Prensa.
Meridiano.
Desde que comenzó la serie, el
abridor de los Cardenales de Lara, Máximo Nelson, insinuó que los Navegantes
del Magallanes tenían "miedo" a enfrentarlo. El dominicano vio su
salida contra los bucaneros como un reto personal. Sin embargo, no era el único
duelo que tenía que superar. Tendría que derrotar en el morrito a Gustavo Chacín para así nivelar la serie. Vencieron a
los bucaneros 3x0. La instancia se muda a Barquisimeto, donde los pájaros rojos
tuvieron foja de 7-1 en la postemporada.
Los
primeros cuatro actos fue un duelo de pitcheo con sus circunstancias. En el
primero y el segundo, la toletería eléctrica sonó al quisqueyano con sencillo
de Endy Chávez, boleto de Andrus y larga conexión de Eliézer Alfonzo que
amenazó con irse y por el mal corrido de las bases hizo crecer al iniciador. "Me estaba cuidando de
sus bateadores, especificamente de Sandoval porque tiene mucha fuerza",
indicó el serpentinero al caer el out 27. "Para
sacarlos de paso me ayudé en la recta cortada y funcionó.
En
su trajinar estaba Chacín con sus antecedentes favorables frente a los
dirigidos por Pedro Grifol. El zurdo limitó a los crepusculares a dos carreras
limpias en 16.2 innings, con 11 ponches y un boleto en tres enfrentamientos
contra el equipo en el que jugó los primeros seis años de su carrera en la
LVBP. Sin embargo, había tendencias alentadoras por parte de los occidentales.
Su orden al bate conectó de .315 (146-46) frente a serpentineros de la mano
equivocada en la semifinal. Además, había otro dato a considerar: Chacín
matriculaba en finales 12 carreras limpias en 20.2 tramos (5.24 de
efectividad), ha ponchado a 12 rivales y regalado cinco pasaportes.
Esta
fue la tesis que se impuso en el quinto cuando Luis Valbuena la desapareció, Robert Pérez y Gabriel Noriegapegaron doblete y Yangervis
Solarte un inatrapable y castigarlo con tres limpias y poner fin a su noche. "Estaba esperando el
pitcheo para hacer el contacto", dijo Valbuena sobre el estacazo de
largo alcance. "El
batazo sirvió para despertar a mis compañeros". Las ofensivas
tuvieron que lidiar con buen pitcheo y con un actor secundario: el árbitro
principal. Su zona bastante amplia, inestable con los pitcheos en las esquinas,
desconcertó las estrategias e influyó significativamente en el desarrollo del
partido. "El show
del árbitro comenzó después del séptimo. Hablaré con mis peloteros, porque en
estas situaciones deben botar al manager y no a los jugadores. No deben perder
la concentración", argumentó Luis Sojo.
El
bullpen de Lara solamente le dieron dos imparables para guiar el camino. Fue
así, cuando en el final del noveno, faltando dos out, un fanático en tono de
sorna dice la frase que sirvió el colofón del partido: "Ya apareció la
Harina Pan. La tenían los magallaneros en el José Bernardo Pérez de
Valencia". Con
sarcasmo se selló la primera blanqueada que le propinan los Cardenales a los
Navegantes en una final.
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