso-hispana, provenientes
en mayor parte del estado Barinas (Ven), decidieron establecerse en la
intendencia del Arauca (Col), para de esta forma lograr una interrelación
comercial mucho más amplia, que permitiera expandir en amplio margen sus utilidades
anuales. Prosapias solventes y pudientes conjuntamente con aquellas llegadas
del Casanare y el Vichada, eran por así decirlo: dueñas del comercio araucano y
fronterizo. Muchas de estas estirpes visionarias y emprendedoras observaron en
el telégrafo un gran aliado por la rapidez del poder comunicacional, que lo
convertían en una fuente de información idónea. En caso de desastres o
emergencias, los telegramas surcaban sin la menor demora el territorio nacional
e internacional, trasmitiendo detalles, solicitando noticias de familiares y
seres queridos, expidiendo cuestaciones de auxilio o de cualquier otra índole.
Un acontecimiento fehaciente, en el que
el telégrafo jugaría un rol determinante, seria en el hecho histórico conocido
como La Batalla de Guasdualito. Para el día 19 de junio de 1921, la mañana
lánguida de ese domingo invernal seria el escenario luctuoso, en donde una
caterva de carroñas sobrevolando al entonces asentamiento cantonal, presagiaba
el dantesco devenir. Al barbero Roncallolo, (el único del pueblo) al igual que
a los italianos Pascual Panza y Filippo Di Giorgio, esta curiosidad no les
pasaría desapercibida. El operador del telégrafo, el barinés Meldivieso
Castillo, encontrándose con ambos por la vieja Calle Real, rumbo al Puerto del
Gamero, les comentaría en baja voz que, al parecer algunos insurgentes habían
cercenado las líneas telegráficas incomunicando al pueblo con los poblados
circunvecinos, poniendo en alerta a las tropas del general Benicio Jiménez
(comandante del cuartel).

Es fácil de suponer, que para la época,
siendo el medio de comunicación más acucioso para el gobierno, las líneas
telegráficas eran blanco de ataques por los contra gomecistas, con el fin de
cortar las comunicaciones internas y directas con la capital. Sin embargo, días
antes la oficialidad media, había enviado un telegrama con el comunicado de
urgencia a la población de Palmarito, alertando sobre la llegada de los
insurgentes. Para el sangriento día del 19 de junio, en Guasdualito no habría
telégrafo, lo que si hubo fue la más cruenta y espantosa batalla aun recordada
por varias generaciones de guasdualiteños. Luego de treinta y tres horas de
combate con descargas incesantes de los Winchester y el destello acerado de
machetes Collins, se entregaría como ofrenda a La Parca: más de 200 muertos y
un número considerable de heridos. Pasarían tres largos años luego de este
suceso, para que el 10 de febrero de 1924 se reinaugurara el servicio de
telegrafía en Periquera, la ruta del tendido comprendería Barinas, Puerto Nutrias,
Palmarito, Guasdualito y El Amparo.
En la década de los años treinta, ya
calmada en mucho la anarquía en el territorio nacional, gracias a la férrea y
hábil determinación unificadora del general Juan Vicente Gómez, el telégrafo en
las zonas rurales toma un nuevo impulso. Siendo el año 1933 arribaría a
Guasdualito, el teniente telegrafista Luis Damiani (1913-2006), luego de un
periplo a bordo del vapor Apure, perteneciente esta embarcación a la Compañía
Anónima Venezolana de Navegación (CAVN). El trayecto según su testimonio
documentado, duraría doce largos y esforzados días por las vertientes del
Orinoco y Apure hasta llegar a Guasdualito.
Para la época, resultaba preferible el
transporte fluvial al terrestre, vistas las deplorables condiciones de las recuas
alto apureñas. Radicado ya en el inhóspito territorio, plagado de epidemias y
cuatreros, Damiani procedería a instalar en la sala de telegrafía (ubicada en
el cuartel del ejército) los modernos dispositivos de transmisión que traía
desde Maracay (Aragua), no contando que, los mismos por razones fortuitas se
estropearían a pocas horas de su instalación. Ante la eventualidad, el joven e
ingenioso telegrafista recurriría a las líneas de latón (cobre) con buen
resultado ante las circunstancias.
