Prensa. Diario
El Universal.
Entre 1999 y
2007 el parque industrial en Venezuela se redujo en 37% siendo la más afectada
la pequeña industria, registra estudio de Coindustria, basado en cifras del
INE.
Por Francisco
Olivares.
De
acuerdo a las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) al
cierre del año 1998, último año antes de la revolución, en Venezuela existían
11.117 establecimientos industriales en plena producción. Estas empresas daban
empleo a 449.636 personas.
Para
el año 2007 el número de industrias apenas llegaba a 7.093 y la capacidad de
empleo había bajado a 345.168. A partir del año 2008 se incrementan las
expropiaciones de industrias y empresas en Venezuela, y si bien el INE desde
ese año dejó de actualizar las estadísticas en esa materia, la tendencia en la
reducción de industrias ha continuado mientras que las empresas estatizadas han
reducido su capacidad de producción con importantes pérdidas financieras que
deben ser subsidiadas por el Estado.
Tales
cifras forman parte de un análisis comparativo entre dos modelos económicos que
han convivido en Venezuela en dos periodos distintos y están contenidos en un
libro recién publicado por la editorial La Hoja del Norte, cuya edición estuvo
a cargo del exministro de Obras Públicas, José Curiel: "Del Pacto de Punto
Fijo al pacto de la Habana".
Un
capítulo destinado a analizar el desarrollo de la industria venezolana entre
1958 y 2012, describe con precisión cómo, luego de un ascenso sostenido desde
1958 hasta 1998, comienza un proceso de reducción de la producción
manufacturera en Venezuela a partir del ascenso de Hugo Chávez al poder. Tal
des industrialización, sostiene el estudio, está íntimamente ligada a un modelo
económico que nació con Hugo Chávez a partir de esa fecha, el socialismo del
siglo XXI.
La
Venezuela de hoy, inmersa en problemas de escasez de productos y una inflación
que nos coloca como el país con mayor aumento en los índices de precios en el
mundo, se pregunta por primera vez si la causa de esos males está en "el
modelo económico".
La
última encuesta de Datanálisis, expone que 80,1% de la población considera que
el modelo económico debe ser cambiado. Pero de ese universo, 45,3% se auto
definen como oficialistas.
La
mayoría en el chavismo piensa que el Gobierno Nacional debe "cambiar el
modelo económico para abrir el mercado, liberar los controles y fortalecer a la
empresa privada". En general, el estudio de Datanálisis indica que 67% de
los ciudadanos avala que el Gobierno cambie el modelo económico. En ese punto
coinciden 42% de los chavistas, 64% de los independientes y 81% de los
opositores.
Esa
percepción ha ido en aumento en los últimos dos años a partir de la llegada de
Nicolás Maduro a la Presidencia. Su antecesor, Hugo Chávez, había logrado
sembrar la esperanza de mejor calidad de vida con su propuesta socialista, pero
a partir del llamado "Dakazo" y los efectos económicos negativos que
produjo y la lucha contra la llamada "guerra económica", tal
percepción ha ido cambiando en la población, según lo reflejan los estudios de
opinión.
Según
aprecia Luis Vicente León la principal preocupación de hoy de los venezolanos
"no es la política, se centra en la crisis económica que afecta sus
vidas". Y luego de dos años de discurso sobre "la guerra
económica" la población se divide entre quienes no lo creen y quienes no
ven que el Gobierno pueda ganarla. Otro indicador que no tiene precedentes es
que 82% de la población piensa que el país está mal o muy mal, percepción que,
según León, ni siquiera se registró durante el paro petrolero de 2002.
El
legado económico
El
proceso de declive del la industria comienza desde principios de la década
cuando mediante la Ley Habilitante fueron promulgadas en 2001 un conjunto de 49
leyes que en buena medida apuntaban a restringir las libertades económicas,
entre ellas la polémica Ley de Tierras que abrió el camino a las expropiaciones
y derivó en los conflictos políticos y el paro general de 2002 y 2003.
El
proceso continúa al establecerse el control de cambio y en 2007 se plantea una
profundización del modelo socialista promoviendo una Reforma Constitucional con
69 artículos, que, finalmente, fue rechazada por la población
Sin
embargo, eso no detuvo los objetivos del Gobierno. Apoyándose en los altos
ingresos petroleros se llevó adelante un proceso de compras de empresas
privadas eficientes como la Electricidad de Caracas, CANTV, las productoras de
cemento Cemex, Lafarge, Holcim y el Banco de Venezuela, que fueron las más
emblemáticas. Al mismo tiempo, a través de leyes habitante y otras acciones, el
plan socialista, rechazado en referendo, siguió su curso.
Aunque
no existen datos oficiales sobre ese proceso, Conindustria realizó un registro
con base en información oficial y medios de comunicación, que arrojan que para
agosto de 2013 se produjeron 1.200 intervenciones a la propiedad privada.
