Columna. Liliana Costa
El
embarazo y el posterior cuidado del bebé son sin duda dos de las experiencias
más gratificantes y felices para un sinfín de mujeres, que planean durante gran
parte de su vida la formación de una familia y se sienten dichosas cuando esto
sucede. Esta felicidad, completamente natural, queda sin duda empañada por un
aspecto que no todas tienen en cuenta antes de quedar embarazadas, los cambios
que experimenta el cuerpo femenino durante la gestación, y
que en no pocos casos producen modificaciones a posteriori.
De
esta manera, son muchas mujeres que se quejan de que su físico no es el mismo
tras el embarazo, y que encuentran grandes diferencias entre su nuevo aspecto y
el que tenían antes, especialmente en las caderas, el abdomen y el pecho. Y es
que si bien algunas consiguen volver a su peso anterior, no son pocas las que
descubren que a pesar de ello la ropa no les sienta igual y no se sienten por
ello bien en su cuerpo.
Y
es que no cabe duda de que tras un parto lo más habitual es quedarse con
algunos kilos de más, con la tripa flácida o la cadera con mayor diámetro, una
serie de cambios que no tienen por qué ser permanentes siempre que se mantengan
unas sencillas conductas de recuperación:
-Ejercita el suelo pélvico. Los músculos
que más perjudicados quedan tras el parto son los del suelo pélvico. De esta
forma, y aunque esta zona no es tan visible como el abdomen o el pecho, es
necesario trabajarlos a través de ejercicios específicos, de forma que no se
comiencen a producir pérdidas de orina u otros problemas relacionados.
-Fortalece el abdomen y la cintura.
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gimnasia muy económicas en las páginas de avisos gratis online para poner
en forma esta zona de la anatomía, que puede quedar con una pequeña acumulación
de grasa si no se hace nada para impedirlo, grasa que quedará para el siguiente
embarazo. Dedicar de cinco a quince minutos al día cuatro días por semana al
ejercicio de esta zona, siempre pasados tres meses desde el parto, evitará que
la barriga se descuelgue, y conseguirá que vuelvas a sentirte cómoda en tu
piel.
-Cuida lo que comes. Algo fundamental
para las mujeres que han pasado por un embarazo es cuidar los alimentos que
ingieren tras el parto. Llevar una dieta sana y equilibrada con un bajo aporte
calórico es esencial para que el ejercicio de fruto, y para ir perdiendo la
grasa acumulada. Además, la lactancia supone un gran gasto de calorías, por lo
que dar el pecho al bebé te ayudará a recuperar la figura más rápido.
-Arriba el pecho. El pecho, otra de las
partes del cuerpo que más perjudicada sale tras un embarazo y un parto, no se
volverá flácido tras la lactancia siempre que se realicen ejercicios para
reforzar la musculatura, ya que la glándula mamaria no supone un sostén por
ella misma. Y si bien es cierto que estos ejercicios sencillos son más eficaces
si se comienzan a hacer durante el embarazo, una vez que éste ha pasado pueden
volver a colocar el pecho en su sitio.
-Sé optimista. Nada conseguirá que
aprecies de nuevo los avances de tu cuerpo como sentirte bien contigo misma y
ver de forma positiva el camino para la recuperación de tu figura. Si piensas
que no podrás conseguirlo es más probable que desistas y vuelvas a llevar
hábitos sedentarios y negativos. Piensa además que en el caso de que te
incorpores a la vida laboral y encuentres un empleo, la
motivación será otra de las mejores maneras para animarte en tus objetivos e ir
sintiéndote bien contigo misma.