Prensa. Viajes Boletín.
El turismo es una actividad esencial para las golpeadas
economías de varios países sudamericanos que, ante la llegada del verano
austral, buscan formas de permitir la llegada de turistas. Las reservas web en
las playas, el turismo de compras en plena crisis y los test de COVID-19 serán
las postales de la próxima temporada.
El hemisferio sur se acerca lentamente al verano y los
países de Sudamérica, aún golpeados por la pandemia de COVID-19, buscan cómo
adaptar sus normativas y protocolos para no perder la temporada turística de
final de 2020 y principios de 2021, fundamental para las economías de muchos
estados y un sector importante de la población.
El segundo semestre de 2020 significó el inicio de un
proceso de reapertura del espacio aéreo con paulatinas habilitaciones para
vuelos internos e internacionales. Pero ya iniciada la primavera austral, los
países comenzaron a evaluar cómo harían para garantizar la actividad de sus
principales destinos turísticos.
Cartagena: el paraíso colombiano exige reservar lugar
en la playa
Si bien Colombia se acerca técnicamente al invierno
boreal, su ubicación en el mapa permite que sus destinos turísticos vinculados,
sobre todo, con sus playas sobre el Mar Caribe. Un decreto de agosto de 2020
rehabilitó las actividades turísticas, permitiendo no solo los vuelos internos
sino también el funcionamiento de hoteles, parques y otros recintos turísticos,
aunque obligando a que cumplan con requisitos de bioseguridad.
Los aeropuertos de Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena
fueron los primeros habilitados para recibir vuelos internacionales. La
inclusión de Cartagena entre las terminales habilitadas es estratégica para el
turismo colombiano, ya que se trata de uno de los destinos turísticos más
importantes del país.
Para hacer frente a la llegada de turistas extranjeros
y nacionales (el país también implementó la campaña ‘Colombia sin ti no es
Colombia’ para alentar los viajes internos), la Alcaldía de Cartagena habilitó
al menos tres “playas bioseguras“. Los protocolos obligan a los visitantes a
permanecer en las playas en “módulos”, ideados para alojar a seis personas cada
uno.
Cada módulo podrá ser utilizado en dos franjas horarias
diferentes: el matutino, entre las 8 y las 12 AM, y el vespertino, desde las 13
hasta las 17. Antes de ir a la playa, el turista debe registrarse de forma
gratuita a través de un sitio web y esperar la confirmación de la reserva.
También recibirá un “código de conducta de la playa” que prohíbe consumir
bebidas de cualquier tipo y alimentos.
Con este sistema, la Alcaldía de Cartagena espera poder recibir un máximo de 4.008 personas por día en sus tres playas y durante los dos turnos. Los extranjeros que ingresen a Colombia con fines de turismo no deberán cumplir con una cuarentena en el destino pero sí presentar a la entrada un test negativo de COVID-19 realizado menos de 96 horas antes de viajar.
Machu Picchu recibe a extranjeros desde noviembre
aunque con protocolos
Otro de los destinos ineludibles en Sudamérica es la
ciudadela inca de Machu Picchu, ubicada en la provincia peruana de Cusco. Tras
meses sin actividad, el sitio turístico más visitado de Perú podrá ser visitado
por extranjeros desde el 1 de noviembre, según confirmó días atrás el Gobierno
nacional.
Las autoridades dispondrán un riguroso protocolo para
evitar contagios derivados de la actividad turística. Así, solo podrán ingresar
al sitio 675 turistas por día, una cifra muy menor al promedio de 5.000 que lo
visitaba en días normales. Además, los visitantes tendrán que utilizar
mascarillas y tanto las agencias turísticas como las empresas de transportes
hacia el lugar deberán cumplir un protocolo para que los visitantes se
trasladen directamente desde el aeropuerto para evitar riesgos de diseminación
del virus ante un posible infectado.
Uruguay no recibirá extranjeros
Más al sur, las playas de Uruguay sobre el Río de la
Plata y el Océano Atlántico son de las más codiciadas por los turistas
sudamericanos durante los meses de diciembre y enero. Punta del Este, el
balneario más exclusivo del Cono Sur, es la meca de miles y miles de
argentinos, que en 2021 no podrán acudir a su ansiado destino.
Es que el Gobierno uruguayo confirmó recientemente que
no abrirá las fronteras durante el verano, por lo que no recibirá a
extranjeros. “Queridos hermanos argentinos, brasileños, chilenos, paraguayos y
del resto de la región y del mundo: este verano no vamos a poder recibirlos
como lo hacemos cada verano”, dijo el ministro de Turismo uruguayo Germán
Cardoso en un vídeo que divulgó en octubre.
Argentina promete “turismo de compras” en la región
En dirección opuesta a su vecino Uruguay, Argentina no
quiere cerrar sus fronteras —incluso a pesar de haber superado el millón de
infectados de COVID-19— sino atraer a turistas de la región para disfrutar de
un “turismo de compras” en el país.
Con un dólar blue que sobrepasa los 145 pesos
argentinos, llegar al país con dólares para gastarlos en comercios de Buenos
Aires se hace cada vez más apetecible para uruguayos, chilenos o paraguayos,
aún a pesar de la pandemia de COVID-19.
El ministro de Turismo de Argentina, Matías Lammens,
anunció que está definiendo el protocolo para la llegada de turistas durante el
verano. En la Ciudad de Buenos Aires, las autoridades buscarán priorizar
también actividades al aire libre, en detrimento de los boliches o bares.
Brasil: Carnaval suspendido y restricciones en playas
La situación epidemiológica en Brasil no alienta la
llegada de turistas, aunque las playas del gigante sudamericano sean una
referencia ineludible para fanáticos de la arena en todo el mundo. Rio de
Janeiro, por lejos el destino más codiciado, experimentó la reimplantación de
restricciones sobre la permanencia en las playas luego de que las
aglomeraciones de jóvenes se salieran de control.
La gente había regresado en masa a las playas cariocas
en el segundo semestre del año, motivando que el Gobierno estadual anunciara la
creación de una aplicación móvil para reservar lugar. La aplicación finalmente
no se implementó y, como los visitantes seguían concentrándose en las playas,
regresaron las restricciones para obligar al uso de mascarillas, reducir los
grupos de personas y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Rio de Janeiro también sufrió la suspensión del
Carnaval de Rio de 2021, sin dudas el evento más importante del año en la
Cidade Maravilhosa.
Un ejemplo de protocolo más estricto es el de la Isla
Fernando de Noronha, un archipiélago ubicado en el Océano Atlántico y a más de
500 kilómetros de la costa noreste de Brasil que es conocida por ser un
verdadero paraíso natural. Luego de que aparecieran casos de COVID-19 en la
isla, las autoridades del estado de Pernambuco decidieron solo permitir el
ingreso de turistas que ya se hayan recuperado de la enfermedad.
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