A la ofensiva no estaban estrellas como Pablo Sandoval y Elvis Andrus, y en el pitcheo tampoco figuraban Carlos Zambrano o Gustavo Chacín, por mencionar dos ejemplos. Este roster fue lo mejor que pudo conformar la gerencia del barco para viajar a Hermosillo y lo pagaron caro. Apenas lograron ganar dos partidos y perdieron cuatro. Magallanes inició la justa caribeña con una derrota ante los Leones del Escogido y cerraron de la misma forma, al caer ayer 4 carreras por 2.
“Fue una Serie del Caribe con más pena que gloria”, dijo Luis Blasini, gerente deportivo del barco. “No pudimos batear. Hay que destacar el pitcheo de Magallanes, que estuvo muy bueno, pero no la parte ofensiva. Creo que en toda la Serie, en dos o máximo tres oportunidades pudimos ligar par de hits seguidos. Nunca dimos tres hits consecutivos. Inclusive, en uno de los juegos que ganamos lo hicimos con menos hits que el rival”.
El mánager de la nave Luis Sojo, quien por cierto no estuvo disponible para hablar con la prensa después del juego, había acotado que muchos de sus bateadores llegaron fríos a Hermosillo, luego de una semana de descanso mientras se disputaba la final entre Magallanes y Cardenales. En las justas caribeñas, por su formato de un juego tras otro en el mismo parque, no se suelen tomar prácticas de bateo antes del juego. Eso también pudo haber afectado a los maderos.
Lo cierto es que la ofensiva venezolana fue la peor del campeonato. Culminaron últimos en todos los renglones ofensivos: average (.165), OBP (.211) y SLG (.293). También en carreras anotadas (12 en total. A razón de dos rayitas por juego), dobles (4) y ponches recibidos (50). Los únicos toleteros que sacaron el pecho fueron José Castillo y Mario Lissón.
“No hay buscar excusas. Nunca se calentó el equipo”, prosiguió Blasini. “Estuvimos bastante disminuidos con respecto a los rivales desde el aspecto ofensivo. Habían unos jugadores bastante fríos. Este fue el mejor equipo que logramos ensamblar en el poco tiempo que tuvimos y aquí están los resultados”.
Si la ofensiva hubiese bateado un poco más, sin necesidad de bombardear Hermosillo, los resultados podrían haber sido distintos por el buen pitcheo que contó Magallanes, tanto abridor como relevista. De manera colectiva, los brazos patrios se combinaron para efectividad de 3.12, la segunda mejor del torneo, solo superados por los serpentineros dominicanos.