El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en que se debería deportar
“inmediatamente” a los inmigrantes que entran ilegalmente al país sin darles
oportunidad de exponer su situación ante un juez, a pesar de que eso supondría
una violación del principio de debido proceso.
Prensa.
Mundo Hispánico.
Mientras decenas de miles de personas protestaban en
750 ciudades de Estados Unidos contra su política migratoria, Trump se enrocó
en su posición y reiteró una polémica propuesta que lanzó la semana pasada para
privar a los indocumentados del derecho de exponer ante un juez de inmigración
sus reclamos de asilo.
“Cuando la gente entra ilegalmente en nuestro país,
debemos INMEDIATAMENTE devolverlos afuera sin pasar por años de maniobras
legales. Nuestras leyes son las más tontas de todo el mundo”, escribió Trump en
Twitter.
El presidente emitió ese tuit cuando muchas de las
multitudinarias protestas en las principales ciudades del país ya habían
terminado, pero no hizo comentarios sobre las marchas, que pedían reunir a las
familias de inmigrantes separadas desde abril y acabar con la criminalización
de los indocumentados.
Miles de los manifestantes se congregaron ante la
Casa Blanca, pero Trump no pudo verlos desde allí porque está pasando el fin de
semana en su club privado de Bedminster (Nueva Jersey).
Cumplir el reclamo de Trump sobre las deportaciones
inmediatas implicaría cambiar el marco legal de Estados Unidos, donde los
inmigrantes detenidos debido a su estatus legal tienen derecho a comparecer
ante un juez, que decide si deben ser expulsados o si pueden permanecer en el
país porque tienen derecho a una petición de asilo.
En 2004, el Gobierno de George W. Bush estableció
que pueden ser deportados de manera express aquellos inmigrantes que han
llegado ilegalmente a Estados Unidos en los últimos 14 días y que, en el
momento de su arresto, se encuentran a 160 kilómetros de la frontera.
Esa norma para las llamadas “devoluciones en
caliente” solo puede ser impuesta a mexicanos y canadienses, aunque al comienzo
de su mandato, Trump trató sin éxito de extenderla a los centroamericanos, que
representan la mayoría de indocumentados que llegan al país por la frontera
sur.
En otros dos tuits a primera hora, Trump también
defendió a la principal agencia encargada de las deportaciones en Estados
Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ante las
peticiones de algunos legisladores demócratas de eliminarla.
“Los demócratas están presionando fuerte para abolir
ICE, uno de los grupos más listos, duros y vivaces de hombres y mujeres
encargados de aplicar la ley que he visto jamás”, indicó Trump.
El presidente pidió a los trabajadores de ICE que
“no se preocupen” porque los demócratas tienen “cero oportunidades” de acabar
con la agencia y eso “nunca ocurrirá”. La inesperada victoria esta semana en Nueva York de
Alexandria Ocasio-Cortez, una joven latina que compitió por un escaño en la
Cámara de Representantes con la promesa de luchar por la abolición de ICE, ha
llevado a algunas figuras demócratas a sumarse a esa petición, entre ellas las
senadoras Kirsten Gillibrand y Elizabeth Warren.