COLUMNA CRÓNICAS ALTO APUREÑAS: El Barrio Morrones en Guasdualito por Aljer “Chino” Ereú. - SenderosdeApure.Net

Recientes

BANNER PRINCIPAL

martes, 30 de agosto de 2022

COLUMNA CRÓNICAS ALTO APUREÑAS: El Barrio Morrones en Guasdualito por Aljer “Chino” Ereú.

Columna. Crónicas Alto Apureñas. Aljer “Chino” Ereú.

 

EL BARRIO MORRONES

SU HISTORIA

(Reseña dedicada al amigo Ciro Méndez y a todos los morroneños)

Pescaba en La Coroba

y me pescaron recuerdos

con redes de emociones,

al contemplar a Morrones

despedir al lucero

con un adiós lerdo.

Y me susurro la voz del viento:

“escribe, porque si te vas lejos

hablaran tus escritos

del amor por tu pueblo”.


INTROITO.-

La grafía auténtica de un pueblo abarca diferentes etapas y procesos históricos, que al estructurarse en su complejidad le otorgan una identidad conceptual propia. Dentro de esta perspectiva se hace necesario por el bien de nuestro entendimiento fundamental como pueblo heterogéneo: hurgar aspectos importantes que permitan con claridad comprender en amplitud nuestra genética histórica local, especificando en la tarea una retrospectiva de nuestros principales componentes, sustentados para ello en las fontanas escritas y orales, y así contribuir con la estructuración del fundamento socio cultural del guasdualiteño.


Atendiendo a estas inmanentes apreciaciones se inicia la sección: Nuestro pueblo y sus particularidades, con la presentación sin ambages de aspectos convencionales del populoso barrio Morrones, agrupamiento urbano de considerada importancia patrimonial, el cual desde sus inicios ha sido un elemento humano geográfico que ha desempeñado un accionar determinante en las diversas áreas de la guasdualiteñidad. Por consiguiente, en moderada circunspección se presenta su reseña evolutiva, esperando sea del agrado de todos los lectores.


TOPONIMIA.-

Para el prof. Iván Colmenares, guasdualiteño y habitante del sector, la etnología del barrio conjuga dos hipótesis, siendo la primera: que la designación se origina por uno de los primeros radicados en el andurrial, que sería un portugueseño oriundo del poblado conocido como Banco de Morrones, cercano a Guanarito, ya en el terruño el distintivo personaje tenía como costumbre al salir de su covacha en su carreta tirada por un buey yuguero, iniciar su pregón con un Nobiscum bizantino, cifrando ¡Viva Morrones! La otra conjetura que supone es que en las adyacencias nacientes existían grandes hormigueros conocidos como morros, de esta agrupación de cúmulos, túneles o montículos de arena arcillosa vendría el apelativo folclórico por parte del populus.


Para quien esto escribe la segunda conjetura resulta más cercana al origen de la designación, entendiendo que la influencia española en la fundación y conformación (1771) de Guasdualito resulta notoria por los cánones normativos emitidos por la Real Audiencia, por esa razón nos atrevemos a agregar al supuesto: en la Madre Patria, en las ciudades, pueblos o sectores donde por condiciones geomorfológicas sobresalen los montículos fueron bautizados con el cognomento de Serranos, Morrones o Villaverdes, tal y como lo señala Tomas de La Torre Aparicio en su texto Gentilicios Españoles, edición 2006, de allí que el nombramiento Morrones debiera de remontarse a la segunda etapa de la refundación.


INICIO DEL BARRIO.-

Es difícil precisar con exactitud el empiece del poblamiento del barrio Morrones, pero al tener en cuenta la mudanza hacia el Puerto de Periquera iniciando la octava década del siglo XIX por parte de la mayoría de los precursores de Pueblo Viejo, y constatando en las certificaciones históricas que la mayoría de ellos optó por asentarse en la llamada Calle Real, no es errático afirmar que con la llegada de estos visionarios se iniciaba en forma lenta pero progresiva la expansión del villorrio hacia sus laterales frontales adyacentes, en fijación estricta a lo expresado en la Real Orden del 01 de noviembre de 1751, donde se establecía para los pueblos del nuevo continente un cordel principal en honor al rey, a partir del cual surgirían las demás calles, es decir, esta arteria vial seria la médula principal del pueblo y el puntal de expansión, la normativa se mantendría vigente durante más de una centuria.


