Prensa. Diario El Nacional.
¿Es
esta la versión más completa de la Vinotinto beisbolera? Hay buenos
antecedentes, desde los Héroes del 41 hasta hoy
IGNACIO SERRANO
¿Es esta la mejor selección
nacional de beisbol que ha reunido Venezuela? Lo afirma un lector y de
inmediato volteamos al pasado. ¿Mejor en qué? Si se trata de
resultados, obviamente hay que esperar. La del Clásico Mundial de 2009 quedó
entre las cuatro potencias del planeta.
Yendo más lejos, se puede citar
la constelación de los Héroes del 41, los campeones mundiales de 1941, así como
sus secuelas de 1944 y 1945. O la escuadra que se tituló en los Juegos
Panamericanos de 1959, en Chicago, acaudillada por Dámaso Blanco y Luis
Peñalver.
Claro, aquellas novenas estaban
cargadas de talento, pero la última era eminentemente amateur y las primeras,
aunque reunían a la mayoría de las estrellas del patio, con excepciones como el
Patón Carrasquel, mantenían el sello del amateurismo, ya que la pelota nacional
por esos tiempos era semi profesional.
Hubo una selección con los
grandeligas criollos para una exhibición contra las estrellas del circuito
cubano, disputada hace tres décadas en el estadio Universitario. Obviamente, en
ese tiempo no abundaban los bigleaguers.
Hubo que esperar a 2006 para
reunir un equipo de venezolanos con rotunda mayoría de jugadores procedentes de
la gran carpa, así que haremos la comparación entre esa divisa y sus dos
continuaciones, precisamente las que han sido parte del Clásico Mundial.
¿Cuál, en el papel, es la más
potente de las tres?
Este es el equipo de 2006, en
trazos gruesos, sin contar la banca ni todo el bullpen.
Víctor Martínez, estrella de los
Indios, y Ramón Hernández, titular de los Orioles, eran los receptores.
Carlos Guillén, uno de los
torpederos con mejor ofensiva del momento, defendió la inicial. Edgardo
Alfonzo, en la última parte de su notable trayectoria, estuvo en la intermedia.
Omar Vizquel, camino a su
undécimo Guante de Oro, fue el shortstop. Miguel Cabrera, cuarto bate de los
Marlins, cubrió la antesala.
Magglio Ordóñez y Bob Abreu, en
su mejor momento en las grandes ligas, compartieron jardines con Endy Chávez y
Juan Rivera.
Francisco Rodríguez era el
cerrador, al igual que lo era en Anaheim.
Los principales tres abridores
eran tres ases en pleno ejercicio: Johan Santana, a sólo meses de conquistar su
segundo Cy Young, además de Carlos Zambrano, número uno de los Cachorros, y
Freddy García, que en octubre había sido el ganador del último encuentro de la
Serie Mundial.
Este es el equipo de 2009,
también a mano alzada.
Guillén fue el designado, Cabrera
el inicialista, José López el camarero, Melvin Mora el antesalista y César
Izturis el torpedero; en los jardines patrullaron Abreu, Ordóñez, Chávez y
Grégor Blanco, con Rodríguez como cerrojo y una rotación que contó con Félix
Hernández, ya como número uno de los Marineros, además de Carlos Silva, Armando
Galarraga, Enrique González y Víctor Zambrano.
No asistieron V-Mart ni Santana;
Hernández era el único iniciador de peso y tanto Mora como Guillén e Izturis
habían empezado la línea descendente en las mayores.
En contraste, López estaba a
punto de convertirse en uno de los intermedistas con mejor ofensiva, pues
justamente ese año sacaría 25 jonrones con Seattle.
Si ha habido un Dream
Team venezolano,
tiene que haber sido la Vinotinto de 2006.
Es como si la actual selección,
que cuenta con bateo y defensa formidables, hubiera podido agregar, además, a
Martínez como designado, a Rafael Betancourt como cerrador y tanto al Gocho
como al Rey Félix.
El pitcheo es la mayor diferencia
en el papel entre la divisa de hace siete años y esta.
Aquella, paradójicamente, no pudo
trascender, al no producir los grandes bates. ¿Qué pasará en esta oportunidad?