José Luis Rangel, gerente
comercial de ESET Venezuela, recomienda que hay que formar, comunicar y
concienciar acerca de la ciberseguridad si queremos usuarios que estén más y
mejor preparados para hacer uso de la tecnología de forma segura.
Prensa. ESET.
Los términos
ciberciudad, ataques cibernéticos, protección de datos e hiperconectado, aunque
son conceptos virtuales, forman parte de la vida real ya que todas nuestras
acciones en la red necesitan protección ante situaciones peligrosas, así como
queremos sentirnos seguros en la casa o cuando vamos al trabajo.
Según José
Luis Rangel, gerente comercial de ESET Venezuela, es necesario formar,
comunicar y concienciar acerca de la ciberseguridad, “si queremos usuarios más
y mejor preparados para hacer uso de la tecnología de forma segura”. Así lo
afirmó recientemente durante su participación en el ciclo de conferencias de
Smart Caracas Initiative y AJE-USB, con el tema Ciudades Inteligentes y
Ciberseguridad.
Pero ¿qué es
la ciberseguridad? el experto explicó que es el conjunto de herramientas,
políticas, conceptos de seguridad, salvaguardas de seguridad, directrices,
métodos de gestión de riesgos, acciones, formación, prácticas idóneas, seguros
y tecnologías que pueden utilizarse para proteger los activos de la organización
y los usuarios en el ciberentorno.
Mientras que
una ciudad inteligente es aquella que utiliza todo el potencial de la
tecnología y la innovación, junto al resto de recursos, “para promover de
manera más eficiente un desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos”, señaló Rangel.
“La
ciberseguridad en una ciudad inteligente es la capacidad de las autoridades,
sus ciudadanos y las empresas que hacen vida en ella para reducir los riesgos o
amenazas cibernéticas ante los que están expuestos cuando realizan sus
actividades o cumplen sus funciones en el ciberespacio”.
Ataques cibernéticos cada vez más frecuentes
Sostiene el
experto que los ataques cibernéticos son posibles porque existen
vulnerabilidades, entre estos ataques están el ransomware, que es una actividad
a través de la cual se toma control de un dispositivo y se encripta la
información. A cambio de recuperar el control y la información, se exige el
pago de un rescate.
“También
encontramos la ingeniería social, que es un conjunto de técnicas dirigidas a
manipular psicológicamente a los usuarios para que tomen una acción
comprometedora”. Por otra parte, están los ataques de denegación distribuida de
servicio (DDoS) que son un intento de dejar un equipo o una red sin disponibilidad
para sus usuarios originales.
En la lista
igual están las redes trampa (wifis falsas), el phishing (que es el envío de
mensajes mediante una identidad que parece ser legítima, para lograr el
objetivo de intrusión y ataque); los mail spoofing (suplantación de origen de
correo electrónico); spam o correo no deseado; troyanos (que son virus para
controlar un equipo, robar los datos e introducir más software malicioso); man
in the middle, también conocido como ataque de
intermediario.
Consecuencias de un ataque cibernético y cómo evitarlo
El impacto se
refleja en todo lo relacionado con la vida real: interrupción de servicios
críticos de la ciudad como la energía, suministro/tratamiento de agua,
movilidad, salud, control de tráfico, entre otros.
También se
reduce la productividad de los trabajadores, afecta la recaudación de ingresos
propios municipales; imposibilita la prestación de servicios al ciudadano, como
la realización de trámites tributarios, por ejemplo.
Puede también
dañar la reputación de la administración municipal y generar desconfianza;
violar las leyes de privacidad y confidencialidad de datos, lo cual puede
generar investigaciones y sanciones y puede ocasionar, además,
desestabilización política, económica, o social.
Rangel puso
como ejemplos de ataques cibernéticos el ocurrido en agosto de 2021, cuando los
datos de la Alcaldía de Santa Fe de Antioquia, Colombia, fueron secuestrados y
utilizados con fines extorsivos. “Como consecuencia, los ciudadanos no pudieron
realizar trámites virtuales y se dispuso congelar las cuentas municipales”.
En junio de
ese mismo año, la Universidad del Bosque de Bogotá comunicó a toda la comunidad
académica que había sido víctima de un ciberataque de seguridad, por el cual
algunos de sus sistemas internos quedaron comprometidos. “Presuntamente, dicho ataque tuvo lugar a
través de una denegación de servicios distribuida y trajo como resultado el
bloqueo de las actividades administrativas y académicas por varios días”.
¿Cómo
proteger a las ciudades inteligentes?
1. Identificar los activos y actores que se
van a proteger.
2. Establecer mecanismos de gestión de la
ciberseguridad.
3. Institucionalizar la ciberseguridad.
4. Integrar la seguridad de los datos
confidenciales de la ciudad y los datos personales.
5. Integrar los proveedores a la
ciberseguridad.
6. Educar, comunicar y concienciar acerca de
la ciberseguridad.
7. Disponer de financiamiento y seguros para
ciberseguridad.
Rangel
participó en el ciclo de conferencias de Smart Caracas Initiative, realizado en
agosto, y en donde se presentaron y desarrollaron entre otras cosas ideas
orientadas a la digitalización, automatización y optimización de los aspectos
cotidianos de la ciudad de Caracas.
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