Prensa.
Diario El Nacional.
El aspirante presidencial prometió en Bolívar firmar las
contrataciones colectivas. En Anzoátegui participó en una asamblea popular
ALEX VÁSQUEZ S.
Un sol
intenso. La temperatura en 36 grados centígrados. La gente, en la avenida
Angostura de Ciudad Bolívar, va perdiendo el ánimo. Tienen más de dos horas
allí. Hasta los vendedores ambulantes se cansan y reposan bajo la sombra del
algún árbol. Pero en el minuto en que advierten su presencia, en que se
aproxima el autobús blanco, hay una inyección de adrenalina. En el remolino que
se arma alrededor de la puerta del vehículo en el que llegó caen gorras,
zapatos, lentes y celulares. En medio del forcejeo, Henrique Capriles Radonski
alza la mano y saluda a quienes lo esperaban.
Cuando por fin se monta en la
pick up en la que participó una caravana de cinco kilómetros, su camisa ya está
rota. Le tienen que conseguir una de las que venden en la caravana, que dice:
“Venezuela somos todos”. Arrancó
la caravana y la gente corría alrededor de la pick up. Otros, luego de verlo,
fueron a sus carros, a sus motos, para seguirlo por toda la ruta. En el camino,
un hombre trata de pasarle un bebé que no lleva camisa y el niño sufre y llora
en medio de los empujones. Fue imposible.
Una mujer joven y muy delgada atravesó, a paso decidido, el grupo de personas
que rodeaba la camioneta. Le dio un empujón a cada uno de los integrantes de
seguridad del candidato y, cuando él la fue a saludar, lo agarró y le estampó
un beso en la boca. Todos lo que iban en la camioneta rieron. Luego de
atravesar varios grupos de personas, en los que jóvenes se le colgaban de las
manos, en los que señoras le entregaban papeles, en los que la gente gritaba
desde los techos de las casas, Capriles llegó a la tarima, en una zona humilde
llamada Perú. Al subir, el candidato aseguró que cada vez que visita Ciudad
Bolívar, se siente más orgulloso de ser venezolano.
Confió en que si las personas se
movilizan, derrotarán al gobierno “corrupto e ineficiente”. Prometió que su
gobierno estará al servicio de los venezolanos. “Bolívar tiene muchos
problemas”, dijo el candidato. Una mujer gritó: “No hay Harina Pan, no hay
mantequilla”.
Sin servicios. Capriles lamentó que los venezolanos tengan
que lidiar con la violencia, con los apagones, con el problema del agua y los
servicios. “También hay que lidiar con el problema de la papa. Cuando usted va
al abasto hay productos que no se consiguen y es mentira que estén regulados”.
Dijo que el Gobierno es responsable del “paquetazo” que disminuyó el poder
adquisitivo de las personas, de que se haya incrementado la inflación, de que
haya crecido la violencia y de que se regale el dinero de los venezolanos.
“Por eso no quieren debatir,
porque la verdad los haría añicos. Yo quiero conducir este barco que se llama
Venezuela, porque quiero que los venezolanos puedan dormir tranquilos, tener su
plata en el bolsillo y nunca pasar hambre”, expresó el abanderado presidencial
de la Mesa de la Unidad Democrática.
A los habitantes de Ciudad
Bolívar, el candidato les prometió firmar las contrataciones colectivas y sacar
adelante las empresas de Guayana. “Al principio éramos miles, ahora somos
millones. Llegará el momento en que seamos una sola Venezuela. Lo que haya sido
bueno, hay que reconocerlo; lo malo, la historia se encargará de juzgarlo, pero
este es el tiempo del futuro”, agregó.
Una pancarta que tenían unos
jóvenes sobre un camión decía: “Vamos rumbo a la autopista de la esperanza”.
Cada cierto tiempo sonaba la nueva canción de la campaña del candidato: “Con
Capriles Venezuela somos todos. Pa’ dormir tranquilo, pa’ comer barato y vestir
como queremos”.
Luego de su visita a Ciudad
Bolívar, el candidato salió hacia El Tigre, en el estado Anzoátegui. Al llegar
fue hasta una televisora regional para dar una entrevista. Luego se dirigió a
la carrera sur, donde participó en una asamblea con ciudadanos que también lo
esperaron durante dos horas.
Con las 3 de ayer, Capriles ha efectuado 11 actividades y ha visitado 6 estados
en 4 días de precampaña.
El Dato
Al principio de la campaña, la
gorra tricolor se conseguía en 70 bolívares en los actos de Henrique Capriles
Radonski. Ayer en ciudad Bolívar la vendían a 150 bolívares.