Santos fue el único gobernante en recibir a Capriles, quien tilda a Maduro de "enchufado e ilegítimo" y es acusado a su vez de la decena de muertos que dejaron los incidentes postelectorales, hasta que el viernes pasado hizo lo propio el de Chile, Sebastián Piñera. Piñera se cuidó, sin embargo, de no recibirlo en el palacio presidencial y optó por una casa particular, ni siquiera la suya.
Tras la reunión Santos-Capriles, Maduro denunció que desde "los más altos poderes del Estado" colombiano se conspiraba para derrocarlo y hasta asesinarlo, y que el líder opositor venezolano buscó allí ayuda en ese empeño, señalamiento que se repitió luego del encuentro Piñera-Capriles, aunque con una vehemencia menor.
El enojo de Maduro contra Santos no se repitió en el caso de Piñera, pese a que Capriles fue recibido por éste en la casa de un colaborador del dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990), de lo que más bien se valió el venezolano para estigmatizar esa reunión.
"Ahora la derecha se fue a buscar a Pinochet. Ustedes sepan que ayer hubo una cena en Santiago de Chile y el anfitrión de la cena (...) fue vicecanciller de Pinochet en la época de las torturas y de los desaparecidos en Chile", dijo el sábado sobre Jovino Novoa, subsecretario general de la dictadora chilena y actual senador.
Maduro se abstuvo de nombrar a Piñera, pero en contraste recordó que acusó a Santos de haber violado los acuerdos del 10 de agosto de 2010, cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas y cuando el mandatario colombiano acordó con el luego fallecido presidente Hugo Chávez preservar las buenas relaciones en un marco de respeto.
Al confirmar su encuentro con Santos, Maduro dijo el pasado martes que esperaba recomponer las relaciones y que en ello ponía su "mejor voluntad". "Una reunión de trabajo donde nosotros vamos con la mejor buena fe, la mejor voluntad, vamos con la voluntad chavista del amor por Colombia, porque nosotros aprendimos a amar verdaderamente a Colombia como concepto, como pueblo, como sueño, con Chávez", indicó Maduro en un acto de Gobierno.
"Creemos en la convivencia de hermanos, en la coexistencia pacífica de distintos modelos y vamos a conversar con el presidente Juan Manuel Santos y, ojalá, a restablecer las reglas del juego, las reglas de relacionamiento en base al respeto para la prosperidad de nuestros dos pueblos", indicó ese día.
Afirmó que en la reunión también tocará aspectos de la agenda bilateral, como la persecución a mafias del contrabando en la frontera común y, según José Vicente Rangel, que fue ministro de Defensa, de Exteriores y vicepresidente de Venezuela durante buen parte del mandato de Chávez, también sobre "un nuevo plan golpista"
Rangel ratificó este domingo las denuncias que ha efectuado en las últimas semanas en el sentido de que un sector de la oposición a Maduro compró 18 aviones para derrocarlo y que 5 de ellos ya se encuentran en bases militares que Estados Unidos tiene en Colombia.
"Una operación aventurera del tipo de la que se planea no utilizaría equipos ni aviones de la Fuerza Aérea Colombiana o de EE.UU., pero sí unidades piratas como ya ocurrió en el pasado en otros países y de ahí la importancia de que actúe la inteligencia y la seguridad venezolana para evitar sorpresas y responder", dijo.