La principal
patronal venezolana, Fedecamaras, criticó hoy el funcionamiento del nuevo
sistema de cambio de divisas, que empezó a operar en el país en febrero, al
asegurar que “no beneficia” a la actividad económica “acelerando la crisis” de
los inventarios.
Prensa. EFE.
“No
tenemos todavía un sistema realmente confiable, transparente y fluido para la
adquisición de divisas que se requieren para la programación de las compras de
bienes intermedios y materia prima de la producción de Venezuela”, dijo el
primer vicepresidente de Fedecamaras, Francisco Martínez. El
representante de la patronal señaló en una entrevista a la emisora local Unión
Radio que esto “acelera los niveles de crisis que tienen los inventarios de las
empresas venezolanas y por ende esto se ve también en los anaqueles”.
“Los
consumidores no consiguen los bienes y servicios que requieren”, añadió.El
Gobierno venezolano puso en marcha el pasado 12 de febrero la reformulación del
sistema cambiario vigente en Venezuela desde 2003, con la reorganización de
tres tasas para atender las distintas necesidades de la economía del país
petrolero. Una
primera tasa (Cencoex) cotiza la moneda estadounidense a 6,3 bolívares,
destinada a alimentos básicos y medicinas. La segunda tasa (Sicad) atiende las
necesidades secundarias de la economía y funciona bajo un sistema de subastas
que se inició a 12 bolívares por dólar.
La
tercera, conocida como Sistema Marginal de Divisas (Simadi), es una nueva
modalidad abierta de compraventa de divisas que comenzó a funcionar a una tasa
de 172,05 bolívares por dólar y que ayer se cotizaba a 176,75 bolívares por
dólar. El
Simadi, diseñado por el Estado para combatir el mercado ilegal de divisas, ha
recibido críticas de algunos sectores importadores que aseveran que la oferta
no ha sido suficiente para atender la demanda del mercado.
El
Simadi empezó su cotización en las casas de cambio y bancos con una diferencia
de 15 bolívares por debajo del valor especulativo del dólar en el mercado
ilegal, pero tres semanas después ese margen se ha incrementado a casi 100
bolívares. “El
sistema como tal no permite una confiabilidad constante que permita planificar
las producciones”, dijo Martínez, quien afirmó que existe una “sequía de
divisas” y “falta de eficiencia”.
Por
su parte, el comisionado del Estado Mayor Económico del Gobierno, Miguel Pérez
Abad, achacó los problemas del Simadi a que se está “todavía en fase de ajustes”. “Es
un sistema nuevo, hay que vencer los mecanismos de información, el
desconocimiento de los usuarios”, dijo Pérez Abad en una entrevista reciente a
la revista Panorama y señaló que a medio plazo el problema del mercado paralelo
“va a tender a corregirse”.
El
nuevo sistema cambiario impulsado por el Ejecutivo forma parte de un conjunto
de medidas para destrabar la economía nacional, que registra una alta inflación
y un persistente desabastecimiento de algunos productos básicos, en medio de la
caída de los precios del petróleo.