Columna. Anghels
Santana
VENEZUELA
DESPIERTA Y REACCIONA ES EL MOMENTO
Hay que salir a
votar
Venezuela
es una tierra de gracia con inmensos recursos naturales renovables y no renovables
pero que lamentablemente muchos venezolanos viven en medio de la pobreza.
A
pocos días del evento electoral presidencial venezolano que nos dará un nuevo
presidente por primera vez en este milenio y quinta república será un civil. Es
cuestión que cada uno de nosotros pensemos bien a quien vamos a elegir para que
le dé rumbo al país que todos queremos y nos merecemos, siempre y cuando nos
pongamos de acuerdo y dejemos a un lado el odio, el rencor, la división y las
apetencias personales. Son muchos los venezolanos que han muerto en manos de la
inseguridad. Muchos de ellos en su mayoría padres y madres de familia que dejan
hijos huérfanos y a la deriva. Los venezolanos nos merecemos un país unido,
desarrollado, prospero para todos y no para un grupo que busca poder para
lucrarse económicamente.
Qué
queremos los venezolanos con el próximo presidente de la república? Que nos
saque de bajo, que nos ayude a echar para adelante para vivir mejor. Ya estamos
cansado de tanta violencia tanto física como del verbo encendido de aquellos
que tienen responsabilidad de gobierno pero que no la asumen para resolver los
inmensos problemas de los venezolanos. Se les va el tiempo que aprovechan en
los medios es para insultar al que piensa distinto a lo que ellos llaman
proyecto político revolucionario que no es otra cosa que la destrucción del
país tanto a nivel de infraestructura pero sobre todo en lo ético y moral.
Quienes son afecto al modelo político llamado socialismo hoy los podemos
definir así: Socialista es aquél que se hace gobernante para vivir como
burgués. Para muestra solo tenemos que ver a los que hoy nos gobiernan como
vivían antes y como a través del tiempo se han convertido en una nueva
burguesía venezolana. Ellos ayer andaban a pie, hoy exhiben en calles y
avenidas sus vehículos rústicos últimos modelos, sin mencionar hasta el cambio
de look y vestimenta. Hoy la riqueza se le nota hasta en lo obeso en que se han
convertidos. La mayoría barrigona y cachetona mientras el pueblo venezolano se
las ve difícil para encontrar alimentos ante la escasez de los mismos.
Llevamos
14 años con promesas que hasta la fecha se han quedado en eso: promesas. Cuando
se recorre el país nos damos cuenta de lo mal que estamos en cuanto a
infraestructura: vías en mal estado, falta de vivienda, hospitales y
ambulatorios incluso los de la red de Barrio Adentro dañados por completos,
escuelas con techos y baños en mal estado, etc. Eso sin mencionar aquellos
proyectos muchas veces mencionados en cadena nacional que supuestamente para
este momento ya deberían estar terminadas.
Como
país somos una tierra de gracia donde tenemos todo para ser una nación 100%
productiva pero que lamentablemente por mala política hemos ido perdiendo
nuestra independencia alimentaria donde la mayoría de los alimentos que
consumimos en el país son importados. A nivel regional los apureños nos fijamos
que tenemos inmensas sabanas totalmente improductivas. Cuesta ver una res o una
hectárea sembrada de maíz, sorgo, frijol, etc. Increíble que la carne que
consumimos los apureños sea importada y de paso mala.
Con
petróleo venezolano han progresado muchos pueblos menos el pueblo de Venezuela.
Esos países que reciben petróleo venezolano gozan de buen servicio eléctrico,
hospitalario, vivienda, vialidad, etc. Con nuestro petróleo se mantienen en el
poder sus gobernantes de allí que de una forma u otra apoyan al candidato del
continuismo oficialista ya que al tener otro presidente el petróleo venezolano
será para los venezolanos.
Llevamos
más de 100 días con Nicolás Maduro en el poder, y durante estos días se ha
devaluado la moneda venezolana y aumentado la inflación. A quién afecta más la
inflación? La inflación afecta al pobre más no al socialista comunista que se
hace gobernante para vivir como burgués.
El
pueblo venezolano es bueno, lamentablemente tenemos gobernantes malos. Tenemos
la oportunidad de cambiar esta situación si todos salimos a votar el próximo 14
abril teniendo conciencia ciudadana y del país que todos queremos pero que
tenemos que reconstruir a través del voto. Abstenerse de votar es dejar que
otros decidan por nosotros y seguir en lo mismo. Abstenerse a votar es cometer
pecado de omisión contra el cuarto mandamiento de la ley de Dios: Honrar
a padre y madre que implica también cumplir con nuestros deberes
ciudadanos. Tenemos prohibido quedarnos en casa y no ir a votar. Tenemos
prohibido dejar de votar para irnos de río o playa. Hay que votar dejando a un
lado el medio y el pésimo.
Anghels Santana
Twitter
@AnghelsSantana