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milenio.com.
Uno
de cada 10 argentinos es diabético. Y se sabe que, como ocurre con las
infecciones, esa población también es más vulnerable a tener problemas en los
pies por el daño vascular y de los nervios asociado con esta enfermedad
metabólica crónica, que se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa
en sangre.
Por
eso se recomienda que el control de los pies de los pacientes sea parte de las
consultas, ya que la pérdida de sensibilidad reduce la capacidad de sentir
dolor y aumenta el riesgo de que aparezcan lesiones que, avanzadas, sólo se
puedan controlar con la amputación de dedos, el pie o la pierna.
"En
nuestro país, el 70% de amputaciones se pueden evitar con un buen control
metabólico de los pacientes con diabetes", afirma Gabriel Lijteroff, jefe
de la Unidad de Diabetología del Hospital Santamarina, de Monte Grande, al sur
del Conurbano bonaerense.
La
complicación del pie diabético, como le diagnosticaron a Magdalena Leguizamón,
de 66 años, a la que le habrían extirpado por error la otra pierna en el Nuevo
Sanatorio Berazategui, es una combinación de factores vasculares, neurológicos,
ortopédicos e infecciosos. "Se afecta la sensibilidad del pie, aparece un
trastorno de regulación de la temperatura corporal, aumenta la tensión de los
músculos que contraen y comienzan las deformaciones, que, con la pérdida de la
sensibilidad, favorece la aparición de las lesiones", indicó el
especialista a LA NACION.
Estimaciones
De
acuerdo con las estimaciones de la Federación Internacional de Diabetes para
América del Sur y América Central, de la que Lijteroff integra el comité
ejecutivo, uno de cada cuatro pacientes puede tener una úlcera asociada con la
enfermedad en algún momento de su vida.
Y,
en promedio, anualmente se hacen en el mundo 100 amputaciones mayores
(extremidades inferiores) cada 100.000 personas con diabetes y entre 160 y 170
amputaciones menores (los dedos o el antepie) por cada 100.000 pacientes.
"Pero,
para que exista un compromiso de pie diabético, debe haber entre 10 y 15 años
de un mal control metabólico. No lo padece cualquier persona", agregó el
médico, creador de la primera escuela primaria para diabéticos del mundo que
funciona en el Santamarina desde hace casi dos décadas. "Pero sabemos,
también, que un tercio de los casos con una extremidad inferior comprometida
tratada con una amputación, a los cinco años tendrá otra amputación", finalizó.
Por:
Fabiola Czubaj