Prensa.
Prototipo. Octavio Estrada
El
motociclista venezolano Lorenzo Locurcio concluyó en la décima quinta
colocación en la duodécima y última válida del campeonato profesional de
motocross de los Estados Unidos, carrera en la clase 250cc disputada el sábado
en la pista Ironman, en Crawsfordville, Indiana. Lorenzo Locurcio exhibió en la
clausura la consistencia que mostró a lo largo de toda la campaña, al sumar
puntos en las dos series y así alcanzar 23 baterías sobre 24 cumplidas
ubicándose entre los veinte primeros, desempeño que le valió para culminar como
el novato sin contar con moto oficial más destacado dentro de la categoría del
cuarto de litro.
Al
manillar de una Yamaha del equipo Cycle Trader/Rock River, el carabobeño
Locurcio se ubicó décimo cuarto puesto en la primera prueba luego de remontar
tras una caída en la vuelta inicial, mientras en la serie final concluyó
undécimo, desempeño que le valió para contabilizar 17 puntos y así llegar a 119
unidades que le permitieron concluir en la casilla dieciocho en la general.
“La
última válida fue realmente muy dura - relató Lorenzo Locurcio padre -, porque
llovió el viernes en la noche y dejó el trazado muy complicado, pero sin
embargo Loren pudo clasificar bien; en la primera manga tuvo una arrancada
entre los diez primeros, pero una caída de otro piloto que estaba delante y que
no pudo esquivar lo hizo caer, tuvo que remontar hasta llegar en el puesto
catorce. En la segunda serie estuvo ahí con el pelotón intermedio, finalizó en
el puesto once, si bien en la suma de puntos, le dio el lugar quince, algo
bastante inusual. En su primera temporada en el motocross profesional concluyó
como el primero de los rookies con moto privada o sin contar con asistencia de
fábrica, al sumar 119 puntos y finalizar entre los veinte mejores en 23 de 24
mangas. Los primeros quince pilotos cuentan con respaldo de equipos factory,
mientras los que llegaron en los puestos dieciséis y diecisiete tienen 5 y 4
años en la categoría, respectivamente”.
El
valenciano Lorenzo Locurcio, de 20 años de edad, completó su primera campaña
tanto en el motocross como en el supercross profesional con notable
consistencia y regularidad, adaptándose al gran nivel competitivo en ambos
torneos, midiéndose a rivales que contaban con respaldo de escuderías
oficiales, en tanto el criollo contó la asistencia del equipo privado Cycle
Trader/Rock River Yamaha, superando en la tabla de puntos a su compañero de
formación Bradley Taft, quien si bien tuvo un mejor desempeño en las rondas
finales, concluyó en la vigésima plaza.
El
triunfo en la fecha de cierre del motocross estadounidense efectuada en Ironman
Raceway correspondió al flamante campeón, Zach Osborne, en una Husqvarna, tras
adjudicarse las dos mangas, seguido de Adam Cianciarullo en una Kawasaki y Colt
Nichols en Yamama. La clasificación general mostró a Osborne con 501 unidades,
el subcampeonato recayó en Jeremy Martin con 420 y el tercer escalón fue para
Adam Cianciarulo con 374.