Los empleados
dicen que "todo está tenso", tras la detención del máximo dirigente
del ente. Al secretario ejecutivo, quien aseguró que se enteró por algo que
leyó en internet, lo ven "muy estresado"
Prensa.
Contrapunto.com. Airam Fernández.-
Los
trabajadores del área administrativa de la Federación Venezolana de Fútbol
(FVF) arrugan la cara cuando se les pregunta por Rafael Esquivel. Dicen que
sólo saben lo que hasta ahora ha dicho la prensa: que el hombre que preside la
FVF, desde hace 28 años, fue arrestado este miércoles en Suiza, junto a otros
seis directivos de la FIFA. Todos señalados por corrupción.
"Aquí
todo está tenso hoy. Se habla 'callaíto', mira, porque el señor Tomás está muy
estresado", dice un empleado, con su carnet colgado en el cuello, mientras
espera el ascensor en la Torre Mega II, ubicada en el bulevar de Sabana Grande,
a eso de las 10:00 am de este miércoles. Otro hombre, que trabaja en una
empresa de seguridad con oficinas en el mismo edificio interrumpe:
-¿Qué
pasó con Esquivel?
-Que
lo metieron preso.
-¿De
verdad?
-Sí,
en Suiza.
-¡Co!
Hasta que al fin.
Incluso
en un local que vende empanadas y jugos al frente del edificio, hablan de lo
que ocurrió en la ciudad de Zúrich: "Qué bolas lo de Esquivel, qué
bolas", dice un cliente, después de pedir dos de queso. El vendedor le
responde que sí, que mira dónde lo vinieron a agarrar.
En
el penthouse de esta torre de siete pisos, a la secretaria del área de
presidencia le saltan los ojos ante las preguntas: "Uy, eso está difícil.
Déjame ver si algún directivo de aquí quiere hablar, porque yo tengo prohibido
decir algo de eso". La mujer levanta el teléfono: "Señor Tomás, aquí
hay una periodista que pregunta por lo del señor Esquivel, ¿la puede
atender?". Entonces tranca y sugiere la espera, en una de las tres sillas
de una sala mínima, que parece un pasillo.
Cuando
dicen "el señor Tomás", se refieren a Tomás Álvarez, secretario
ejecutivo de la organización, el mismo que dijo al equipo de Contrapunto, tras
quince minutos de espera, que por ahora, no habrá declaraciones oficiales sobre
el caso de Esquivel.
"En
este momento no podemos declarar hasta no tener información de arriba. Esto nos
cayó de sorpresa", asegura Álvarez. Dice que se enteró por una noticia que
leyó en internet, que no recibió ninguna llamada de alguien que le informara
sobre lo que estaba pasando en Suiza, que después él tuvo que hacer sus
llamadas y que no estaba al tanto de los posibles delitos de fraude o lavado de
dinero que le endosan a Esquivel.
Desde
su oficina, Álvarez interrumpe una reunión que sostiene con dos señores. Tenían
la mirada clavada en montones de facturas y carpetas con documentos que portan
el logo de la FVF. Lo último que señala, antes de volver a insistir en que no
puede seguir hablando, es que Esquivel tuvo que viajar a España a "otras
actividades". ¿Cuándo fue eso? Se niega a dar una fecha. Sí aclara que
desde ahí, el ahora detenido voló a Suiza el pasado domingo, para asistir al
comité del ente rector del fútbol, que empieza este viernes.
Más
tarde, el director de la FVF, Nelson Carrero, diría a Últimas Noticias que la
investigación a la que ha sido sometido en Suiza el máximo dirigente de la
entidad, no afectará la preparación de la selección nacional de fútbol ni su
participación en la Copa América de Chile.
Otra
vez en la sala de espera de esa pequeña oficina en Sabana Grande, una
entrenadora se verá con un profesor con quien tiene pautada una reunión y, con
cara de preocupación, le pregunta a la secretaria si sabe algo más. La mujer
niega con la cabeza, su teléfono suena y lo contesta: "Buenos días, señor
Juan Carlos... Aquí, con esta situación, ya se imaginará... Sí, ya le
comunico", y cuelga. La entrenadora se acomoda mejor en su silla, deja de
leer algo en su celular y suelta: "Sendo peo, ¿no?".