Columna. (Marlani Sánchez. @marlanisanchez)
En las mujeres tiene más
“caché” y eso es irrefutable. Basta verlas. Y verlos. Para comparar. Es más;
con tan solo imaginarlos tenemos: Un “viejo verde” (imaginen), y ahora, una
"cougar" (imaginen). ¿Vieron? ¡No, no no, George Clooney es otra
cosa! ¿Qué “viejo verde” va a estar siendo él?. Por Dios.
La traducción literal sería
"pantera" o "puma". La literaria, vaya que es otra.
Demi Moore, Madonna, y más
hacia estos lados Jennifer López, y dentro de nuestras fronteras, la querida
Mimí Lazo, ella misma se ha confesado “pantera”, habría que preguntarle a Luis
Fernández. “MILF”, no, “MILF” es un
asunto distinto, aunque bien que pudiéramos afirmar casi sin temor a
equivocarnos que una “cougar” es también una “MILF”.
Debo confesar que me preocupa
estar escribiendo sobre este tema. ¿Mi cédula? Bien gracias, ¿yo?, mejor que mi
cédula, un rato largo. Sé que no debería, pero está bien, voy a decirles qué me
motivó a escribir de esas felinas. No, aún no tengo 40, epa, todavía me falta.
Sí, es considerablemente menor que yo y con todos sus accesorios, pero tampoco.
Digamos que a una amiga de una
amiga mía (sí a una amiga de una amiga mía) le pudiera estar sucediendo, hemos
intercambiado historias; ambas, la de ella y la mía, pudieran ser brillantes
guiones de Pedro Almodóvar. Ella sí ya ha llegado a los 40, hace varios años,
entonces pensé: ¿Pero a los que les da por ahí no es a los hombres?, yo sabía
que después de cierta edad a nosotras se nos intensifican los apetitos, pero de
verdad que lo de las "cougar" fue todo un descubrimiento. Sí, ella es
una.
Hasta hace algún tiempo “los
viejos verdes” se me hacían insufribles, hasta que conocí que es un síndrome
descrito médicamente, casi que los exculpo, por poco los indulto, pero no llego
para allá, creo que por lo babosos, y, bueno, me siguen pareciendo insufribles,
pero respetables. Los respeto. Un estrechón de manos, pero conmigo no. Gracias.
Es que hasta el apelativo marca la diferencia: “Viejo verde”, “viejo de rabo
verde” (también les dicen así), a “cougar”, a “pantera”, casi que “tigresa”.
Y casi todos hemos visto a uno,
y a una. Hay diferencia. Claro. Ok, voy
a decirlo pues; ellas ti-e-nen que estar buenas, ellos por lo general
(pá no ofender) no lo están, de hecho, aporreaítos sí te son, casi siempre
pues.
Además las “cougar” tienen
reality's show, les han dado espacios exclusivos en reconocidísimas series como
y sagas como Two And a Half Men, American Pie y The Twilight, entre otras. Existen
incluso páginas de internet de sitios gratuitos de cortejo y encuentros. Coinciden
con los “viejos verdes” en que su debilidad es la juventud, les gustan los
muchachitos.
Generalmente solteras o
divorciadas, independientes, profesionales, solventes, de situación económica
consolidada, muy seguras de sí mismas y con un atractivo físico casi envidiable
por mujeres más jóvenes que ellas, atraen sin dificultad hormonas frescas. Estuve
leyendo que el asunto empezó cuando un o una columnista en un bar vio a una
mujer mayor literalmente clavándole “los colmillos” a un hombre notoriamente
más joven que ella, de ahí el “pantera”, o “como una puma sobre su presa”. Es
obvio presumir que no buscan ningún amor platónico, bien saben lo que quieren y
casi siempre lo consiguen.
Sin embargo el factor emocional
está presente porque aunque la balanza pudiera caerse por lo sexual, está el
hecho de la admiración del joven hacia ellas y el saberse y sentirse atractiva.
Una de las características para identificar a una “cougar” es que al menos debe
ser cinco años mayor que su pareja, aunque actualmente el asunto pretende
expandirse a todas las mujeres mayores de 40 con una relación con un hombre
menor que ellas.
Encontré que entre 1960 y 2007
se ha duplicado el número de matrimonios donde la mujer es de 5 a 10 años mayor
que el hombre. Hay una explicación médica también: Cuando la mujer es menos
fértil le aumenta la energía sexual y por ende es más intensa en esa área. Pero
como los tabúes y discriminaciones no hemos podido erradicarlos, este tipo de
relaciones también generan prurito social, ajá, también, ah, no así si se trata
de un hombre mayor con una jovencita.
¿Ellos? Toditos alguna vez se
enamoraron de aquella maestra buenota.
¿O es que de verdad creen que
eso de que uno es de la edad de la piel que acaricia, aplica solo para ustedes?
¿Nosotras? Nosotras también
cantamos con los ojos cerrados "40 y 20" de José José…