Tarjetas y unidades
Editorial. Notisemana. Los partidos que decidieron competir en las venideras elecciones del 7 de octubre, así como los que quedaron al margen están comprometidos hasta ese día. Ni un minuto más. Algunos más valientes que otros decidieron medir su fuerza y otros con el pretexto de la unidad se adosan a la tarjeta mayoritaria para poder sacar sus cuentas sin calculadora ni cifra que los sepulte. Las tarjetas estás pegadas con saliva de loro a la espera de los resultados.
En el caso de los partidos que aseguran que retiraron su tarjeta por beneficio de la unidad y que lo importante es masificar y mezclarse en uno solo para darle la victoria a su pupilo, se contradicen cuando aparecen en los actos con sendos afiches donde su logotipo es superior a la propuesta y arropan con banderas de su partido al candidato y por ningún lado muestran los colores de la unidad, tarjeta por la que invitan a votar.
Sus partidos están presentes en la campaña pero no en el tarjetón. Trabajan por su partido pero no lo exponen. ¿Inexplicable? Es ahí donde se nota el miedo y el acomodo. Después del 8 volverán a exigir sus tarjetas y su presencia, no aceptarán ir de incógnitos con sus candidatos regionales, ahí sí importan los números propios, mientras tanto a vivir de rentas.
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