Preocupados por
el deterioro de los corales de Jamaica, que parecen tener los días contados, un
grupo de científicos pasó a la acción para reconstruir los arrecifes y las
defensas costeras. La iniciativa es fundamental, según las autoridades, para
mitigar los efectos del cambio
climático.
Prensa. (IPS).
Hace
cinco años, el sector hotelero se dedicó al cultivo experimental de corales en
un intento desesperado de mejorar las condiciones de buceo, proteger su
propiedad de las frecuentes tormentas y frenar la erosión costera. En 2014, sus
esfuerzos recibieron un impulso cuando el Centro para la Ciencia Marina, de la
Universidad de las Indias Occidentales en Mona consiguió 350.000 dólares del
Banco Interamericano de Desarrollo para el proyecto Restauración de los
Arrecifes de Coral.
"Los
pescadores hicieron un hermoso trabajo manteniendo los corales vivos y el
santuario de peces es un éxito".: Andrew Ross. El director de la
iniciativa, el ecologista Dale Webber, dijo a IPS que su equipo llevará
adelante investigaciones genéticas, en un intento por descifrar los secretos de
la reproducción y el desarrollo de los corales en varios lugares en torno a la
isla y en un sitio del Centro en la bahía de Discovery.
El
proyecto compartirá las conclusiones con otras naciones insulares, así como con
otra iniciativa del banco, Fragmentos de Esperanza, de Belice. Los arrecifes de
la bahía de Discovery se estudian desde hace más de 40 años y son el centro de
las investigaciones coralinas en Jamaica. También es donde habitan varias
especies de corales de crecimiento rápido y lento que, según Webber, son
particularmente resilientes.
“Han
tolerado enfermedades, el recalentamiento global, el aumento del nivel del mar,
el blanqueamiento, etc., soportaron bastante la naturaleza y la actividad
humana, y todavía florecen. Fueron seleccionados naturalmente por su
resiliencia”, explicó. En
total, 60 fragmentos de cinco especies de corales se pusieron en los árboles
del vivero coralino: Orbicella annularis; Orbicella faveolata; Siderastrea
siderea; Acropora palmata and Undaria agaricites. Todos se controlan mientras
crecen y se plantarán en los arrecifes.
Los
corales de Jamacia, que ocupan más de 50 por ciento de los 1.022 kilómetros de
costas, sufrieron durante años los embates de la contaminación, la sobrepesca y
el desarrollo inadecuado. Por último, en 1980, el huracán Allen los destruyó.
Muchos
especialistas esperaban que se regeneraran, pero el crecimiento lento causado
por, entre otras cosas, los frecuentes eventos climáticos severos y el aumento
del blanqueamiento por el cambio climático, hizo que los operadores turísticos
buscaran otras opciones.
Un
vasto fenómeno de blanqueamiento que afectó a los arrecifes caribeños en 2005
derivó en la muerte de varios corales y concentró la atención en la continua
pérdida de arena en algunas de las playas más valiosas. Además
de la devastación que dejó el huracán, los científicos atribuyen el deterioro
de los arrecifes a la brutal desaparición de la población de erizos de mar en
1982 y a la continua captura de peces juveniles de arrecifes y peces loro.
Los
pronósticos señalan que la región podría perder sus corales en 20 años. Algunos
estudios señalan que solo ocho por ciento de los corales jamaiquinos están
vivos. Sin embargo, nuevos estudios realizados por la Universidad de las Indias
Occidentales en varios sitios muestran que la cobertura coralina es de entre 12
y 20 por ciento.
En
la costa norte de Jamaica, de Oracabessa, en Saint Mary, a la bahía de Montego,
los proyectos para la recuperación de corales obtuvieron distintos grados de
éxito. El Golden Eye Beach Club, el santuario de pesca de Oracabessa y el no
gubernamental Parque Marino de la Bahía Montego son algunas de las
instituciones que experimentaron con el cultivo de corales.
