Prensa. Servicio
Jesuita a Refugiados (SJR) Venezuela.
Carla Casanova.
Cada
20 de junio se conmemora el día mundial de la persona refugiada. Este año,
desde el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) y la Red Jesuita con Migrantes
(RJM) se promueve una campaña internacional que hace un llamado a promover el
valor de la hospitalidad, titulada “Toma partido por los refugiados y
desplazados”.
En
nuestro continente existe un gran número de personas en situación de refugio.
En los últimos 10 años se estima que más de 600 mil han estado forzadas a salir
de sus países para preservar su vida y se encuentran con necesidad de
protección. Desde hace décadas el conflicto colombiano genera el más amplio
flujo de personas refugiadas (y también desplazadas internas) en el continente,
que afecta no sólo los países fronterizos de Colombia, sino que llega hasta los
países del Cono Sur y de Norte América.
Además,
las dinámicas de creciente violencia e inseguridad social en Centroamérica y en
otros países de la región están provocando que más y nuevas personas deban
dejar sus países en búsqueda de seguridad y protección.
Uno
de los objetivos de esta campaña es llamar la atención sobre el impacto
negativo de la interpretación restrictiva de la definición de refugiado, que se
está adoptando en muchos países de la región y cuyo efecto es la exclusión de
muchas personas de la posibilidad de ver reconocida su situación y de acceder
al disfrute de sus derechos.
Como
consecuencia, esas personas quedan en una situación de indocumentación que
constituye una nueva vulnerabilidad y las expone a la posibilidad de detención
por falta de documentación y a la deportación por presencia irregular,
precisamente al país del cual quisieron alejarse.
Desde
las distintas obras de la Compañía de Jesús y otras ONG que trabajan en pro de
los refugiados y desplazados del mundo, se identifica una visión regresiva
basada en un enfoque de seguridad nacional, que presenta obstáculos para el
acceso efectivo a la protección, o lo impide, mediante plazos y requisitos no
apropiados para el tratamiento de personas que solicitan el estatuto de
refugio.
Por
otro lado persisten vacíos de protección. En particular los países de la Región
Andina y no han logrado armonizar las normas, los procedimientos y las
políticas de atención a las personas solicitantes y refugiadas, conforme a las
aspiraciones señaladas en el Plan de Acción de México del año 2004.
Algunos
procedimientos presentan aspectos problemáticos y/o ambiguos que atentan o
dificultan el acceso efectivo, el “debido proceso” y el ejercicio del derecho a
la defensa, conforme a los estándares internacionales aceptados de Derecho
Internacional de Refugio y de Derechos Humanos.
Especialmente
se ha detectado la necesidad de que las nuevas condiciones de violencia y de
crisis social que producen expulsión sean reconocidas entre las causales del
refugio y generen la obligación de protección internacional.
En
el año del aniversario número 30 de la Declaración de Cartagena, esta campaña
insta a los Estados de América Latina y el Caribe a recuperar el espíritu de
esa Declaración y a poner todos los medios para garantizar la protección
internacional a las personas refugiadas, utilizando un enfoque integral de
derechos para alcanzar soluciones duraderas. Esa será una manera de tomar
partido por los refugiados y desplazados del mundo.
A
través de los portales web www.sjrlac.org y www.srjevenezuela.org.ve
y las redes sociales del Servicio Jesuita a Refugiados en sus distintos países,
podrán encontrar diversos mensajes sobre el refugio en el mundo, además de
poder participar en la campaña con significativas acciones simbólicas. (CC).