Opinión.
Alexis Tovar. Paseando entre el cuento del coco, la teoría del miedo, el camino al
progreso y la geopolítica, rumbo al 07 de octubre, a solo días de las
elecciones una de las últimas armas usadas por el equipo de marketing político
del candidato oficialista ha sido inventar un documento presuntamente emanado
de la mesa de la unidad que han denominado como “paquetazo” y aplicando "la
teoría del miedo” se lo presentan al electorado como “el plan de gobierno que
se aplicaría al ganar Capriles las elecciones”, endosándole a la MUD la aplicación
de la mencionada teoría.
Pero a esta estrategia producto del desespero
se le notan por todos lados las costuras y son puntadas dadas con hilos rojitos
que resaltan como una mosca en un pastel “quitarán las pensiones” ,“eliminarán
las misiones” , “privatizarán PDVSA y CANTV” , “aplicarán reglas capitalistas y
neoliberales” en fin, le están echando al electorado el cuento del coco,
acompañado de promesas electoreras como “convertir tal o cual estado llanero en
potencia agroindustrial,” promesa que fue bandera del actual presidente hace 14
años y que no logró concretar, pero que en los próximos 6 años si lo hará, es
como el cuento del muchachito travieso que le dice a la mama y sus maestros
“prometo no portarme mal nuevamente” y al día siguiente pone el salón de clases
patas arriba.
Hemos visto las caras de candidato del
Presidente y ya sus cuentos y juegos de bonachón querendón y hasta llorón no
convencen a un país que está cansado de promesas, cuentos, chistes y cháchara y
quiere progreso, seguridad, empleo, calidad de educación sin ideologización,
buenos centros de salud, vialidad e infraestructuras en buen estado, una
verdadera seguridad agroalimentaria sustentada por una producción 100%
venezolana.
Un país que produzca para exportar y no que
importe todo lo que consuma, un gobierno que se ocupe de los problemas de
Venezuela y no que despilfarre millones y millones de dólares en otras naciones
con el solo objetivo de fortalecer la imagen política de su mandatario en
detrimento del pueblo, una PDVSA que vuelva a ser ejemplo de producción a nivel
mundial y que sus ingresos sean de verdad destinados a mejorar la calidad de
vida de todos los venezolanos y aquellos que acogieron nuestra amada patria
como su terruño, un país de inclusión y apertura en donde no se filtre con
listas políticas para beneficiar a las personas.
Un país con seguridad
jurídica y económica que garantice la inversión y que esa inversión le
retribuya al venezolano más empleo y más desarrollo, lejos del cuento de “ser
rico es malo” no seremos una nación de ricos, pero queremos ser un país en
donde el poder adquisitivo del venezolano le permita cubrir el costo la cesta
básica sin quedarse “limpio” para los otros gastos como pago de servicios de
telefonía celular, gastos médicos, etc.
Esto no es más que el
país con el que este humilde servidor, hijo de un gran sindicalista y una excelente
educadora con mis 42 años de vida ha soñado y que ese sueño sé que es posible
porque SOMOS HIJOS DE UNA PATRIA que guarda en su subsuelo la más grande
reserva petrolera del mundo, somos un país rico, pero desafortunadamente hasta
ahora con una mala gerencia, todo ello porque el actual mandatario dejó perder
su proyecto entre la maraña de aduladores que lo rodeó y que él en una pésima
estrategia ajedrecista solo se dedicó a enrocar esas piezas con miras a
fortalecer un proyecto político y no una nación productiva como lo era
Venezuela hasta hace 10 años, producíamos el mejor hierro, bauxita y acero, el
mejor aluminio, el mejor cemento tipo portland, el mejor café, carne y leche
hasta para exportar, el mejor arroz, la mejor harina de maíz, productos de
cuero de óptima calidad, el mejor algodón y sus productos derivados, el mejor
petróleo y sus derivados, la mejor caña de azúcar, productos estos que junto a
las computadoras VIT, las Canaimitas, y los Vergatarios.
Aunado a ello nuestra privilegiada ubicación
geográfica, nos tendrían ubicados en una envidiable posición en el mercado
mundial. Es por todo esto que me atrevo a decir que antes de hacer geopolítica
y fortalecer a juro un proyecto político primero se debe apuntalar el
crecimiento de nuestra nación en lo moral, económico, político, social,
espiritual y cultural y una vez logrado esto con esa fortaleza ni siquiera
tendríamos que pelear como recientemente lo hizo el actual y saliente gobierno
para ingresar a un MERCOSUR, porque serían esos organismos los que le pedirían
a Venezuela que formara parte de ellos y hasta podríamos poner condiciones para
afiliarnos, seríamos una nación respetada.
Para finalizar estas
líneas lo hago con la siguiente reflexión: el camino está hecho, la meta está
definida, el único paso que falta para concretar esta primera etapa de la
Venezuela que queremos es SALIR A VOTAR, salir tempranito el próximo 07 de
Octubre llenos alegría, esperanza y sin miedo a depositar en las urnas nuestro
voto que es el arma más contundente que tenemos como Pueblo Soberano, la más
codiciada y temida por los políticos.