Prensa.
Semana. Colombia.
El general Rubén Darío Alzate,
secuestrado por la guerrilla de las FARC, da sus primeros pasos hacia la
libertad. El operativo para traerlo de vuelta a casa se inició en la tarde de
este jueves, tal como lo confirmó desde Popayán el presidente Juan Manuel
Santos.
Minutos antes, una fuente de altísima
credibilidad le confirmó a Semana.com que la comisión de rescate iba a su
encuentro. Este portal no pudo confirmar si también quedarían en libertad el
cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, que también fueron hechos
cautivos este domingo cuando llegaron en un panga desarmados al corregimiento
de Las Mercedes, a varios kilómetros del casco urbano de Quibdó.
El general Alzate debe ser entregado al
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Este organismo venía trabajando
con intensidad en las últimas horas desde cuando recibió “luz verde” para su
intervención a través de los portavoces de los países garantes del proceso de
paz, Cuba y Noruega.
El inicio del operativo de liberación se
produjo horas después de que ‘Pablo Catatumbo’ aseguró en una entrevista con
RCN La Radio que las FARC no pactaron recibir ningún beneficio a cambio de
liberar a los cinco secuestrados capturados en la última semana.
“Desde el comienzo hemos dicho que es un
gesto de buena voluntad, una contribución que busca generar un ambiente que
aclimate la situación para generar las conversaciones más tranquilamente”,
afirmó ‘Catatumbo’ desde La Habana, donde ejerce de negociador del grupo
subversivo.
En el país había enorme expectativa por
la liberación del general Alzate, junto con el cabo Rodríguez y la abogada
Urrego, que tenían que volver a casa “lo antes posible”, según información,
también desde La Habana, de los portavoces de los países garantes.
El operativo para liberar al general en
tan corto tiempo no sólo es un bálsamo de tranquilidad para su familiay un
parte del regreso a la normalidad para la institución castrense, sino que se
convierte de paso en un balón de oxígeno para el proceso de paz.
El jefe negociador de la guerrilla ‘Ivan
Márquez’, en una de sus intervenciones de esta semana se mostró con un tono
respetuoso: “No es sensato que continuemos matándonos en una confrontación que,
de no parar, generará más prisioneros e incidentes que pueden poner en peligro
la continuidad de la mesa de conversaciones”.
Con el reinicio de las conversaciones
tan pronto se libere a la totalidad de los secuestrados, las partes tienen por
delante la tarea de resolver los puntos más complejos y delicados de la agenda:
el resarcimiento de las víctimas y concretar cómo se producirá el fin de las
hostilidades y la entrega de las armas por parte de la guerrilla.
En estos dos años de negociaciones, ya
se han logrado acuerdos preliminares en tres de los cinco puntos de la agenda,
referentes a tierras y desarrollo rural, participación política y drogas y
cultivos ilícitos.
En estos momentos en La Habana discutían
la reparación de los 6,5 millones de víctimas del conflicto armado y estaba
previsto que en el ciclo de conversaciones que se habría iniciado a principios
de esta semana, la mesa recibiera a la quinta y última comitiva de víctimas
para enriquecer ese debate con sus testimonios y propuestas.
Pero esos buenos augurios se deben dar
con la liberación de todos los secuestrados. Y es que junto a las tres personas
raptadas en Chocó también deben ser liberados los soldados César Rivera y
Jonathan Díaz, en Arauca, a través también de un operativo coordinado por el
CICR.
Por el secuestro del general, Santos
decretó la suspensión de los diálogos de paz, que este miércoles cumplieron dos
años en medio de la peor crisis desde el inicio de las conversaciones.
El negociador de las FARC insistió en
que la retención de Alzate no es un secuestro sino “una acción militar” como
consecuencia de negociar en medio del conflicto armado.
“Lo mismo habría ocurrido si un
comandante de las FARC está en un caserío y lo detiene la autoridad militar”,
argumentó ‘Catatumbo’, quien dijo que “para cualquier analista imparcial que
conozca de situaciones como esta, no sería un secuestro”.
Añadió, además, que haber acordado la
liberación cuatro días después de haber hecho cautivos al general a sus
acompañantes “demuestra que hay una gran cadena de mando” en el grupo
subversivo, que mantiene a la mayoría de sus altos mandos en La Habana para
negociar.
“El hecho de que hayamos podido
trasladar comandantes de la categoría de los que hay aquí y que cuando hay
incidentes los podamos resolver de manera pronta demuestra que hay una gran
cadena de mando”, apuntó.
‘Catatumbo’ afirmó que “este incidente
demuestra que cuando se quiere se puede” y que es posible bajar la intensidad
de la violencia en el país.
Frente a la negativa expresada por el
Gobierno de un cese al fuego bilateral, apuntó que se pueden “tomar medidas
frente al uso de explosivos”, así como “pactar ceses bilaterales al fuego
parciales”, aunque fue claro a la hora de mostrar su preferencia por el cese
bilateral al fuego de forma indefinida.
“Si no es posible el cese al fuego
bilateral, por lo menos mecanismos que nos permitan resolver una crisis como
esta, pero lo que sí manda muy mala imagen es suspender los diálogos cada vez
que se produce una confrontación”, indicó.
Tras reiterar su deseo de retomar las
negociaciones, ‘Catatumbo’ pidió cautela a la hora de establecer una fecha para
firmar la paz, que la Presidencia confía en alcanzar en el 2015. Un sueño que,
paradójicamente, por el secuestro de un general parece, para muchos, ahora
estar más cerca que antes de tan sonado episodio.