Esta acción y su intachable hoja de
servicio le granjearían el aprecio y confianza del general Jesús Antonio
Ramírez, a quien en muchas ocasiones tuvo que leerle (vista la condición de
persona analfabeta del viejo y curtido militar) los telegramas enviados directamente
por el propio presidente Gómez desde la capital del país. Como dato aparte pero
en el contexto, para el año 1937 se inauguraba el aeropuerto de Vara de María,
con un itinerario de vuelos de la empresa Ransa, hacia San Cristóbal, Palmarito
y Barinas.
Pisoteando la década del 40 del siglo
XX, nacería por iniciativa del empresario venezolano Félix A. Guerrero, la
Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) luego de una reñida
licitación se constituye la Sociedad Anónima con un capital de quinientos mil
bolívares, anexando a la Venezuelan Telephone and Appliance Company, por la
suma de 17 millones 500 mil bolívares, con esta acción se inicia la
modernización del sistema comunicacional en el territorio venezolano.
En Guasdualito para ese entonces, el
telégrafo habría paso al servicio de la línea Aeropostal, administrado con
eficiencia por el señor Antonio Stella de ascendencia italiana. Posteriormente,
en los años 50s don Juan Miguel Contreras, se encargaría de la oficina del
radiotelégrafo ubicada por la Calle Real, contando entre sus colaboradores con
Lorenzo Rodríguez, Ramón Orono y Víctor Olivo.
Algunos de los telegramas importantes
enviados en esas décadas a los principales diarios del país, quedaron
registrados de la siguiente forma:
-Fecha: 21/02/1942
Un incendio de causa desconocida, se
produjo en la ciudad El Amparo, en el municipio Páez del estado Apure. El fuego
destruyó dieciséis (16) viviendas.
-Fecha: 27/05/1943
Debido a las lluvias la población de
Guasdualito, específicamente el Barrio El Gamero, sufrió inundaciones. Varias
viviendas se inundaron, al igual que la oficina del telégrafo, la cual tuvo que
ser mudada al Cuartel Nacional.
-Fecha: 17/09/1954
La población de Guasdualito en Apure, en
el municipio Páez, fue afectada por un sismo de consideración. Algunas casas
fueron destruidas, otras resultaron con daños y grietas.
Don Enrique Carvallo, hombre recto y
laborioso, oriundo de Puerto Nutrias (Barinas) casado con la señora Rosa Orozco
Delgado, se desempeñaría con ahínco por muchas décadas como telegrafista en su
lar nativo y en el vecino pueblo de Bruzual (Apure), en donde nacería su hija
Irma Lucia, preceptora y esposa del maestro Marcos Hernández Brito, con el cual
procrearía una digna y laboriosa descendencia. Como operador telegrafista en
Guasdualito, en los años 50s, Carvallo facilitaría su casa de habitación
ubicada en la esquina diagonal al parque Teotiste de Gallegos, para sede del
telégrafo, se jubilaría en 1966, reemplazando en funciones a su hermano
consanguíneo de nombre Luís Carvallo.
En los años 60s y 70s, llegarían los
grandes avances tecnológicos con signos de modernización a Guasdualito, el
Macondo campero empezaba a dar paso a las calles de asfaltos y a las líneas
telefónicas (1973) de Cantv; sin embargo, telegrafistas como Pedro José Ramírez
“Ramirito”, Abdo Escorcha, Eduardo Rangel, seguirían cumpliendo su labor sin
desmayo, apegados a la vieja técnica comunicacional. De los años 90s en
adelante la historia también es conocida, radioemisoras y señales cabletizadas inundaron
vertiginosamente a la floreciente capital del municipio Páez. La historia
continuará en una próxima entrega.
ALJER.