Columna. Orlando
Nieves.
En un
invierno cubierto de bendiciones, con olor a tierra mojada y una sabana
cubierta de un majestuoso verdor, Apure recibe a su hijo Norman Arnoldo Zarate
Gamarra en 1962. Así describe la pluma del poeta Williams Zerpa a uno de los
máximos exponentes de nuestra música llanera. Norman es hijo de Miguel Antonio
Zarate y Cruz Alejandra Gamarra de Zarate, de quienes recibió amor, educación y
valores. Desde muy pequeño muestra profunda pasión por la música participando
en conjuntos de aguinaldos, corales y orfeones donde pasa a ser uno de los
tenores de mayor relevancia y registro musical.
Se
destacó como solista del grupo de música
tropical bailable Marort, así mismo, su voz se escuchó en innumerables fiestas
al lado de Los Juniors. Sin embargo, no dejaba a un lado la música llanera. El
arpa, el cuatro y las maracas estaban metidos profundamente en su ser, lo que
le permitió demostrar que era una novel promesa del canto recio. Ha obtenido
numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos, “La Panoja de Oro”
donde conoce al maestro Hugo Blanco, quien le propone una audición en su
estudio de grabación y de allí pasa a formar parte del elenco de artistas de
Producciones HB, al lado de Reina Lucero, Maritza Marchena, Cristina Maica,
Juan Bautista, Iris Gavidia, entre otros.
Algunos
de sus temas más sonados son: Mi lindo Llano Apureño, La Sangre de Venezuela y
Viejo Fogón Sabanero, siendo este último, el tema más apoyado y solicitado en
las radios de Venezuela y Colombia, tanto así, que a este gran cantante de
nuestra música, en el Llano, lo llamamos “VIEJO FOGÓN SABANERO”. Llega el éxito
y sigue siendo un hombre sencillo, de respeto con profunda ética y valores
hacia el público y sus seres queridos.

Norman se aleja de los escenarios y hace una
pausa en su carrera por motivos de salud mientras se recuperaba. Gracias a Dios
regresa con amplia madurez profesional y con mayor pasión, presentando su nueva
producción discográfica, “Criollo, Romántico y Recio”, recibiendo la aceptación
y apoyo del Público Venezolano, reafirmando su versatilidad, talento y su
excelente calidad de interpretación manteniendo la calidad vocal y las
cualidades que lo llevaron al éxito. Hoy al lado de su esposa, Carmen Olinda y
de sus hijos: Arnoldo José, Taidimar Olinda, Norman Arnoldo y Carlos Roberto,
Norman es un hombre arraigado a su familia, a sus principios y valores. “El
Folclore Sabanero se viste de fiesta al tener nuevamente y con un Nuevo disco
repleto de Costumbres, historias, sentimientos, pasión y una marcada calidad y maestría
a Norman Zarate, huella indeleble y ejemplo para las nuevas generaciones”. Williams Zerpa