COLUMNA VENEZUELA LEGENDARIA.
Por Dr Duque Uviedo.
EL VIEJO DEL RÍO EN INVIERNO.
Allá va el Viejo del río - no olvida su juramento - va navegando agua abajo - sufre penas y tormentos - pero no afloja su idea - de vengarse por completo - del cobarde criminal - ya lo pueden dar por muerto - lo ha rastreado mil kilómetros - hasta Apure en campo abierto- en verano a caballo - y embarcado en invierno - por siempre el Viejo del río - sonará en el llano adentro " .
Dedicamos este espacio periodístico a esta obra perteneciente a la corriente literaria de la novela regional de los autores apureños Alexis Machado Espinoza y Ralo Nuñez ( EL VIEJO DEL RIO ) , una joya literaria que retrata el llano legendario con descripción y narrativa digna de un best seller . Hoy copiaremos algunos fragmentos que nos ambientan en esa etapa invernal con la sabana anegada , ríos y caños desbordados y aguaceros diluvianos .
(Párrafos tomados de la novela "EL VIEJO DEL RIO" (Capítulos: I y IV.) .
"El cielo se ha convertido en un gran nubarrón gris plomizo, saturando de fresca humedad a la brisa vespertina, que pasa presurosa por la costa del monte, barriendo el polvo con la hojarasca suelta, mientras que al mismo tiempo va meciendo las ramas de árboles y arbustos que limitan con el claro de la sabana afuera, vaticinando la proximidad de un torrencial aguacero con imponentes chubascos entre raudos relámpagos y truenos ensordecedores que ya comienzan a enseñorearse sobre la atmósfera de este tramo del llano.
Una vez más vuelven las lluvias a desparramar sobre la sabana, los campos y montes contiguos del río, sobre el mismo cauce de este contenedor y transportador de las aguas de la llanura; vertiendo su cargamento de humedad, frescura, esplendor, verdor, tersura, candidez, armonía y esa belleza fascinadora; que por obvia evidencia resulta del cúmulo de todas estas bondades, que otorga la naturaleza cuando irrumpe en la zonas tórridas la temporada lluviosa después de una larga ausencia.
Al comienzo de la estación la pluviosidad es recibida con frenético entusiasmo por todas las formas de vida que conforman las comunidades biotas, pero a medida que las precipitaciones van acentuando su rigurosidad, entonces los seres vivos, específicamente los animales silvestres deben buscar cobijo en su medio ambiente vegetal y terrestre para capotear los gélidos vahos ahítos de humectación que se desprende del temporal excesivo que se abate inmisericorde sobre su entorno.
Por fin la avalancha lluviosa va mostrando signos de ir amainando a través de llovizna refinadísima, que lucha agónica por mantenerse sobre aquellos predios semi selváticos; persistiendo en su rociada, sostener el brillo acentuado sobre la vasta vegetación, generado un natural barnizado reflejo por la tibia luminosidad de un radiante sol mañanero que promete propiciar un nuevo y hermoso día despejado..." "La tarde fenece bañada de arrebol y acuarela, de esa nostalgia vespertina muy singular de los atardeceres ribereños en los ríos llaneros del trópico; irradiados de esa tenue luminosidad crepuscular, que le pone matices mezclados de rosa y turquesa, de oro y plata; arrancados a contraluz de la superficie de las aguas por el fulgor de un sol rojizo que agoniza.
El atardecer se rinde dócil y sosegado bajo el rumor suave de un viento sutil, que produce un susurro entre los manglares, tal vez revelando secretos imperceptibles del río, haciéndole música de fondo, el canto abrumador de las aves del entorno vegetal que bordea a estas márgenes fluviales, quizás manifestando al unísono en sus trinos melancólicos un desagravio por el acabose de otro segmento diurno en este mundo natural. Un canoero se desplaza en su embarcación con pausados movimientos por aquellas aguas mansas en pleno mes agosto." " Es tanta la quietud del ambiente percibido en derredor, que la vista del paisaje se confunde en una gran imagen homogénea, como plasmada en un vasto lienzo de luces y efectos dentro del plano fascinante que ofrece el arte espontáneo de la madre Natura.
Juan Herrera piensa: <<Tan grande el mundo y tan pequeño yo>> Una veintena de pensamientos desfilan por su mente, percepciones del sentir rudo del hombre que vive y transita por estas soledades, sentimientos gratos salpicados a veces por el ennegrecido tinte de la adversidad y las cruentas circunstancias de la vida, que aunque está consciente, en su caso particular, que puede expresarlos con la fluidez elocuente que desea, sin embargo prefiere sentirlos y vivirlos también. Dentro de su canoa lleva un montón de esperanzas junto con arpón, tarraya y escopeta..."
(Instagram: @elduquedeapure)