Prensa. Nuevo
Herald.
Enamorarse
de un ciudadano de Estados Unidos y casarse en este país para residir juntos es
uno de los procesos más comunes en la obtención de visas de no inmigrante con
la meta de recibir la tarjeta verde y así hacerse residente permanente. La
visa de no inmigrante K-1, conocida como la visa de prometido (a), brinda la
mejor opción para los extranjeros que desean casarse y reunirse en Estados
Unidos con su cónyuge, siempre que demuestren la intensión de contraer
matrimonio en un plazo de 90 días después del ingreso del novio extranjero a
EE.UU como no inmigrante.
"Su
matrimonio debe ser válido, lo que significa que tanto usted como su prometido
(a) tienen la intención genuina de establecer una vida juntos y el matrimonio
no tiene el único propósito de obtener un beneficio de inmigración",
advierte el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). A
fin de mantener las relaciones familiares, si la persona tiene hijos
acompañantes menores de edad, estos también pueden mudarse a Estados Unidos con
la visa K-2. Ambas categorías aceleran el proceso de inmigración del futuro
cónyuge y sus hijos.
Novios,
no cónyuges
Las
leyes de inmigración estipulan que si el matrimonio del extranjero con el
estadounidense ya ha sido contraído o planean hacerlo fuera de Estados Unidos,
el extranjero no es elegible para la visa de prometido. El proceso para traer a
un cónyuge es distinto. Si
la meta es traer a un prometido para contraer matrimonio en suelo
estadounidense, el primer paso será presentar el Formulario I-929F, que deja
constancia de los vínculos amorosos de la pareja. USCIS pudiera solicitar mayor
evidencia.
Si
las autoridades comprueban un testimonio fidedigno, enviarán el formulario al
Centro Nacional de Visas, que a su vez remitirá el documento a la Embajada de
Estados Unidos o al consulado donde el prometido solicitará la visa de no
inmigrante. Posteriormente,
la decisión final quedará en manos del funcionario consultar, quien concluirá
si la relación es de buena fe. De ser aprobada, la visa tiene seis meses de
validez y contempla solo una entrada.
Una
vez que el prometido es admitido al país como no inmigrante y se casa en los
primeros 90 días, su cónyuge estadounidense puede solicitar para él o ella, así
como para sus hijos menores, el estatus de residente permanente con el
Formulario I-485. Entre
los documentos adjuntos, debe presentar copia del certificado de nacimiento, de
la página del pasaporte con el sello de admisión, evidencia del matrimonio,
informe médico y declaración jurada de patrocinio económico.
Las
autoridades revisarán la documentación y pudieran solicitar información
adicional. Posteriormente, ambos serán citados para una entrevista ante un
funcionario de inmigración. Solamente
si la pareja se mantiene casada al menos dos años en el momento de aprobación
del I-485, Inmigración concederá al cónyuge extranjero el estatus de residente
permanente condicional a base de matrimonio y le expedirá una tarjeta verde
válida por dos años. Y
si las cosas van bien y el matrimonio prosigue, la green card será permanente. Para
obtener más detalles sobre el ajuste de estatus para titulares de visas K-1 y
K-2 presione en este enlace.