Arribaría el siglo XX y con el centenario llegan al Guasdualito nuevo los primeros italianos meridionales, al iniciar el lapso la delineación del enclave no daba para muchas expectativas: cuatro (04) calles de tierra, aproximadamente cien (100) casas (la mayoría de bahareque) con techo de palma real, caminos de recuas como arterias de conexión y el recalar de los steams boats configuraban la cotidianidad del enclave ribereño. La original corredera sería la escogida por la mayoría de aquellos inmigrantes y comerciantes criollos para el establecimiento de sus comerciarías, quedando en su contorno derecho lotes de terrenos baldíos (potreros) patrimonios heredados décadas después por don Reinaldo Acosta, Elías Lara, Presentación Fuentes, Josefa Linares, entre otros legatarios. A mediados de la cuarta década del siglo XX el concejo municipal adquiere para la jurisdicción estos predios y autoriza el asentamiento interno por la retícula prolongada de la calle Sucre, en bordeo del caño Periquerita, al par por la calle Cedeño empezaban a radicarse los primeros pobladores.


Durante la década siguiente ya el Guasdualito provinciano daba paso a los primeros retoques de progreso, con una economía sustentada en la ganadería extensiva, un comercio fluvial de considerada aportación, y con una actividad comercial alimentada por los suministros de los vapores de la Compañía Anónima Venezolana de Navegación (CAVN) el futuro se observaba alentador. En cuanto al poblamiento de la época Manuel Padilla Hurtado en su texto Identidad del Guasdualiteño, con la coautoría de su hermano Miguel, señala: “Ese Guasdualito de entonces era muy pequeño en extensión, pero de gran personalidad. Se mostraba provisor en su urbanismo incipiente, calles en retícula, su plaza Bolívar grande y extensa, sus “manzanas” de casi una hectárea, cada una con sus barrios: Morrones, Curitero, entre otros, perfectamente definidos”. (2006: 11).


Atendiendo al párrafo antepuesto observamos al barrio Morrones como uno de los primeros asentamientos en extenderse hacia el cardinal oriental, partiendo desde la tangente de la Calle Real, luego conocida como Avenida Miranda; el encuadramiento inicial comprendía Placita Páez, Iglesia, Colegio Santa Rosa de Lima y Logia Masónica, ese era el discernimiento entendido por las autoridades y pobladores, ya al cruce de la avenida principal se encontraba la jurisdicción del barrio. Consultado por este escribiente, el prof. Marcos E, Hernández refiere lo siguiente: “Para la época Morrones eran solo dos calles después de la Calle Real, que se internaban unas tres cuadras por la orilla del caño Periquerita, la Sucre y la Cedeño.


La última casa por la calle Sucre era la de Pedro Carpio, músico de la banda municipal y tostador de café. La primera casa por la Sucre tenía una gran caballeriza, allí vivía un señor de apellido Reyes. En esa caballeriza guardaban los caballos que llegaban del hato El Palito, de don Óscar Carpio, y de los hatos fuenteros, como La Gallardera y La Venganza. Después seguía la casa de un señor de nombre Arturo, en la esquina estaba la casa de mis abuelos paternos, que antes había sido de un señor que tenía una carpintería adjunta a la casa”. (Dixit) (Fin de referencia).


FAMILIAS PRECURSORAS.-

Como raleas predecesoras del barrio se encuentran la familia Panza, con los patriarcales Pascuale y Matteo establecidos por la Calle Real, extendidos con los sucesivos decenios sus descendientes a los diferentes puntos del periplo. En ese orden: la comadrona Mamá Andrea (noble mujer venida del Casanare asentada por la calle principal) en seguimiento: el gocho Cristancho (esposo de Rosa Panza, fallecida en el incendio del 48), Lucrecia Cardoza con su cómoda pensión y afabilidad, Ernesto Arellano, Reynaldo Acosta (propietario del Chicote), Reyes López, sucesivamente don Arturo Merchán (por la calle Sucre) Víctor Terán (el carretero por la calle Cedeño), Presente Fuentes (bedel de la escuela Aramendi), la familia Méndez, los Aquino, Paulina Hidalgo, Olegaria (la partera y rezandera), Benita Martínez, Beludis Barrios, los Hernández, Carmen Zapata, Nicolás Useche (el experto albañil) casado con la señora Rosita, don Cadevilla y doña Asunción, Vicente Colmenares, los Brito Hernández, los Labanchi, los Contreras, la guata Aura María Morales, Lucrecia Cardozo, doña Crispula, doña María Sosa, Genoveva Contreras (costurera), Alfredo Panza, los Taquiva, Carmelo Fulco, los Carpio, los Rodríguez, los Nadales, los Hidalgo, los Lara, Alfonso e Irma Braidy, Catalino Padrón, la familia Ortiz, los Macías, Jiménez, Ruiz, la ralea de Carmen Zapata, los Colmenares, Morales, Arroyo, Crespo, Torres, Salas, Mercado, entre otras dignas familias que se establecieron con el correr de los años, dándole identidad y personalidad al barrio.