El
proceso es tedioso, pues los buzos deben cuidar los jardines y sacar las algas
de los fragmentos de coral a medida que crecen. Luego, se fijan las piezas a
los arrecifes. Los resultados son alentadores; muchos especialistas lo
consideran un método caro, pero seguro de repoblar los moribundos arrecifes.
Una combinación de técnicas, medidas de gestión y regeneración impulsaron la
cobertura coralina en la bahía Discovery de cinco a 14 por ciento en los
últimos años.
En
la nueva sede del centro en Alligator Head, en el este de la isla, los
especialistas procuran aumentar la cobertura coralina del actual 40 por ciento.
Los criaderos también se colocaron en Portland para comparar las diferencias de
crecimiento entre los distintos lugares. En
el Parque Marino de la bahía de Montego, donde hay un criadero de coral en el
santuario de peces, el funcionario Joshua Bailey señaló: “Los logros fueron
moderados. Los nuevos corales se regeneran y atraen peces”.
Pero
alertó que el impacto de los “agresores urbanos” en el parque y en las
comunidades circundantes, la gran densidad de población y altos niveles de
escorrentía, dificultan la tarea de evaluación. Uno
de los proyectos más nuevos propone la construcción de arrecifes artificiales
frente a las costas del Sandals Resorts International Negril, como una de las
muchas soluciones para reducir la erosión a lo largo de la famosa franja de
“Seven Mile” en la costa de Negril.
Granada
busca recuperar sus arrecifes de coral
La
Agencia Nacional de Planificación y Ambiental (NEPA, en inglés) aprobó la
construcción de un arrecife artificial. El proyecto de Negril duró un año,
explicó Andrew Ross, responsable del proyecto de Sandals y varios otros.
También permitió el estudio de especies de crecimiento rápido y lento e incluyó
la construcción de una estructura para atenuar las olas y determinar su
incidencia en la acumulación de arena.
El
vivero de corales y las estructuras se poblaron con corales blandos, esponjas y
otras varias especies del área. En Oracabessa, un pueblo de pescadores, 16
kilómetros al este de otro conocido como Ocho Rios, el compromiso de sus
pobladores, quienes iniciaron el proyecto en 2009, así como de sus socios del sector
privado, mantuvo los arrecifes y permitió replantar los corales limpios y
sanos, demostrando lo exitoso que puede resultar el proceso en la recuperación
de la pesca local.
La
mayoría de los arrecifes de Jamaica fueron asfixiados por sedimentos procedentes
de la erosión de las laderas, el rápido incremento de algas de eutrofización
debido a la escorrentía agrícola y al vertido de aguas servidas en las aguas
costeras. Los
arrecifes de coral son fundamentales para la economía de Jamaica, pues los servicios
turísticos concentran un cuarto de los empleos y más de 50 por ciento del
ingreso de divisas. La pesca emplea directamente a unas 33.000 personas.
En
total, el Caribe genera entre 5.000 y 11.000 millones de dólares al año de la
pesca y el turismo, lo que indica la importancia de los arrecifes para las
economías insulares. El
Proyecto de Restauración ofrece al CMS los recursos para emprender una serie de
actividades de investigación para, “entre otras cosas, mitigar la disminución
de corales e identificar y cultivar especies resistentes a la devastación del
cambio climático”, explicó Webber.
En
un correo electrónico describiendo el proceso, el especialista señala que el
proyecto ofrecerá “información aplicable y técnicas a otros países de la región
que experimentan desafíos similares”, en sus 18 meses de ejecución. Se
espera que al final del proyecto, haya cambios visibles en la cobertura de
coral. El éxito de Orcabessa, donde los pescadores registran mejorías en la
captura y en el tamaño de los peces, y en otros sitios son indicios de que los
jardines de coral funcionan. Al
igual que Ross, Webber espera que hayan cambios en la cobertura de coral en los
lugares donde se replantó en los próximos tres a cinco años.
Editado
por Kitty Stapp / Traducido por Verónica Firme