No todo niño inquieto o despistado
tiene un trastorno de este tipo, pero igual no se debe descuidar, de acuerdo a
la especialista del GMSP, Beatriz Villalobos.
Prensa. Comstat Rowland.
Omar tiene
solo 6 años y su mamá Maura se siente agotada. No logra agarrarle el ritmo. “No
se queda quieto; no hace la tarea, no deja a los otros niños trabajar y quiere
estar brincando. No le doy chupetas porque se pone hiperactivo. Sus hermanos no
fueron así, está consentido”.
La lista de
justificativos con el “no” por delante, puede crecer. Incluso, va acompañada de
otras frases y quejas como “estoy cansada”, “ya no sé qué hacer”, “la maestra
me dijo que lo llevara al psicopedagogo”, “me recomiendan que lo meta en una
actividad física, pero no tengo tiempo”. Simplemente, Maura en medio de su
desespero no reconoce si hay o no una condición relacionada con la salud mental
de Omar.
Mezcla de
conductas y emociones
No por ser
inquieto o distraído Omar sufre un trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH), que es una alteración del comportamiento y de las
emociones que comienza habitualmente en la infancia. Sin embargo, su
inestabilidad en las emociones y la impulsividad en sus acciones lo hacen foco
de observación de esta condición que padece 1 de cada 20 niños en el mundo,
según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cada 13 de
julio es el Día Internación del Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad (TDAH), una fecha establecida para crear conciencia sobre el
hecho de que las personas con estas condiciones y sus familias necesitan una
mejora urgente en educación, sanidad y servicios sociales. Para la doctora
Beatriz Villalobos, neuropsicóloga del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), el
primer diagnóstico del TDAH se da en el colegio. “Es la maestra quien
identifica los primeros síntomas, pues es un trastorno que involucra conductas
y emociones y que tiene su origen en la parte neurológica”.
Desde el
punto de vista de los padres, dijo, ellos siempre van a ver este tipo de
conductas como que es inquieto, por eso son los docentes quienes dan con el
primer diagnóstico, cuando presentan fallas en el rendimiento y no atienden. “Este
es un trastorno que tiene diferentes etapas y características, pero no se cura.
Hay varios tipos hay unos que pueden pasar inadvertidos, otros tienen más
problemas”.
Distintos
tratamientos
La
especialista sostiene que no todos los casos ameritan tratamiento
farmacológico, y agrega que eso dependerá de la intensidad de los síntomas, de
las demandas del entorno, de las capacidades del niño, del nivel de alteración
de sus funciones, de la edad y del momento evolutivo. Cuando es conductivo,
dice, el tratamiento debe estar dirigido al manejo de la hiperactividad, la
impulsividad, las emociones y la conducta social.
Y si es
cognitivo requiere rehabilitación neurocognitiva, donde se refuercen funciones
como: atención, memoria, razonamiento, capacidad resolutiva, agudeza
perceptual, lenguaje y discriminación de alternativas. En el campo pedagógico,
recalca, el manejo debe estar dirigido a realizar ajustes curriculares y a
proporcionar herramientas para organizar y facilitar el aprendizaje.
También es
necesaria una atención multidisciplinaria para aquellos en los que existan
otros diagnósticos relacionados con el TDAH, como, por ejemplo, dislexia,
discapacidad intelectual, trastornos de la motricidad fina, alteración del
lenguaje.
Amorosos con
problemas para relacionarse
Maura, así
como no encuentra el camino para entender a Omar y sus necesidades, también ve
atributos que le dan fortaleza: es cariñoso, es hablador, siempre tiene
energías. Pero hay más. Un niño/a con TDAH, dice Villalobos, es impulsivo y no
piensa las cosas antes de actuar. “Eso le trae problemas en sus relaciones
personales, porque hablan demasiado e interrumpen conversaciones, Y sí, son
afectivos y empáticos, pero no se miden en las consecuencias”.
Para mayor
información sobre consultas y la oferta de servicios del GMSP se puede
consultar su página web http://grupomedicosp.com, y sus cuentas en redes
sociales: @grupomedicosp en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube. También se
puede llamar al 0414/0412/ 0424 CLINICA (2546422). Igualmente, puede consultar
la cuenta personal de la doctora Villalobos: @cresalud.
Foto leyenda
tomada de Pixaby
#noticias
#niños
#sufre
#alteraciones
#conductas
#emociones
#OMS.
#senderosdeapure
#yoamoapure
#venezuela