Vladimir Hidalgo Loggiodice.
Los ojos del planeta están sobre Catar por la celebración del Mundial de Fútbol, maravilloso deporte, cautivador y preferido de la mayoría de los mortales. Ello motiva dedicar este capítulo a un excelente futbolista y mejor formador de niños y jóvenes en dicha disciplina. Pablo Ramón Jiménez y Liria Uviedo de Jiménez oyen el primer llanto de su hijo Pablo José Jiménez Uviedo el 31 de enero de 1968 en la capital apureña. Siendo muy niño, una sobrina empieza a llamarlo Tachi y le cambia el nombre por siempre. Seis hermanos completan la felicidad del hogar, María, Argenis, Carlos, Robert, Yadira y Paola. Viven en el barrio La Playa y asiste por tres años a la escuela del sector que lleva el mismo nombre. Luego residen en la Av. Caracas, frente al Colegio Diocesano y a escasa distancia del Polideportivo San Fernando. Termina la primaria en la EB Serafín Cedeño.
El padre de
estricto carácter solo entiende que los hombres nacen para trabajar y no para
jugar pelota. El ruido producido por entusiastas muchachos practicantes del
balompié en el poli lo llena de emoción y curiosidad, y desde los doce años le
caza los tiempos a su viejo para escapar, por la puerta de atrás de la
vivienda, hasta el centro deportivo. Eso le modifica la vida radicalmente y
acepta de inmediato que estará ligado a ese lugar y práctica hasta sus últimos
días. Patean el balón descalzos en instalaciones de precarias condiciones, pero
eso no impide que la pasión aumente. Sus primeros entrenadores son Orlando Gil,
Oscar "Batero" Ibáñez y Luis Hernández, sintiéndose más motivado con
el primero.Todas las tardes, después de finalizar las tareas de la escuela y
casa, inicia las caimaneras junto a José "Pechepe" Rebolledo, Argenis
Jiménez, "Mayiyi", Freddy Rebolledo, "Bolón", Grisel Silva,
"Muñeco", Héctor "Manare" Rondón, Simón "Mon"
Vargas, Reddy "Tatá" Vargas, entre otros.
La
remodelación de la cancha inspira mejores acondicionamientos y organización.
Crean el Club Polideportivo FC, y la fiebre por el fútbol se contagia entre los
vecinos. Compiten en todas las categorías menores logrando la mayoría de los
trofeos campeoniles. Desde el arranque es fijo en el medio campo. Su
versatilidad lo hace dueño de ese sector y es la referencia a tomar en cuenta
por los rivales para poder acceder a la conquista del gol, tarea que Tachi les
hace muy comprometida. Simultáneamente alcanza el básico de bachillerato en el
liceo Miguel Ángel Escalante. En cada jornada de juegos los profesores tienen
la misión de lograr el permiso de su padre, quien aún no se convence que la
redonda puede traer frutos a su residencia. Representa a Apure en todos los
niveles infantiles y juveniles de competencias zonales contra Guárico y
Amazonas, en búsqueda del cupo a los nacionales. Toman por hábito arrasar en
esa instancia, pero no asisten a la fase posterior por falta de recursos. El
liderato de goleadores queda en su poder varias veces. Hace el cuarto año en el
Francisco Lazo Martí y ya con dieciséis abriles comienza a pensar en grande.
La etapa de
amateur la realiza por completo con su amado club, donde se consagra en varias
oportunidades en la cima de anotadores. También triunfa en futbolito con las
divisas 19 de Abril, Samán Llorón, Supnesas de Manuel Vivas, Atlético San
Fernando y HL de Gerardo Milano, Jobalito de Óscar Ibáñez, Ferretería Metropol
de Nino Lioi, Unellez y otros. Un estudiante de la Unellez, de apellido Morea,
que entrena con él le convence de mostrar sus condiciones y habilidades al
equipo profesional Arroceros de Calabozo en 1984, que da sus pasos iniciales en
segunda división y carece de casa club. Gerardo Milano le apoya con los pasajes
y entrena lunes y miércoles de tres a seis de la tarde, luego se va a la
carretera nacional Calabozo-San Fernando a esperar el autobús que pasa a la una
de la madrugada. Ningún obstáculo puede con él. El técnico Adolfo
"Castrín" Castro se impresiona con su adaptación al sistema táctico
planteado y condiciones físicas inmejorables. En un partido de pretemporada
contra Minerven de El Callao muestra de qué está hecho, ganan 2x1 y obtiene la
titularidad soñada. Quedan campeones esa temporada y suben a primera división.