Los
intentos por debilitar la propiedad privada llevaron al Gobierno a promover
diversos tipos de propiedad en manos del Estado como cooperativas, Empresas de
Producción Social o de cogestión. Si bien no se dispone de estadísticas
precisas sobre su rendimiento, la percepción que existe es que han fracasado
pues no han generado empresas más eficientes y por el contrario siguen
trabajando a pérdida según han denunciados los propios voceros del Gobierno.
En
un capítulo del libro editado por Curiel destinado a estos procesos económicos,
el economista Francisco José Chirinos, concluye que con el intento de reforma
constitucional de 2007, vía al socialismo, se puso en marcha el aumento de la cobertura
del Estado, el Estado regulador y empresario y dueño de las actividades
fundamentales de la economía venezolana con el financiamiento de PDVSA.
País
importador
Destaca
el capítulo referido a la industria en Venezuela que para el año 1998 el PIB industrial
representaba 17,4%. Cifra que explica por qué las exportaciones no petroleras
alcanzaron sus valores más altos en ese período, llegando a 32% del total de
ingresos en divisas en 1998. Al cierre de 2012 ese valor se redujo a 4% de los
ingresos en divisas.
La
última cifra disponible del INE sobre el parque industrial en Venezuela se
remonta a 2007. Hasta ese año se observa que desde el inicio del gobierno
bolivariano en 1999 y hasta 2007, el parque industrial se redujo en 36%, con
mayor impacto en las pequeñas empresas y en la pérdida de presencia dentro de
la manufactura, con la consiguiente caída del empleo en el sector de 23%.
Al
cierre de 2012 la base industrial del país había pasado a representar 13,9% de
la economía . La tendencia negativa continuó en 2013 con una caída de la
manufactura de -3,6% debido al impacto de la devaluación.
Indica
el estudio realizado por Conidustria que las importaciones crecientes han
venido a compensar la oferta interna que se ha visto afectada por los controles
y regulaciones propias del modelo implantado por el gobierno socialista.
En
1999 se importaron bienes por 14.492 millones de dólares, mientras que en 2012
la cifra llegó a 59.339 millones de dólares. En tanto que las exportaciones no
petroleras se redujeron de 4.228 MM a 3.771 MM.
Destaca
el estudio que durante el período que se inicia en 1999 el país profundizó una
ruta hacia la des industrialización pues ha crecido fundamentalmente hacia
sectores no transables como comunicaciones, banca y seguros y comercio; en
tanto que sectores de generación de bienes y servicios han descendido en
términos per cápita, ello incluye al sector petrolero ya que el impacto
económico se ha dado a través de los precios y no por mayor producción.
Decrecimiento
Un
cuadro presentado por el economista Francisco José Chirinos referido a la tasa
de crecimiento de los países de América Latina en el período de 1998 a 2010
refleja cómo Venezuela ocupa el último lugar del continente con un crecimiento
de 4,9 % frente a casos como Perú con 45% de crecimiento, Chile con 35,60%,
Argentina 25,20%, Brasil 24,5 %, Colombia 13,7% en ese lapso de 14 años.
En
ese período de 14 años se profundizó la dependencia del petróleo. "El
ascenso continuado de sus precios hasta el año 2008 generó un crecimiento
económico importante que no se reflejó en el sector industrial", explica
el estudio de Conindustria.
Esa
tendencia se profundizó en los siguientes años. CEPAL pronostica que para este
año 2014 Venezuela tendrá el peor desempeño económico de todo el continente,
seguido por Argentina. Cuando la región registrará un crecimiento de 2,2%,
Venezuela aparece en el último lugar con un decrecimiento de -0,5%, lo cual lo
ubicará como el único país que no tendrá crecimiento.
Ese
desempeño negativo se refleja igualmente en las proyecciones que hace el BCV
con una inflación anualizada de 63,4% que nos ubicaría como el país con mayor
inflación en el mundo. Nos sigue Corea del Norte con 55 %, Sudán 46,4%, Malawi,
22,3% y Bielorusia 20,6%. Es de destacar que la inflación en alimentos es de
30% más que el promedio general.
Síntesis
1998-2013
Sostiene
Francisco José Chirinos que luego de 14 años intentando implantar el modelo
socialista del siglo XXI, el sistema, como ha sucedido en diversas partes del
mundo ha resultado inviable. Se ha destruido la capacidad productiva de muchas
empresas privadas, de la agroindustria y la manufactura, así como de las
industrias básicas.
Apunta
que el riesgo país es tan elevado que hay pocas posibilidades de financiamiento
externo por su altísimo costo. El Gobierno se ha endeudado y lo agobia el
elevado servicio de la deuda, por compromisos con Petrocaribe, la deuda con
China y la caída de la producción petrolera. Ya no hay casi producción nacional
y 80% de lo que se consume se debe importar, pero no hay suficientes divisas ni
reservas operativas internacionales. Todo ello genera escasez con una liquidez
gigantesca de 1.200 billones de bolívares.
Considera
Chirinos que esa "descomunalmente irresponsable emisión de dinero
inorgánico" genera una insoportable inflación con unas reservas
internacionales de apenas 20 mil millones de dólares.