La
crisis económica en Venezuela golpea nuevamente a la Iglesia Católica: la
producción de hostias cayó en un 60 por ciento durante el último mes afectando
a tres estados del país sudamericano.
Prensa.
aciprensa.com
Giovanni Luisio Mass, encargado de la
elaboración de las hostias por parte de la Orden de Los Pobres Caballeros de
Cristo del Templo de Jerusalén, en el estado Anzoátegui, explicó a los medios
locales que desde hace un mes se agudizó la escasez de la harina de trigo sin
leudante que sirve para fabricarlas.
Según informa Caracol, la producción
mensual de hostias ha disminuido de 80 mil a 30 mil. Esta caída, indica Mass,
ha afectado a todos los templos de tres estados venezolanos. Añadió que solamente
pueden enviar 1500 hostias a las iglesias del norte del país, porque ya no
tienen suficiente harina para fabricar las 8000 que solían mandar. Asimismo,
varias iglesias junto con las comunidades se han organizado para buscar la
harina de trigo necesaria para las hostias.
La grave crisis económica
Venezuela enfrenta un desabastecimiento
que va desde alimentos, papel higiénico y medicinas a repuestos para autos,
chocolate, petróleo y planchas de ropa. Según el Banco Central de Venezuela, el
año pasado el precio de los alimentos subió en un 92 por ciento y durante los
últimos diez años la inflación ha subido un 1250 por ciento.
Según el diario colombiano El Tiempo y
GDA (Grupo de Diarios de América), desde el año 2003 el Gobierno elaboró una
lista 165 productos cuyo precio está regulado por las autoridades: aceite de
cocina, jabón, leche, harina, carnes, cereales, papel higiénico, productos de
limpieza, detergente, pañales, pasta dental, azúcar, entre otros.
Esta medida ocasionó una brecha entre
los costos de producción y provocó un gran alza en los precios lo que generó la
quiebra de diversas empresas. También el Gobierno estableció políticas
para controlar las ventas como la distribución de boletos para entrar por
turnos a los supermercados y la colocación de sensores de huellas digitales en
las tiendas para evitar que se “excedan” en la cantidad de productos
adquiridos.
Según la BBC, a diario los venezolanos
se ven obligados a hacer largas colas en los supermercados pero muchas veces no
encuentran los productos que necesitan y tienen que ir a otro y volver a hacer
otra cola. En el mejor de los casos, cuando encuentran lo que quieren, los
precios suelen ser exorbitantes.
En promedio, un venezolano dedica cinco
horas semanales para hacer compras. La BBC cita a la encuestadora venezolana
Datanálisis que afirma que en el 80 por ciento de los supermercados hay una
escasez de productos básicos. Por ello, el mercado negro o “bachaqueo”, donde
el precio de los productos es el cuádruple, se ha incrementado y el 65 por
ciento de las personas que están en las colas afuera de los supermercados son
revendedores.