Prensa.
EFE
La
inflación acumulada en Venezuela hasta agosto de este año alcanzó el 366,1 %,
informó hoy la Comisión de Finanzas del Parlamento venezolano, controlado por
la oposición, y que durante todo 2017 se ha encargado de anunciar el índice
inflacionario en ausencia de la información del Banco Central (BCV).
“La
inflación en el mes de agosto se situó en el 33,7 % esta es la cifra más alta
en la historia de Venezuela, para un acumulado en lo que va de año de 366,1 %,
de seguir así (…) nosotros vamos a terminar el año en una inflación de más del
1.000 %”, dijo el diputado opositor Rafael Guzmán en rueda de prensa. Hasta
julio, la inflación acumulada en el país caribeño, según el Parlamento, era de
249 %, mientras que la correspondiente a ese mes fue de 26 %.
Debido
a que el BCV lleva más de un año sin publicar la inflación y otros indicadores
del país, la Asamblea Nacional (Parlamento) decidió en enero pasado informar el
índice de precios al consumidor para así ofrecer mensualmente datos sobre la
inflación, explicó entonces el Parlamento a través de un informe.
“Para
ello se definió una canasta de bienes y servicios representativa del consumo
del venezolano, de acuerdo a la información suministrada por la ‘IV Encuesta de
Presupuestos familiares’ realizada por el INE” (Instituto Nacional de
Estadísticas)”, dice el informe.
A
esa canasta “se le asignaron unos pesos relativos” de acuerdo a la “importancia
en el presupuesto familiar, y luego los precios de los bienes y servicios de
esa cesta son objeto de seguimiento a través de una ‘Encuesta de Precios'”.
La
inflación en Venezuela, que según el BCV cerró 2015 en 180,9 %, es considerada
por el Gobierno de Nicolás Maduro como un problema inducido por una “guerra
económica”, de la que culpan a empresarios y opositores y a la que achacan la
grave crisis que atraviesa la nación petrolera.
El
Banco Central ha guardado silencio desde 2016 acerca de las cifras oficiales de
inflación, producto interno bruto (PIB) y escasez en el país caribeño. El Fondo
Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado que la inflación seguirá
desbocada y prevé que se ubique en 720 por ciento para este año y hasta un
2.000 por ciento en 2018.