Prensa.
EFE. La súper
tormenta causó los peores daños en 108 a los de historia del sistema de tren
subterráneo de Nueva York. Más de 8 millones de personas en EE UU sufrieron
cortes en los suministros de electricidad. El presidente Barack Obama emitió la
declaración de desastre mayor en Nueva York y en Long Island.
Las
penurias ocasionadas por la supertormenta Sandy se agravaron el martes, cuando
millones de habitantes en la costa oriental de Estados Unidos debieron
arreglárselas sin energía eléctrica ni transporte colectivo, un problema que
durará días y que ha dejado a la ciudad de Nueva York sumida en una calma
tétrica.
El número de muertos en el país aumentó a por lo
menos 48, en muchos casos personas aplastadas por árboles caídos. Mientras, las
labores de rescate continuaban. La tempestad, que tocó tierra el lunes por la
noche en el estado de Nueva Jersey, con vientos sostenidos de 130 kph (80 mph),
cortó el suministro de electricidad de más de 8,2 millones de personas, desde
las Carolinas hasta Ohio, y obligó a suspender la campaña electoral, a una
semana de los comicios presidenciales.
Nueva York fue uno de los lugares golpeados con
más fuerza. Su corazón financiero en el Bajo Manhattan cerró por segundo día
consecutivo y varios torrentes de agua de mar caían hacia los huecos de la zona
en construcción en el Centro de Comercio Mundial. La tormenta causó los peores
daños en los 108 años de historia del sistema del tren subterráneo de Nueva
York, de acuerdo con Joseph Lhota, presidente de la Autoridad Metropolitana del
Transporte.
No había indicios sobre la fecha en que el sistema
más grande de transporte en Estados Unidos volverá a la normalidad, aunque el
alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo la mañana del
martes que prevé que algunas rutas de autobuses se reanuden por la tarde.