PRIMERAS CASAS.-

En referencia a las primeras moradas edificadas en el sector, la posada de Lucrecia Cardoza es la pionera, construida en 1922, ubicada por la calle Cedeño con intersección con la carrera Soublette, originalmente en su interior contaba con doce habitaciones cómodas para la época, bautizada como El Palmar de Morrones, supuestamente por estar rodeada de palmas llaneras (Copernicias) allí pernoctaban los dueños de rebaños y comerciantes que llegaban al pueblo a bordo de los barcos de chapaletas y embarcaciones de mediano calado, con los años sus familiares establecerían una cervecería con licencia de expendio; vendrían la casa de don Nicolás Useche, cerca de donde hoy día esta lo conocido como El Triángulo, adquirida a su consanguínea Amparo, en donde cohabitaría con su esposa Rosa Bustamante; la casa de Pedro Cárdenas, con sus paredes de barro y piso de tierra, años más tarde pasaría a ser propiedad de doña Alicia Josefina viuda de Stella; la casa fundada por Lucrecia Cardoza, cedida a la apreciada Dionisia Cardoza, tostadora de café, servicial y llena de bondad; la construcción de a mediados de siglo de doña Cristina Centella de Aranda, anterior propiedad de María Luisa Dugarte. Con el tránsito de las últimas décadas veintenas y con el crecimiento demográfico se ensancharía el sector conformándose un fraccionamiento interno o divisiones por secciones, por mencionar: Centro, 01 de Diciembre, Las Playitas, Barra Vieja, El Terraplén, ubicándose por las principales entradas e interconexiones casas de diferentes tipos y patrones.


URBANISMOS Y OTROS ASPECTOS.-

Es en el quinquenio 1964-1969 durante el mandato presidencial de Raúl Leoni Otero que se inicia la construcción de viviendas rurales en Guasdualito, esto con la finalidad de dar respuesta a las necesidades de habitabilidad del contingente poblacional, en los predios (potreros) internos de Morrones se inician los trabajos de relleno para la construcción de las primeras viviendas rurales que fueron habitadas por Carmelo Fulco, Candelario Coiran, Bladimir Guerrero y Bolivia Carvallo. En continuidad con la política habitacional, Rafael Antonio Caldera Rodríguez, presidente constitucional en el periodo 1969-1974 construye otro lote de casas que ampliaron en forma planificada la extensión del barrio hacia el cardinal naciente.


EL FÚTBOL EN MORRONES.-

La práctica del balompié ha estado presente en la contemporaneidad del barrio Morrones, tempranas generaciones abrieron cancha en los potreros al final de la calle Cedeño, improvisando un estadio de futbol que con el tiempo se convertiría en el campo deportivo del pueblo, conocido en la actualidad como Estadio Rigoberto Neiva, dado el epónimo en honor al destacado futbolista guasdualiteño muerto trágicamente. El auge de esta instalación futbolera seria en los decenios 80 y 90, lapso cuando emergería la mejor generación de jugadores de este deporte a nivel local; futbolistas de competitividad y gran talento como los cracks: Rodolfo Lara (quien ascendería a la primera división con Los Arroceros de Calabozo) Rigo Neiva (+) Yoyo Ereù (jugador de la selección estatal en las competiciones realizadas en el Brìgido Iriarte, pudiendo ser ficha de un equipo de Cúcuta ), el destacado Iván Colmenares, Maro Oronoz, Iván Arellano, Coca Méndez, Franklin Gamarra, Daboin, William Falcòn, Manare, Santos, Imber (Pescao) Mercado, Edgar Quiñones, Robert García, por mencionar algunos, dieron vida y aptitud a nuestro futbol, concentrando durante los fines de semana a una viva afición en el viejo estadio, campo en donde se llevarían a cabo grandes y electrizantes finales, enfrentados en sana rivalidad deportiva el Club Deportivo Morrones, Los Corrales F.C., Abastos La Navidad, Barrio Táchira y La Cabaña, siendo estos equipos los que contaban con los mejores futbolistas.


