Prensa. Notisur.
Contrario a
todos los pronósticos de aquellos agoreros que aseguraban que no sería posible
consolidar la unidad en Apure, los hechos están demostrando lo opuesto, ya que
cada uno de los partidos políticos que forman parte de la Mesa de la Unidad
Democrática se ha integrado masivamente a respaldar la candidatura de José
Gregorio Montilla.
Y es que queda
demostrada la madurez política que ha adquirido la dirigencia opositora en
estos duros años de la revolución, aprendiendo a la fuerza que el contrincante
a vencer está en la acera del frente y no dentro de las filas de la Mud. En
cada recorrido se enarbolan banderas de Voluntad Popular, Avanzada Progresista,
Primero Justicia, Copei, AD, Un Nuevo Tiempo y del Mas, así como además se
aprecia el acompañamiento de cada uno de los dirigentes de estos partidos.
Incluso, en
los equipos de trabajo conformados se integraron activamente para bregar por el
triunfo el venidero 15 de octubre, convencidos desde la Mud que es necesario un
cambio de gobierno en el estado Apure y en todo el país. A través de redes
sociales, se han difundido gráficas de los acompañamientos que hacen los
distintos dirigentes al candidato Montilla, llegando incluso a cubrir
encuentros donde el aspirante no puede presentarse, para así llevar el mensaje
de cambio a la mayor cantidad de apureños.
Apure potencia
Entra por la
emergencia. Estaba desesperado, su mamá convulsionaba una y otra vez. Dos
personas se acercan: “Si quieres guantes, jeringas”. Los bachaqueros no
desaprovechan la oportunidad. Le ofrecían medicinas o insumos inmediatos, pero
más costosos. Cargaban unos bolsos llenos gasas, vendas, jeringas y guantes. Si
necesitabas remedios se comunicaban por teléfono para que los llevaran al
hospital.
Los enfermeros
encargados ofrecían más de la dosis a los pacientes. Luego, por alguna razón,
la diferencia desaparecía y se convertían en billetes de todos los motivos. La paciente estaba conectada a un ventilador.
Sus familiares la rodeaban preocupados por su estado. Ella todavía no
despertaba y tenían que hacerle una tomografía. En búsqueda del aparato les
dicen que los tomógrafos de todo el pueblo están dañados. Inmediatamente
piensan en trasladarla a Caracas, con la esperanza de que en el camino
sobreviviera.
Al tomar esta
decisión se pusieron en contacto con un funcionario del hospital, quien se
identificó como el jefe de las ambulancias. Él llama por teléfono, habla con
dos choferes para movilizar unas bombonas de oxígeno y dirigirse hasta Caracas.
Además, necesitaron localizar una batería para la ambulancia.
Listos para
arrancar el funcionario les notifica que no pueden salir, porque tienen varios
pacientes delante de ella y a su vez le faltaban unos documentos. La
información extra no había sido notificada y la familia con el paciente en cama
se desespera aún más. Fue una noche llena de desesperación y angustia mientras
los familiares buscaban resolver el traslado. Sin embargo, la muerte llegó
primero que la famosa ambulancia.
Con un gran
vacío los familiares desconectan a la paciente, quien deja de respirar minutos
después. En medio del sufrimiento que se sentía en la habitación, el
funcionario entra y exige las bombonas de oxígeno. “Me hace el favor y respete
estos momentos de dolor”, dice una hermana de la persona en cama. El
funcionario no dice nada y permanece en la habitación alrededor de 10 minutos.
Unos días
después se comunican con el funcionario. Él exigía la devolución de las
bombonas de oxígeno y mencionó que había denunciado el caso, pues se trataba de
un bien del Estado en manos de una persona natural. Este funcionario deseaba tener las bombonas en
su poder y les comentó a los familiares que el dinero, el cual habían gastado
para llenar las bombonas, debían negociarlo con terceros que solicitaran dicho
bien. Sin embargo, el día siguiente uno de ellos se dirige con su abogado para
reportar e investigar sobre la presunta denuncia del funcionario.
“Nos dirigimos
hasta el hospital a ver si esa queja era verdad y en la oficina nos dijeron que
no habían generado ningún tipo de denuncia en contra de los familiares”, dice
el abogado. Para cubrirse las espaldas generaron un escrito explicando toda la
situación y mencionando que este acontecimiento podía verse como un acto de
corrupción. Facilitar las bombonas era responsabilidad del hospital y no de una
persona en específico que negociara bienes del Estado. Esa misma semana acudieron al hospital para
entregar el escrito y las bombonas.