Prensa. Diario El Nacional.
La diplomática no desestimó que
la respuesta de Washington a la acción de Caracas sea recíproca lo que
incluiría la expulsión del encargado de negocios de la embajada de Venezuela en
Estados Unidos, Calixto Ortega
IRAXIS BELLO
La encargada de negocios de la
embajada de Estados Unidos en Venezuela, Kelly Keiderling, admitió que mantuvo
reuniones con distintos sectores de la sociedad civil pero que no se trató de
actos conspiración contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. “Esas
reuniones si se sostuvieron. Todas las acusaciones de sabotaje, de conspiración
son falsas”, afirmó. Sostuvo que el diplomático no debe limitar su trabajo a un
mero intercambio con el gobierno sino ir más allá con el objeto de entender al
país. “Igual que hacen los diplomáticos venezolanos en Washington. Si no
estuviesen ellos saliendo libremente, no estarían haciendo su trabajo”, aclaró.
La funcionaria dijo que en cada
viaje al interior del país se solicitó una entrevista con el gobernador y el
alcalde que correspondiese. “En el estado Bolívar se pidió una reunión con el
gobernador Rangel Silva pero él no estuvo”, contó. Keiderling no desestimó que
la respuesta de Washington a la acción de Caracas sea recíproca lo que
incluiría la expulsión del encargado de negocios de la embajada de Venezuela en
Estados Unidos, Calixto Ortega.
Comentó además que el cierre
parcial del Gobierno de Estados Unidos no tiene un impacto sobre las decisiones
que tome el Departamento de Estado en torno a la expulsión de Venezuela de los
tres funcionarios estadounidenses. Mantuvo que de parte del gobierno de Estados
Unidos hay disposición de restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela
siempre y cuando se mantenga un clima de respeto mutuo y “sin mucho drama”.
Aclaró que este impasse
diplomático no tendrá consecuencia alguna sobre las operaciones consulares y
del trabajo de la Embajada. Keiderling dijo que dejará hoy Venezuela con los
mejores recuerdos del país y que llegará Washington a tocar puertas y pedir
empleo.