REMINISCENCIAS CERCANAS.-

Sin duda alguna que esta importante subdivisión de Guasdualito, llamada Barrio Morrones, por historia, tradición y cultura es un conglomerado humano con representación patrimonial y con identidad propia, siendo su mayor valoración la calidez y afabilidad de su gente, que a lo largo de las épocas ha sentido y sentirá su fracción territorial con verdadera afinidad, conservando sus casas, calles y aceras un sin número de reminiscencias, mundologías trasformadas en evocaciones nostálgicas que son contadas en tertulias nocturnas rondadas por la Diana y sus escoltas argentas, tomando aliento para recordar tiempos y personas, como apreciadamente recordamos a don Rafael Orono “El Rey del Golpe Tuyero”, padre de la muchachos Lara, con quien compartimos el arte de la ejecución de instrumentos de cuerdas, como bien rememóranos las recias interpretaciones del Turpial de Morrones; en esa continuidad, agradablemente recordamos las fiestas de la barriada organizadas por la familia Taquiva, sanas diversiones que marcaron pauta en su momento, bien vividas y conmemoradas por varias fecundaciones de guasdualiteños; y en ese orden se recuerdan aquellos sitios agradables para compartir y echar entre amigos una partida de dominó, por mencionar: La Cervecería de Marucha, el expendio de Amedeo “Medeo” Belgrado Panza Di Mateo, El Yara, La Gabana, Los Claveles de Castorila, y sus inolvidables asistentes: Elías Ruiz, don José Humberto Quintero (Quinterito), Pablo Ramón Márquez, José María (farmaceuta), Chichi Labanchi, Castillito y compañía, sin olvidar las ocurrencias de Chiricoco Morales, haciéndole los mandados a su tía, aquellos ricos helados de coco de Rosita Useche, tan demandados por los chavales del barrio y sus adyacencias. En verdad que son tantas las remembranzas, que por eso estamos seguros que cada morroneño almacena en su cripta cerebral gratos recuerdos de su barrio, evocados con añoranza agradable.


Lo anteriormente presentado nos demuestra que sin duda alguna Morrones es un compuesto social con gente única y representativa, con una sentida pertenencia que enaltece con palabras y hechos su afinidad por su segmento de pueblo, para su meritorios habitantes mi simpatía y estimación. Para ultimar, ha sido en formidable agrado para este servidor el haber indagado, recopilado y estructurado organizadamente la memoria histórica de uno de los sectores más emblemáticos y enérgicos de Guasdualito, el Barrio Morrones, un barrio bueno que ha superado dificultades manteniendo siempre despierto su brío colectivo, tan merecedor de revalorización panegírica por ser un componente principal y particular de nuestro gentilicio. Hasta otra oportunidad.

 

ALJER “CHINO” EREÙ.-.

#columna

#cronicasaltoapureñas

#aljer

#guasadualito

#apure

#sanfernandodeapure

#senderosdeapure

#yoamoapure

#venezuela






VENTA: LIBRO DIGITAL PROMOCIONAL. 5$ (BCV). DALE CLICK.

VENTA: LIBRO DIGITAL: SENDEROS DE APURE. 5$ (BCV). DALE CLICK.

VENTA: LIBRO DIGITAL: YO AMO APURE. 5$ (BCV). DALE CLICK.

VENTA: LIBRO DIGITAL: EDUARDO: HUMANIDAD. 5$ (BCV). DALE CLICK.

VENTA: LIBRO DIGITAL: GERENCIA DE MEDIOS II. 5$. (BCV). DALE CLICK.

VENTA: LIBRO DIGITAL: POSTALES DIGITALES. 5$ (BCV). DALE CLICK.