Prensa. Voanoticias.
Venezuela
entró en conteo regresivo cuando faltan apenas 72 horas para la fecha anunciada
por el presidente interino Juan Guaidó, el sábado 23 de febrero, cuando daría
inicio a la entrega de lo que ha descrito como "una avalancha" por
aire, mar y tierra de ayuda humanitaria a la nación sudamericana.
Con
gobiernos como el de Estados Unidos, de países de la región y de Europa atentos
a lo que pueda ocurrir, cada vez es más tensa la situación mientras el
presidente en disputa Nicolás Maduro y los militares cierran filas en el afán
de no dejar pasar los alimentos y medicamentos acopiados en Colombia, Curazao y
Brasil.
"Atención
con esto, el 23 de febrero habrá movilización en toda Venezuela", alertó
Guaidó el miércoles en una manifestación de transportistas en Caracas.
Explicó
que todos deben estar atentos porque la entrada no solo se hará a través de
Cúcuta, Colombia, donde están acumuladas unas 100 toneladas de alimentos y
medicamentos donados por Estados Unidos días atrás.
"Estarán
las brigadas voluntarias y las brigadas humanitarias, que aquí hay muchas,
trasladándose a los puntos de frontera", dijo. "No solamente es
Cúcuta, no solamente es Táchira (...) Atento Bolívar, es un punto importante de
acceso. Por mar también vendrá ayuda humanitaria, así que Puerto Cabello, en La
Guaira, muy pendientes a la movilización, como todo el país".
El
miércoles la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció que el
cierre de la frontera es por tiempo indefinido y que están "bajo
revisión" las relaciones con Aruba, Curazao y Bonaire.
Explicó
durante una aparición en la televisión estatal que la medida responde a la
decisión de Curazao de ser centro de acopio para una "supuesta" ayuda
humanitaria. El canciller Jorge Arreaza ha sido encomendado para revisar las
relaciones con las islas holandesas.