Ese ascenso
es muy rápido para un plantel que aún necesita acoplarse a las exigencias de
una liga muy competitiva. Eso significa contratar jugadores con experiencia,
logística mayor, gastos de viajes, nuevos retos para los cuales Arroceros no
está preparado. Prácticamente enfrentan a grandes agrupaciones con una nómina
juvenil y veteranos cuyos mejores momentos están en el pasado. Tachi permanece
por más de cuatro años ahí sin que ese once levante cabeza. Contra el Caracas,
Pepe Ganga Margarita, Mineros de Guayana, Deportivo Táchira y otros monstruos
del balompié nacional no tienen la menor oportunidad de avanzar. La directiva
de los guariqueños no conoce el oficio ni disponen de capital, por lo que el
desafío les queda grande y desaparecen.
El argentino
Castrín, especialista en subir oncenas de segunda a primera división, logra que
Industriales de Caroní lo contrate. "Íbamos bien en la tabla de
posiciones. Yo punteaba la lista de goleadores. Luchábamos para ascender a
primera. Pero el equipo no disponía de plata y Castrín abandona la causa por
falta de pagos. Permanecimos aguantando la pela, a veces no teníamos para comer
y cancelar el alojamiento. Habíamos clasificado para la segunda fase del
campeonato, sin embargo no se pudo culminar la temporada". Regresa a su
ciudad natal a laborar en el bufete de su tío abogado Castor Uviedo, pero meses
después, en 1991, ficha con el poderoso Marítimo de Caracas de la máxima
jerarquía.
Marítimo ya
posee en sus vitrinas varias copas y jugadores de primera línea, Noel
"Chita" Sanvicente, Héctor Rivas, Mon López, Franco Ricci, Nelson
Gómez, Juan Manuel Mauro y una plantilla consolidada en todos los sectores del
campo. No logra ser titular y lo ceden, en calidad de préstamo, al Galicia de
Caracas para adquirir mayor experiencia. Fortalece el mediocampo y se alzan con
el título de campeones ese año. Galicia toma interés en comprar su pase y
Marítimo exige mucho dinero, lo que frustra la transferencia. Posteriormente
intentan venderlo a un conjunto de Barinas, Tachi se opone y decide abandonar
esta profesión con veinticuatro primaveras.
De nuevo en Apure retoma sus estudios de secundaria en el instituto nocturno Francisco Estévez y en 1993 ingresa en la UPEL para obtener el pergamino de Profesor, mención Ciencias Sociales. Contrae matrimonio en 2001 con Tibisay Bolívar y procrean sus hijos Estefanía y Stevens. Paralelamente, juega al balompié en categoría libre y refunda, junto a "Pechepe" Rebolledo, Rivaldo Rebolledo y Octavio Aguirre, el Club Polideportivo FC que se mantiene en el tiempo. Labora de docente en el Colegio Diocesano por cinco años y luego consigue cargo de alguacil en los tribunales civiles, jubilándose tras más de dos décadas de servicios. "Actualmente tenemos en el club más de doscientos niños y jóvenes que formamos en este deporte. Cubrimos todos los niveles, desde compotas hasta libre. Participan en los torneos con gran cantidad de galardones en su haber. Viajan regularmente a competir en copas de otros estados, aún con las dificultades existentes".
"Si tuviera la oportunidad de nacer nuevamente sería futbolista, por ser un deporte muy bonito y apasionante". Con ese amor ha vivido Pablo "Tachi" Jiménez todas las etapas de esta disciplina, que lo llevan a visitar el polideportivo a diario. Sin dudas, es un Personaje de mi Pueblo.
ENLACE:
https://hidalgovladimir.blogspot.com/2022/11/pablo-tachi-jimenez-futbolista-y.html
*** Edición y Montaje, Lic. Wladimir José Hidalgo Benítez.
***
Agradecemos a nuestro amigo Tachi la amabilidad de recibirnos en su residencia
y con sus humildes palabras diseñar este trabajo.
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