Prensa. Elblogsalmon.
Arrancamos 2022. Dejamos
atrás dos años de una notable incertidumbre y bloqueos que nos llevaron con la
mayor caída en la historia del PIB mundial. Si 2021 fue un año de repunte y
recuperación es probable que este año sea el de la moderación tanto para el
crecimiento económico como la inflación y las rentabilidades en las bolsas no
sean tan cuantiosas como las vistas el año anterior.
En este contexto, se nos
presentan tres grandes incertidumbres macro que condicionan el riesgo en los
mercados: hasta cuánto tendremos la inflación tensionada, los posibles bloqueos
adicionales de COVID-19 a medida que las tasas de infección aumenten nuevamente
o surjan nuevas variantes y la duración de la desaceleración impulsada por el
mercado inmobiliario en China.
Seguiremos con tensiones
inflacionistas pero debilitadas
La principal sorpresa de
2021 ha sido el aumento de la inflación y nos acompañará en parte en 2022.
Hemos visto reaperturas desiguales de los cierres que han impactado en las
cadenas de suministro y las empresas acumularon suministros... hemos pasado del
justificante in time a sumar inventarios por si acaso.
El aumento de los precios
de la energía y el impacto de la escasez de chips semiconductores ha tomado un
papel trascendente en el aumento de la inflación. El mayor tema que preocupará
a los inversores durante el 2022 es la inflación. Esta métrica económica se
encuenta en la mente de todos y existe mucha incertidumbre sobre las reacciones
de los bancos centrales, que acabará condicionando la renta variable de los
países desarrollados.
En este caso, si atendemos a los antecedentes históricos, las acciones tienden a tener un mal desempeño cuando la inflación se dispara, pero algunos sectores históricamente se han desempeñado mejor en tales contextos (estudio de Hartford Funds que cubre desde 1973 hasta 2020). El sector energético supera la inflación el 71% del tiempo y arrojó un rendimiento real anual del 9% anual en promedio. Los ingresos del sector están vinculados a los precios de la energía, una parte clave del panorama inflacionario.
La inversión en SOCIMIS (REIT en Estados Unidos) tiende a superan la inflación el 67% de las veces y registran un rendimiento real promedio del 4,7%. Este tipo de sociedades inmobiliarias, pueden traspasar los aumentos de precio en los precios de alquiler y de propiedad. Los productos básicos de consumo, los servicios públicos y el cuidado de la salud superan en menor grado.
En 2021, las materias primas han sido la clase de activos con mejor desempeño este año en medio de fuertes cuellos de botella en la oferta y la demanda. Las ganancias han sido lideradas por los metales industriales y la energía. Las materias primas deberían mantener el apoyo de la demanda global por encima de la tendencia, pero la desaceleración en China limita el potencial alcista. En las finanzas, la alta inflación puede perjudicar a los bancos porque erosiona el valor presente de los préstamos actuales que se reembolsarán en el futuro.
El covid y sus variantes
condicionará menos los mercados
El coronavirus y las diferentes oleadas con todas sus variantes, cada vez es una fuente de menor volatilidad en los mercados. No obstante, el COVID-19 se niega a desaparecer como riesgo. Las nuevas variantes resistentes a las vacunas actuales son la principal amenaza. Por ahora, a pesar del incremento de los casos por Omicrón, la vacunación está funcionando y la mortalidad ha ido descendiendo. Ese es el dato de mayor trascendencia para analizar la evolución de la pandemia.
Aún no conocemos las implicaciones de la variante Ómicron, pero es lógico resaltar la incertidumbre que existe en torno a los multiples escenarios de COVID-19. Vinculado a lo anterior, existe otro riesgo a valorar: un aumento de la demanda mucho más fuerte de lo esperado si los temores de COVID-19 resultan infundados.
Los hogares han acaparado
muchos ahorros, y existe una demanda reprimida, las encuestas apuntan a fuertes
intenciones de inversión empresarial y los tipos reales de endeudamiento son
negativas... Una combinación explosiva para disparar la demanda si las incertidumbres
entorno al coronavirus quedarán absolutamente disipador.
Se trata de una
probabilidad, pero sería de doble filo si ocurriera. Podría darse un repunte en
las bolsas, pero también habría un endurecimiento significativo por parte de
los bancos centrales que amenazaría con un final más temprano del ciclo
económico.
China y un mercado
inmobiliario que empieza a dar síntomas de agotamiento. Los riesgos en torno al
mercado inmobiliario y el lastre para la economía de la construcción han
aumentado. Un auge en la propiedad de vivienda durante las últimas dos décadas
ha canalizado una parte enorme de la riqueza de los hogares de China (70%) en
bienes raíces.
Dado que la vivienda es un
motor clave del crecimiento económico, que contribuye alrededor del 26% al PIB
de China, cualquier crisis inmobiliaria importante podría amenazar a toda la
economía china. Si bien las ventas de casas nuevas cayeron un 32% el mes pasado
debido a que el escándalo Evergrande puso nerviosos a los inversores, las enormes diferencias en la forma en que opera
el mercado inmobiliario chino podrían limitar el impacto de cualquier explosión
de burbuja.
El gobierno chino ha
anunciado recientemente iniciativas que han reducido la probabilidad del peor
de los casos al reducir aún más los riesgos en torno a la propiedad y alentar
la demanda de hipotecas. Este es un punto de observación clave para los
próximos meses. El gobierno chino busca la intervención del mercado
inmobiliario a través de un mayor estímulo fiscal hasta 2022 centrado en
impulsar el consumo de los hogares. No obstante, es poco probable que sea lo
suficientemente grande como para compensar las caídas de los mercados
inmobiliarios.
Renta variable
estadounidense, europea y española ¿qué podemos esperar?
Las bolsas de los países desarrollados se movieron el año pasado entre rentabilidades del 15% y el 30%. Muy probablemente, este año no repetiremos estas revalorizaciones. Las acciones de mercados desarrollados no estadounidenses podrían finalmente superar a las acciones estadounidenses, dada su naturaleza más cíclica y su ventaja de valoración relativa sobre las acciones estadounidenses.
La justificación detrás de
esta expectativa es que un crecimiento por encima de la tendencia a largo plazo
y los tipos de interés más elevados a largo plazo favorecen las acciones con un
componente cíclico y de valor sobre las acciones de tecnología y crecimiento.
Dado que el resto del
mundo está sobreponderado en acciones de valor cíclico en relación a Estados
Unidos -mayor ponderación en las acciones de tecnología- las acciones
estadounidenses deberían tener un comportamiento inferior al del resto del
mundo.
¿Y el Ibex? El selectivo español está muy sobreponderado en los sectores financieros y cíclicamente sensibles, como la industria, los materiales y la energía, y su exposición relativamente pequeña a la tecnología, deberían beneficiar a esta bolsa a medida que disminuyan los temores vinculados al COVID-19, la actividad económica se recupere y las curvas de rendimiento se vuelvan más pronunciadas.
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